El diseñador francés Nicolas Le Moigne tuvo la genial idea de aprovechar las botellas de plástico (PET) como cuerpo para hacer una regadera práctica y convencional. Su invento se encuentra en el diseño de la boquilla, que en una sola pieza de plástico, logra formar el asa y el pico adaptable a cualquier botella. Si se han dado cuenta, todas las botellas de plástico tienen la misma dimensión en la boquilla, sean botellas grandes o chicas, usan el mismo tamaño de chapa.

Claro, creo que estamos más acostumbrados a coger un vaso, tazón o balde para regar las plantas, pero me parece genial el pensar en la forma de adaptar materiales reciclables en nuestras tareas diarias. Otro ejemplo del reuso de las botellas con estos fines, son los clásicos aspersores que se obtienen luego de perforar repetidas veces el envase para que pueda distribuir bien el agua.

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