La historia oficial del final de gobierno de Alberto Fujimori ha sido contada por sus enemigos y detractores de una manera "políticamente correcta", es decir vendiendo que Fujimori y Montesinos eran dos gemelos que fueron cómplices hasta el último minuto.

Pero la historia que yo viví detrás de las paredes del poder fue algo diferente. Y era en realidad tan diferente a lo que se decía afuera que le sugerí al presidente que registráramos día a día la crisis que se generó después de la difusión del video Kouri-Montesinos para que terminada la tormenta pudiéramos contarla con mucho más que palabras.

Fujimori aceptó y me dijo que a partir de ese día yo debería acompañarlo para cubrir la función de una especie de cronista presidencial que anotara hasta el más mínimo detalle de lo que sucedía. Había una guerra total entre Fujimori y su ex asesor y yo era el encargado de cubrirla para luego editarla y mostrarla al país. Era un reto personal y profesional que acepté sin medir riesgos ni consecuencias.

Es por eso que desde que Montesinos regresó de Panamá mi camarógrafo y yo no nos despegamos de Fujimori para nada. Estuve ahí grabando la búsqueda de Montesinos de toda la semana siguiente a su regreso, en el desmantelamiento de su aparato operativo y también los viajes que el presidente hizo a Estados Unidos para informar personalmente a la OEA, la Casa Blanca y el Departamento de Estado sobre los desesperados intentos de su ex asesor por darle un golpe de estado.

No hubo sólo un intento de golpe, fueron varios. Y para mi buena o mala suerte, yo fui el encargado de informar sobre uno de ellos que Montesinos intentó montar desde su fugaz asilo en Panamá. Difícil de creer?. Lo entiendo, por eso les pido a los periodistas que leen este blog que se desprendan por sólo un momento de la historia oficial y crucen información sobre lo que voy a contar ahora:

Martes 26 de septiembre del 2,000. 11 de la noche. Suena mi celular, era mi amigo arequipeño, el congresista Miguel Mendoza del Solar. Me pide que vaya a su casa, que tenía algo gravísimo que contarme. Fui a verlo inmediatamente y me dijo: "Mira Carlos, tú me conoces...yo podré haberme cambiado de bancada...pero no soy un golpista!". Montesinos estaba amenazando a todos los congresistas que se habían pasado a Peru 2000, Miguel me lo contó todo con lujo de detalles. Ese mismo día, fueron convocados por Oscar Lopez Meneses para contactarlos con Montesinos desde Panamá.

Desde un Nextel el ex asesor los presionaba para que renuncien a Perú 2000 y dejen sin mayoría a Fujimori. Debían renunciar escalonadamente para ir debilitando poco a poco al presidente y generar una inestabilidad tan grande que justificara el golpe que venía preparando con sus operadores dentro de las Fuerzas Armadas. "Tienes que contarle esto a Fujimori inmediatamente para que pueda hacer algo antes que sea demasiado tarde", me dijo muy asustado.

La verdad es que yo tambíen me asusté y no sabía que hacer. No podía contar esto por teléfono y menos salir a la medianoche rumbo a Palacio por la Vía de Evitamiento para denunciar un golpe de estado. Pensé que era muy peligroso, así que decidí esperar a las 9am para ir volando a Palacio. Fujimori estaba en reunión con la Misión de la OEA y me atendió Keiko. Le conté inmediatamente y ella entró para hablar con su papá. Cuando salió me dijo que trajera a Miguel a Palacio en la noche para que le cuente personalmente todo al presidente.

Montesinos quería dar un golpe político en el Congreso que le de paso después a un golpe militar que le permitiera volver al Perú con la seguridad de ser protegido. Fujimori no le daba ninguna garantía. El doctor decía que el presidente lo había traicionado. Fujimori ya le había dicho que tenía que enfrentar a la justicia.

Regresé a buscar a Miguel pero ya no lo encontré en su casa. Su hermana me informó que iba rumbo al Hotel Country para denunciar lo que me había dicho en Conferencia de Prensa. Informé a Palacio al toque. Puse Canal N y ahí estaba mi amigo que en un gesto muy valiente salió a lado del Monseñor Ruiz de Somocurcio para denunciar los planes de Montesinos.

Busquen en los archivos de ese día!. Y mientras tanto miren esto que encontré en la web de Semana Económica:

"El congresista Miguel Mendoza del Solar renunció a la alianza oficialista Perú 2000 y denunció haber recibido presiones para formar una bancada a favor del ex asesor presidencial Vladimiro Montesinos. Según Mendoza, el objetivo del nuevo “movimiento independiente” era desatar un caos que generara un golpe de Estado en 20 días para permitir el retorno de Montesinos" http://blogs.semanaeconomica.com/blogs/debate/posts/cronologia-de-la-crisis

Cumpliendo el encargo del presidente, llevé a Miguel a Palacio a las 11 de la noche, pero cuando llegué me dijeron que había cambio de planes. Debía estar en el Grupo 8 a la 1 de la mañana para un vuelo muy urgente a USA y que por supuesto, debía llevar a mi camarógrafo. Una vez más, no entendía lo que pasaba, pero pedí a mi casa que me envíen mi maleta y ordene que el camarógrafo me de el encuentro en una hora. Deje a Miguel en Secretaría General de Palacio y salí volando para el aeropuerto.

Amanecimos en Miami y sin saber a donde ibamos exactamente, sabía que estaba a punto de ser testigo de algo muy trascendente. Mientras David, grababa con nuestra cámara principal, yo tenía una pequeña Mini DV con la que grababa algunos detalles para hacer el "making off" de esa producción más adelante.

Preguntaba a los edecanes y a la seguridad cuál era la agenda, pero el hermetismo y la tensión era total. Fujimori descendió del avión para hacer unas llamadas y  hizo bajar a su secretario de prensa para darle instrucciones, mientras que yo moría cada vez más de curiosidad. Todo esto pasaba mientras recargabamos combustible.

Seguimos vuelo y finalmente aterrizamos en Washington. Luego de alojarnos en el Omni Hotel salimos a una primera reunión en la OEA con César Gaviria que había tenido un rol fundamental para tramitar el asilo de Montesinos en Panamá. Pero esa reunión reportada por Willy Gonzales Arica en el artículo de Caretas que podrán ver en mi post anterior no fue la única de ese primer y agitado día. Fui testigo de como Borea y Baruch Ivcher esperaban al presidente en los pasillos, pero cambiamos de ruta y entramos al despacho del Secretario General por otra puerta. La prensa peruana ya se había enterado y hay imágenes de esos momentos que pueden verificar lo que les estoy contando.

Pero hubo otra cita de la que nadie supo. Una reunión reservada esa misma noche en la Residencia de nuestro Embajador. Fujimori dispuso que el equipo de módulo de prensa de Palacio no asista, pero sí el equipo de Carlos Raffo. Y allí estuve, una vez más siendo testigo en vivo y en directo de otra parte de una historia que nadie ha contado todavía pero que es parte de una verdad que espero se conozca totalmente el día que Alberto Fujimori decida mostrar el material que grabé y que todavía no he podido editar.

Fue un viaje inesperado y realizado por razones diferentes a las contadas por la "historia oficial" de los últimos días de Fujimori. Pero ese viaje recién estaba comenzando y todavía tenía muchas sorpresas para mí. Faltaban dos citas muy importantes, una en la Secretaría de Estado y otra en la Casa Blanca. Eso se los cuento mañana.