#ElPerúQueQueremos

EL "TARJETAZO" DE ALLENDE

Publicado: 2011-09-17

Es una reliquia. La obtuvo de casualidad un amigo poeta chileno (Eduardo Leyton-Pérez) mientras hojeaba un libro de Marx. Es una suerte de esquela de recomendación que Salvador Allende, en su condición de senador de la República de Chile, hace a su amigo el doctor Juan Tellez, en marzo de 1964.

La grandeza de una persona, medida naturalmente por sus obras ("Repara, hermano Sancho, ninguna persona es más que otra si no hace más que otra"), está también en que puede ser -viva o muerta- sometida al escrutinio de la historia, de la gente. La critica, buena o mala, bien intencionada o hecha con mala fe, es solo la expresión de un punto de vista que se da y debe darse siempre en libertad. Una crítica daña a alguien cuando este alguien no tiene la suficiente entereza para afrontarla o enfrentarla o realmente carece de los valores que aparentaba tener. Y además otra cosa: hasta los grandes hombres son o han sido, como nosotros, de carne y hueso, con flaquezas y fortalezas, con vicios y virtudes. Lo sagrado -si podemos hablar con tal exceso- se ubica en lo que hicieron y no en su conformación individual. Hay, por ejemplo, grandes poetas que hicieron una obra noble y valiosa, pero en otros planos de su vida fueron despreciables. Y no solo poetas. Séneca -"De la brevedad de la vida"- nos enseña altas virtudes: pero él fue quien menos las practicaba.

El escrito que aquí aparece, de Allende, puede ser leído, interpretado, en dos sentidos: como un gesto tremendo de humanidad, o como la recomendación poco santa de quien se aprovecha de su cargo público. Pero, son solo interpretaciones de un hecho aislado, anecdótico. Nada más. Lo histórico (porque la historia se ocupa de hechos o situaciones importantes, trascedentes) no está aquí, sino, por ejemplo (y los ejemplos son muchos) en sus últimas palabras dichas en el Palacio de la Moneda: "Mucho más temprano que tarde, se abrirán las anchas alamedas por las que pasará el hombre libre..."

El hecho del que hablamos, aislado y anecdótico, es real. Se trata de una recomendación que Allende hace a través de un documento, de un escrito. Eso es lo que comúnmente se conoce como "tarjetazo" que, en este caso, ciertamente,  es normal, transparente y honesto. El tarjetazo tiene básicamente un propósito: buscar una atención especial: mejor que la que se da a los demás; gratuita o a precio módico; o dar prioridad a alguien, poniendo en desventaja a otros. "Tarjetazo" es simplemente eso: el sinónimo de "recomendación". Y, bueno pues, un "tarjetazo" es un "tarjetazo", ya sea con fines nobles o con fines non sanctos.

Pero hay que decirlo categóricamente, el “tarjetazo” que ahora nos ocupa, naturalmente, no mancilla la memoria del grande Salvador Allende, por una simple razón: el pedido que  Salvador Allende le hace a su amigo y colega Juan Tellez no es para que este favorezca a alguien en una gestión pública o cosa parecida, sino para que lo atienda profesionalmente, es decir, como médico (como sabemos, Allende fue médico, también).  En otras palabras, se trata de un acto noble de humanidad.


Escrito por

Bernardo Rafael Alvarez

Bernardo Rafael Álvarez. Escritor y poeta. Abogado. Consultor en temas idiomáticos.


Publicado en

Bernardo Rafael Álvarez

Otro blog más de Lamula.pe