HISTORIA DEL LAPICERO. Segunda parte
Nos sumergimos nuevamente en la historia del lapicero. Corría el año 1938. Lazlo Biro, George Biro y Mayne, su socio, intentan la gran hazaña: fabricar el primer lapicero del mundo. Para esto, huyen de los nazis y recalan en Argentina ayudados por Agustín Justo, presidente de aquel país. Están en medio de tal aventura, con sus angustias y preocupaciones. Están también, escribiendo la historia.
Como recordamos, aun no se conocía el lapicero. Existía si la pluma estilográfica, creada años atrás. Trascurría el año 1940 y ya establecidos en Argentina. Los tres socios lanzaron una compañía: Biro-Meyne-Biro. Una vez perfeccionado su invento decidieron lanzarlo al mercado con un nombre comercial: Birome.
El lapicero tuvo gran aceptación. Y entre su diversidad de modelos fue el “estudiantil” quien tuvo más acogida. Era más económica y llegaba fácil a la gente. En un inicio a los ‘birome’ se les conocía como ‘esferográfica’, debido a su punta esférica. Inmediatamente, grandes empresas pusieron el ojo para comprar la patente.
Así es como el año 1943, la empresa Eversharp compra Birome. Más tarde, Parker compra Eversharp y se hace de los derechos de Birome. Parker se instala en Argentina y es de aquel país donde se comercializa de forma masiva los lapiceros. Ya en 1951, la empresa BIC logró con bajos costos masificar los lapiceros.
Es así como -por aquellos años- el lapicero desplazó a la pluma estilográfica. El lapicero revolucionó el mundo de las plumas. Ya no era necesario cargar ni descargar tinta. El lapicero tenia- además de su punta esférica- secado rápido. Y por si fuera poco, era de bajo costo. Definitivamente todo un logro.
Lazlo Biro y George (su hermano) quienes se nacionalizaron argentinos años antes, vieron como su invento se expandía de forma dinámica. Y como otros inventores perfeccionaban al lapicero. Tiempo más tarde decidieron alejarse y no saber más del lapicero. La aventura había concluido y ellos habían cumplido su tarea: fabricar el primer lapicero del mundo.
Así es la historia del lapicero. Llena de innumerables sucesos que transcurrieron de pronto. Pero nadie olvidara aquella época donde emergió y revolucionó el lapicero. Donde dos hermanos, ayudados por su socio fabricaron este utensilio tan eficaz y necesario.
Incluso, Lazlo Biro demostrando sus dotes de creador, años después inventó el desodorante a bolilla o roll-on. Con el mismo sistema que el lapicero. Es decir, la punta esférica. Por eso un gran invento como el lapicero; se debe a un gran inventor como Biro.
Antes de morir, Biro alcanzó a decir en su última entrevista "Mi ‘juguete’ dejó 36 millones de dólares en el tesoro argentino, dinero que el país ganó vendiendo productos no de la tierra sino del cerebro".
Nos sumergimos nuevamente en la historia del lapicero. Corría el año 1938. Lazlo Biro, George Biro y Mayne, su socio, intentan la gran hazaña: fabricar el primer lapicero del mundo. Para esto, huyen de los nazis y recalan en Argentina ayudados por Agustín Justo, presidente de aquel país. Están en medio de tal aventura, con sus angustias y preocupaciones. Están también, escribiendo la historia.
Como recordamos, aun no se conocía el lapicero. Existía si la pluma estilográfica, creada años atrás. Trascurría el año 1940 y ya establecidos en Argentina. Los tres socios lanzaron una compañía: Biro-Meyne-Biro. Una vez perfeccionado su invento decidieron lanzarlo al mercado con un nombre comercial: Birome.
El lapicero tuvo gran aceptación. Y entre su diversidad de modelos fue el “estudiantil” quien tuvo más acogida. Era más económica y llegaba fácil a la gente. En un inicio a los ‘birome’ se les conocía como ‘esferográfica’, debido a su punta esférica. Inmediatamente, grandes empresas pusieron el ojo para comprar la patente.
Así es como el año 1943, la empresa Eversharp compra Birome. Más tarde, Parker compra Eversharp y se hace de los derechos de Birome. Parker se instala en Argentina y es de aquel país donde se comercializa de forma masiva los lapiceros. Ya en 1951, la empresa BIC logró con bajos costos masificar los lapiceros.
Es así como -por aquellos años- el lapicero desplazó a la pluma estilográfica. El lapicero revolucionó el mundo de las plumas. Ya no era necesario cargar ni descargar tinta. El lapicero tenia- además de su punta esférica- secado rápido. Y por si fuera poco, era de bajo costo. Definitivamente todo un logro.
Lazlo Biro y George (su hermano) quienes se nacionalizaron argentinos años antes, vieron como su invento se expandía de forma dinámica. Y como otros inventores perfeccionaban al lapicero. Tiempo más tarde decidieron alejarse y no saber más del lapicero. La aventura había concluido y ellos habían cumplido su tarea: fabricar el primer lapicero del mundo.
Así es la historia del lapicero. Llena de innumerables sucesos que transcurrieron de pronto. Pero nadie olvidara aquella época donde emergió y revolucionó el lapicero. Donde dos hermanos, ayudados por su socio fabricaron este utensilio tan eficaz y necesario.
Incluso, Lazlo Biro demostrando sus dotes de creador, años después inventó el desodorante a bolilla o roll-on. Con el mismo sistema que el lapicero. Es decir, la punta esférica. Por eso un gran invento como el lapicero; se debe a un gran inventor como Biro.
Antes de morir, Biro alcanzó a decir en su última entrevista "Mi ‘juguete’ dejó 36 millones de dólares en el tesoro argentino, dinero que el país ganó vendiendo productos no de la tierra sino del cerebro".