Arqueología submarina de mercantes fenicios en Menorca
La Associació de Amics del Museu de Menorca se preocupa de divulgar el patrimonio arqueológico marino de la isla. El 22 de septiembre en el Club Nàutic de Ciutadella disertó Carles de Juan sobre “La navegación en época romana alto imperial”. Un día más tarde, el Museu de Menorca acogió a Marcel Pujol sobre “La navegación en Menorca entre los siglos XVIII y XVI”. Finalmente, el 25 de noviembre, también en el museo, Octavi Pons y Xavier Aguelo expusieron los resultados de la excavación del derelicto de Binissafúller. http://www.arqueobalear.es/?page_id=11
El Mediterráneo ha sido cuna de incontables civilizaciones que a lo largo de la historia han pretendido controlar sus costas. Sus aguas han sido surcadas por todo tipo de embarcaciones; buques de guerra que ampliaban los límites del imperio y naves mercantes que mantenían un floreciente comercio entre sus riberas. Los caminos terrestres eran largos y peligrosos, atravesaban numerosos reinos de distinta animosidad, elevados tributos de paso y no permitían el transporte de cargas pesadas o de gran tamaño. El mar, en cambio, representaba un nexo de unión razonablemente seguro y rápido, para tales menesteres.
El director del Museo Nacional de Arqueología Subacuática de España, Xavier Neto, es el coordinador del desarrollo del plan para proteger el patrimonio arqueológico submarino en Menorca.
El plan tiene como objetivo la creación de cartas arqueológicas subacuáticas -de hecho, la asociación Amics del Museu de Menorca realiza esta labor desde 1997 y por ello el Consell mantiene la subvención anual de 6.000 euros para este fin, además de proteger yacimientos, trabajar con los cuerpos de seguridad para su vigilancia, además de facilitar la creación de centros de arqueología subacuática.
En concreto, este 2011 se realizaron cartas subacuáticas, además de trabajos de prospección para localizar nuevos yacimientos en la costa norte de la isla y en el término de Ciutadella, además de la excavación del derelicto de Binissafúller -un barco hundido en el siglo IV antes de Cristo- para decidir su protección final.
Es realmente difícil definir unas características comunes en los mercantes fenicios en el primer milenio a.c., puesto que presentaban una gran variedad de formas y tamaños, dependiendo del tipo de uso al que fueran destinados.
Por otra parte, debido a los numerosos contactos e intercambios, existían numerosos puntos similares en la construcción naval fenicia y su contemporánea egipcia, asiria, griega o etrusca.
El mar es un duro campo de experimentación en donde solamente perduran las mejores soluciones. La ciencia marinera es reacia a los cambios, y algunos tipos de embarcaciones y sistemas constructivos, fueron utilizados a lo largo de cuatro mil años sin modificaciones relevantes.
El coordinador del plan, Xavier Neto, la consellera Maruja Baíllo y el presidente de Amics del Museu de Menorca, Mateu Martínez, han explicado las activiades que se realizarán con estos 30.000 euros
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Un cesto de hace 2.400 años, en cala Binissafúller
Amics del Museu de Menorca realiza unas excavaciones en el pecio, que data de finales del siglo V o inicios del IV a.C. Toni Seguí, Sant Lluís 13/10/2011 Restos de una cesta de esparto - octavi pons/xavier aguelo Las excavaciones arqueológicas realizadas por Amics del Museu de Menorca en el pecio de la cala de Binissafúller, en Sant Lluís, han permitido recuperar un cesto de esparto y varias ánforas que contenían vino, además de otras cerámicas finas, que transportaba el barco fenicio o púnico que se hundió hace 2.400 años en la citada cala. La actuación arqueológica permitirá profundizar en el conocimiento de la arquitectura naval de la embarcación, según asegura el arqueólogo Octavi Pons, codirector de las excavaciones junto con Xavier Aguelo.
Las excavaciones arqueológicas en el yacimiento submarino de la cala de Binissafúller, realizadas entre el 13 y 28 del pasado mes de septiembre, se han centrado en una zona del yacimiento con un gran potencial arqueológico. Así, los trabajos permiten confirmar que al menos una parte de las ánforas que transportaba el barco contenía vino, al haberse recuperado el mes pasado otros cuatro recipientes cerámicos con semillas de uva en su interior.
Junto a las ánforas de boca plana, también se han recuperado cerámicas más finas como platos, jarras y tazas que proceden de Eivissa y del centro del Mediterráneo occidental. De momento se desconoce si estas cerámicas formaban parte de la mercancía que transportaba el barco o, por contra, se trata de la vajilla utilizada por la tripulación del mismo. El estudio de estos objetos ayudará a concretar aún más la cronología del pecio, que a tenor de los datos con los que se cuenta en la actualidad, es de finales del siglo V a.C. o principios del siglo IV a.C. según señala Octavi Pons.
Aparte de los materiales cerámicos, destaca el hallazgo del primer cesto en un yacimiento submarino en la Isla. Se trata de un cesto de esparto, con un diámetro de unos 40 centímetros, y que presenta como asa un trozo de madera maciza y de forma cilíndrica. El cesto y la porción de arena pegada al mismo han sido enviados al Museo Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena para analizar su contenido y llevar a cabo la posterior restauración de la pieza.
Pons señala que los trabajos han permitido descubrir cuatro metros cuadrados más de la estructura del barco, que conectan con la planimetría levantada durante las excavaciones realizadas entre 1975 y 1977. Destaca la localización de una cuaderna en su posición original, lo que permitirá estudiar el sistema de cosido utilizado para construir la embarcación. Se sabe que es un barco fenicio o púnico, cuya arquitectura naval está relacionada con el barco de Mazarrón (650 a.C.), en Murcia.
Las semillas encontradas en el interior de las ánforas y las lengüetas y mortajas recuperadas del pecio han sido enviadas para su análisis a la Universitat Autònoma de Barcelona.
Las excavaciones han sido financiadas con fondos del Plan Nacional para la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático del Ministerio de Cultura.
del Museu de Menorca en el
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menorca.info
Distintos tipos de "pithoi" destinados a contener grano
- La carga de las naves mercantes
La carga de las naves mercantes era muy variada, exportando objetos de vidrio, tinte púrpura, cobre y cerámica procedentes de los puertos fenicios e importando materias primas como el estaño, aceitunas, vino, aceite o grano.
Veamos la carga que fue hallada en el pecio de Ulu Burum, que naufragó en el siglo XV, en las cercanías de Kas (Turquía).
- Una partida de lingotes de cobre.
- Un cargamento de ánforas cananeas.
- Cuatro grandes "pithoi" de cerámica conteniendo cereales.
- Un lote de cerámica fina chipriota.
- Un lote de cerámica fina micénica.
- Espadas, puntas de lanza y escoplos de bronce.
- Objetos de oro, un cáliz micénico, amuleto en relieve de la diosa
Astarté.
- Brazaletes de plata.
- Resina de ámbar.
- Vidrio y marfil en bruto.
- Mercancías perecederas contenidas en ánforas; resina de terebinto (utilizada para la fabricación de perfumes), semillas de granada, aceitunas, almendras, bellotas, piñones, pistachos, higos, cilantro, comino negro, tres tipos distintos de garbanzos, etc.
Diversas posibles cargas encontradas: espadas y puntas de lanza de bronce, ánforas cananeas y cerámica fina chipriota
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- Los Hippoi fenicios
Un tipo distinto de embarcación fenicia, estuvo representada por los "hippoi"; ligeros, maniobrables y de propulsión mixta remo-vela, a cuya descripción dedicaré este pequeño apartado.
Eran embarcaciones estilizadas, de una alta relación eslora-manga, que utilizaban la propulsión mixta, alternando remos y velas de acuerdo con el tipo de navegación y las condiciones meteorológicas. En algunos murales, se representan sin los mástiles, que a igual que las embarcaciones mercantes de mayor porte, eran fácilmente desmontables.
El "hippoi" fue utilizado ampliamente en el período precolonial, en que la necesidad de descubrir y reconocer nuevas costas, era la principal misión de las avanzadillas fenicias, y ello compensaba con creces su reducida capacidad de carga.
Presumiblemente eran unas embarcaciones rápidas, que podían escapar fácilmente de cualquier amenaza, aunque sus cualidades marineras no igualasen la seguridad de otras naves de altas bordas y mayor desplazamiento. Así mismo, su calado era reducido, brindando la posibilidad de remontar ríos y acceder directamente a zonas de poco fondo.
El aparejo estaba compuesto por un único mástil con cofa en su parte alta que sostenía la típica vela cuadra; y su jarcia firme y de labor, no se diferenciaba de otras naves contemporáneas de mayor tamaño.
Algunos "hippoi" poseían una estructura simétrica, con la proa y la popa iguales. Los extremos de la roda y el codaste, se realzaban con "akroteras" zoomorfas (cabezas de caballo, etc), elementos que no son abundantes en las embarcaciones fenicias.
Los tartesos utilizaron estas embarcaciones con asiduidad y se tienen indicios de varios viajes de exploración efectuados por marinos de Cádiz, a lo largo de las costas atlánticas, más allá de Agadir.
De a cuerdo con las descripción de Homero, el barco de Ulises sería una variante del "hippoi", liviano y rápido, con posibilidad de vararlo y sacarlo del agua con poco esfuerzo, así como desmontar su arboladura y disimularlo totalmente en la ribera.
Los materiales y métodos constructivos explicados anteriormente para los mercantes clásicos, serían basicamente los mismos aplicados al "hippoi".
Representaciones gráficas de Hippois extraídas de relieves
LA WEB DE ANILANDRO "paginas personales de ciencia y tecnología"
LEER MÁS http://sites.google.com/site/anilandro/05710-mercante-fenicio_01
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