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Tetas o Culo. ¿Quién gana?

Publicado: 2011-05-16

Las tetas.

Las tetas son todo en la vida. Si las tienes, las cuidas y si no las tienes las compras o las inventas con un push-up. Todos amamos a las tetas y en las tetas we trust.

Hay tetas altaneras que miran hacia arriba y tetas incisivas que te señalan porque saben que las estás mirando. Límpiate la baba, parecen decir. También están las tetas filántropas que lo que hacen es indicarte que mejor te fijes en las tetas vecinas que son, por supuesto, unas tetazas.

No todo, sin embargo, se trata del tamaño o la forma. Las tetas son tan holísticas que podemos dedicar la vida misma a hablar sobre su textura, densidad e incluso sobre su decisión y actitud. Una teta suavecita es cobijo soñado para una nariz sin hogar y una teta pulposa es la terapia ideal para una mano herida que necesita rehabilitarse. De otro lado, una teta firme te ahorra colas en el banco y una teta saltarina te garantiza una mesa sin reserva en cualquier restaurante.

Este amor inmensurable por las tetas nos lleva incluso a pasar por alto que su nombre real es senos. Eso no nos importa y lo solucionamos llamándolas tetas -porque tiene más carácter- o balas –porque es un hecho que nos matan.

El Culo.

El culo es todo en la vida. Si lo tienes, lo luces y si no lo tienes te lo inyectas o inviertes en un pantalón súper ultra support. Por el culo enloquecemos y al unísono rapeamos: Go culo! Go culo! Go Culo!

Los culos frutales son los favoritos de todos. Está el culo perita que viene acompañado de una marcada cintura; luego el culo manzana que destaca por su redondez. El culo sandía es aclamado por las masas (¡qué bonita casualidad!) y el culo palta es el king de los culos porque viene complementado por una suculenta cadera que te alcanza pa’ comer y pa’ llevar y, siendo justos, hasta para el calentao del desayuno.

¿Qué sería de nosotros sin los culos de la calle o los culos de la tele? Los cuellos se preguntarían para qué diablos sirve la función “voltear” de su manual de uso, y los ojos se auto-infligirían latigazos al no entender el sentido de la acción “ver”. En pocas palabras, un mundo sin culos sería el Armagedón del cuerpo humano; jamás permitamos que eso ocurra.

En adelante, subamos escaleras sin parar y usemos culotte. Desarrollemos adicción por la posición 3 de la clase de Spinning y tomemos agua por montones. Ya sabemos que un culo hidratado es un culo feliz.

Y para ustedes, ¿quién gana?

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Esta fue mi primera colaboración para la revista Galería. (¡Se vienen más!)

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Escrito por

Laura Zaferson

Mitad costeña, mitad serrana y de reacciones muy selváticas. Además, como gran cosa, se jacta de ser tuitera, bloguera y gilera intelectual.


Publicado en

CQO

cosas que ocurren, aunque usted no lo crea.