Siempre me ha parecido muy interesante la historia que nos han contado sobre la Casa de Fierro. Sobre todo, por  todas los relatos, versiones y visiones que se dan sobre un hecho cierto, evidente, importante en la mitología iquiteña.

Queda más o menos claro que el inmueble es uno de los más importantes y legendarios de la ciudad. Queda también más o menos claro que fue construida en 1887, la primera casa prefabricada en América Latina. También fue diseñada en la empresa del ingeniero francés Gustave Eiffel, el mismo de la famosa torre de París. Que fue, además, adquirida por el cauchero Julius H.Toots, desarmada y trasladada íntegramente hacia el Perú en 1889 para su edificación. Toots la vende además al cauchero brasilero Baca Diez, la cual además es comprada por otro comerciante, Francisco Borges.  Tras una serie de idas y vueltas comerciales, la casa es adquirida por el cauchero español Anselmo del Águila, quien finalmente la convierte en su mansión y le da el esplendor requerido.

La Casa de Fierro representa claramente el signo de una época – la del caucho – de polémica recordación, pero evidente bonanza económica y patrimonial de Iquitos. Las adquisiciones y propiedades que se mostraron en esa época han contribuido decisivamente a una arquitectura única en su género (así como uno de los más resaltantes y destacados no solo en el país, sino a nivel continental).

Aunque luego de la caída del boom y los procesos de pobreza en que se ha movido la ciudad, el lugar ha pasado por innumerables dueños (o arrendatarios) y ha sido parte de distintos negocios o locales comerciales, es evidente que muchos de las promociones turísticas que venden a la ciudad de Iquitos la colocan en un lugar destacado. “La casa de Eiffel” “La única casa que vino de un continente y se colocó en otro” “Casa de hierro y alambre puro”, son algunos de los eslóganes que se usan para promocionarla, con éxito.

Una de las imágenes más antiguas que se tienen de la Casa de Fierro de Iquitos

Carmen Rojas Aguilar, directora de proyectos culturales, educativos y turísticos de la ONG “Carita feliz”, me cuenta, sin embargo, algo que es muy obvio: Nuestro inmueble más emblemático, ubicado en el centro mismo de la ciudad, está olvidado, en un proceso agudo de deterioro, abandonada a su suerte. Siendo Patrimonio Arquitectónico de Iquitos, sin embargo, se luce como un espacio sin vida, sin brillo, lentamente agonizando en medio del caos, la bulla, la indiferencia y la desidia.

Según la investigación y análisis hecho por “Carita Feliz”, la Casa de Fierro presenta en algunas zonas un  elevado nivel de deterioro arquitectónico, maderas enmohecidas, tablones débiles, instalaciones sanitarias deficientes, un sistema de agua inadecuado, precaria iluminación para una obra arquitectónica de esta categoría y sobre todo no ofrece ningún planteamiento resaltante en términos culturales.

Carmen me presenta el proyecto Recuperación y Restauración de la Casa de Fierro, todo un expediente de más de 100 páginas, detallado, con cifras y proyecciones y planos, cuyo objetivo no es apoderarse de la propiedad, sino darle una vuelta de tuerca a la oscuridad y el silencio y convertirla en un espacio ideal para la memoria, para el arte y para la sana nostalgia.

Según Rojas, el presupuesto elaborado proyecta contar con un presupuesto que en principio necesita reparar todas las deficiencias detectadas. Es evidente que, a pesar de su importancia, el descuido es muy serio. Además, se requiere un gasto para el pago de alquiler mensual (el inmueble es privado).

Además, se ha considerado un fondo específico para la publicidad alusiva a la iniciativa, que mueva a una campaña para sensibilizar a la población y a las autoridades locales (respecto no solo de la importancia de la Casa de Fierro, sino también a su participación logística, profesional, económica o artística en la iniciativa), así como gastos de   equipamiento, mantenimiento, secretaria, asistentes para informes dentro de las instalaciones y  guardianía.

La restauración, evidentemente, demanda un costo más o menos alto, sin embargo, el costo mensual,  llega  a  S/. 15,050.00 entre pago de alquiler, mantenimiento y pago de personal. En principio, señala Rojas, serían la Municipalidad de Maynas, el GOREL y Petroperú las entidades cooperantes del proyecto, previos convenios.  La ONG Carita feliz ha elaborado el Proyecto sin costo alguno, y además se han trabajado con el artesano Sadrac Torres Ferreyra replicas de la Casa de Fierro utilizando planchas de aluminio que simula el fierro, para su exposición y sensibilización.

El proyecto tiene el apoyo de la Dirección Regional de Cultura de Loreto y forma parte de una serie de proyectos de recuperación del aspecto lamentable que actualmente se percibe en la ciudad. Nunca como ahora, en que el desorden y la suciedad parecen estar conspirando contra nuestro más importante potencial, el turismo, cuando alternativas como estas se hacen necesarias y urgentes. No es la primera vez que se presentan perfiles para modelar adecuadamente el orden de nuestro centro histórico, pero lamentablemente todos se han quedado en procesos, ideas, documentos encarpetados en oficinas públicas (y también privadas).

Acá hay una oportunidad de oro para demostrar que el rescate de patrimonios históricos es una realidad, una prueba tangible, que nuestras autoridades se olviden por un lado de esa necedad para dar valor a lo que realmente importa y para aplicar un plan de reivindicación del rescate de la historia y la cultura. Iquitos es una ciudad que debe aspirar a estar a la altura del reto que el mundo le ha puesto: ser la más importante urbe de la Amazonía continental. Ahí están turistas y dinero para nuestras arcas. Empecemos aplicando el plan en los trozos concretos de tiempo que podemos ubicar en cada esquina.