Microcuento fotográfico: "Batman nos dejó"
Y es tan cierto que amo a Batman que así me describió el querido José Vera de la editorial Estruendomudo en la solapa de la antología
Aquí les pregunto: ¿Quién no ha deseado que sus personajes animados cobren vida, como Pinocho, por ejemplo? Durante mi estadía en México, encontré a los Monsters Inc. pidiendo limosna para luchar contra la piratería cinematográfica.
Junto con ellos, en complot contra Pixar y DC Comics, y apoyado por el burro de Shrek versión chicana: Batman pidiendo
Le digo: Soy peruana. Escribo. Es lo único que hago, no me da mucho para vivir, pero te apoyaré con 10 pesos para enchular tu Batimóvil. Toda la vida te he querido: A Bruno Díaz y a ti. Batman me dijo: Acércate; desplegó sus alas sobre nosotros.
Entonces, conmovida, hago algo que jamás una mujer debe hacer: le doy 10 pesos más: se trata de su Batimóvil. Me abraza, acerca su enmascarada cara a la mía. Me dice: Dejaré a Robin por ti. Le digo: No es así como me interesas. Estoy ennoviada. Es el argumento de tu vida lo que valoro. Me dice: Ok, gracias. Y su espléndida ala de murciélago diurno se aleja lentamente de mí. Llama al burro a interrumpir la foto.
Hoy, un mes más tarde y en mi propia casa, voló del estante donde estaba -yo creía que feliz y sereno- junto con todas sus películas, hacia la bellísima Shojo. Luego de seducirla con su despliegue de pavo real, le dijo con la misma voz grave de Christian Bale: Yo te cuido, Shojo, mi filosofía es oriental. Lo haremos todo lentamente de ahora en adelante, con prudencia. Shojo tomó su mano y no la soltó, como consta en esta imagen. Siempre había buscado protección.
¡Y llegó el inevitable melodrama; el peor guion animado de todos! Muchos de mis muñecos, leales entre sí como yo a Batman, comenzaron a pelearse: no por solidaridad conmigo, según me dijeron, sino porque Batman es a Robin como Robin es a Batman, axioma con el que concuerdo plenamente. Mientras esto ocurría, una reportera japonesa, amiga de Shojo, grababa el desmadre y hacía una importante llamada. ¿A un diario amarillista? ¿A Spiderman? ¿A Gatúbela?
¡Traición! La reportera convocó al más siniestro de los antihéroes, conocido en el bajo mundo del cómic como: Vengador Al-Lado, quien degolló y mostró la cabeza de Shojo, ante la indiferencia de miles de transeúntes y del mismísimo Guasón. Él, humillado y en bancarrota, porque con Batman deprimido e incapaz de vengarse de una adolescente en minifalda, se queda sin secuelas ni precuelas, solo atinó a subirse a una banca y comenzar a pedir limosna.
Ahora te hablo a ti: No, Batman, no. Jamás te perdonaré solo porque supiste que te
¡Pum! Fin de la microficción sobre Batman dedicada a todos los que amamos este cómic. Algunas fotos las tomé con mi celular y otras con una Nikon. Un batiabrazo.