Bobby Letts en concepto de Aldo Mariátegui
He descubierto, y tengo mi fuente particular, que mucha gente usa el buscador de Google para rastrear el nombre "Bobby Letts". Ignoro la razón del fenómeno, pero asumo que la curiosidad nace de su vínculo parental con Jaime Bayly.
Precisamente es a partir de las columnas de Bayly que nos llamó la atención el personaje, que nos recuerda en algo y en la soledad furiosa de su muerte al gran magnate del film "Citizen Kane".
Nos hizo saber el Francotirador, que su tío era avaro. Pero Aldo Mariátegui reflexiona sobre la oportunidad que perdió el millonario de redimirse con su historia. Tantos y tantos millones y no haber pensado in limine en los muchos pobres que habitan el ande y los arrabales.
Leanlo ustedes: " Y sé que es feo criticar a un fallecido, pero por Dios que no entiendo cómo un multimillonario como Bobby Letts ($1,500 millones) no dejó un solo centavo para un hospital, un colegio, una donación a una universidad, un fondo de becas, un asilo para ancianos, un puericultorio, un centro de investigación contra la contaminación, un programa de reforestación, un plan de vacunas o algo por el estilo a Cerro de Pasco, sufrida ciudad que alimentó su fortuna con sus pulmones, o a otros menesterosos del país. O algo por lo menos para la gente pobre de Paracas, donde solía relajarse. Me parece muy bien que cada uno haga con su plata lo que le da la gana y que piense en beneficiar a su familia, pero me estremece la poca solidaridad e indiferencia que gente afortunada como él tiene frente a sus paisanos, más aún sabiendo con tiempo -en su caso- que tenía una enfermedad terminal. Bien pudo dejarle alguito a sus compatriotas pobres. Se me responderá que destinó su colección de piezas de oro al BCR, pero eso no es lo mismo que tomar algunas de las iniciativas anteriores. Ojalá que me equivoque y por allí haya hecho alguna donación. Y tal vez anónima, que es la más elevada de las formas de caridad que existen. La plata no te la llevas al otro lado (si hay otro lado), pero sí deja al mundo un poco mejor si puedes donarla".
Al decir verdad, en un sistema opresor como el socialismo el sistema te obliga a ser bueno y eso ya no es tan laudable. En un sistema liberal nadie te obliga, la generosidad y la bondad te nacen del meollo de tu conciencia, lo que sí es y en su esencia laudable y sublime. Una pena tener la oportunidad de traerle dicha a los sufrientes y pasar apenas con las lunas cerradas hacia algún polo del inabarcable infinito.