#ElPerúQueQueremos

Temblores en Davos

Publicado: 2012-01-30

La paradisíaca localidad de Davos, en plenos Alpes suizos, podría estar soleada en pleno frío invernal. Pero de lo que no cabe duda es del clima nuboso en elForo Económico Mundial, iniciado el miércoles reuniendo a 2.600 representantes de transnacionales y de más de cien países, incluyendo 40 jefes de Estado (entre ellos Ollanta Humala).

La cita no es esta vez espacio de intercambio de loastriunfalistas o anuncios optimistas sobre el crecimiento global. Todo está cuestionado y en torno al concepto “viraje”. El presidente del Foro, Klaus Schwab, ha explicado ya que el lema de la cita (“Gran viraje, creación de nuevo modelo”) apunta a “nuevos modelos y nuevas ideas para mejorar la condición humana”. Dentro de esa perspectiva crítica creo que destacan tres ingredientes que ponen seriamente en cuestión los clichés que han guiado la economía global en los últimos años.

Primero, la profunda crisis en la economía global. Hace pocos días el Banco Mundial bajó al 2,5% susperspectivas de crecimiento para el 2012, fijado hasta hace pocas semanas en  3,6%. Se está ante problemas de fondo y no coyunturales: crisis del sistema financiero, recesión en buena parte de Europa, crecimiento reducido en EE. UU. y reducción del ritmo de expansión china, para mencionar sólo cuatro hechos. Las respuestas en curso no apuntan a reimpulsar el crecimiento sino a contenerlo. Generando, con ello, más desempleo, problemas sociales y más “indignados”.

El presidente del Foro destaca que se fracasó en el aprendizaje de la crisis de 2009 y que “es necesaria una urgente transformación que debe comenzar con la restauración de un sentido global de laresponsabilidad social”. Aunque para algunos “empresaurios” locales la responsabilidad social en serio suena a subversión o terrorismo, la receta no puede ser, pues, “más de lo mismo” sino aires frescos.

Segundo: el impacto de la crisis en la estabilidad institucional. Se debilita no sólo  la economía sino la legitimidad del sistema. De acuerdo al último “barómetro de confianza” mundial que la empresaEdelman acaba de publicar, se han duplicado en un año los países en los que prevalece el escepticismo. En Japón la confianza en las instituciones ha bajado de 51% a 34%; en Brasil, del récord de 80% del año pasado, se ha bajado a 51%. Este panorama nuboso es el telón de fondo que explica la ausencia de Obama, su vicepresidente (Clinton y Bush iban a Davos ellos mismos o sus vicepresidentes) y de los rusos Putin o Medvedev. Influye la desagradable evidencia de que las cosas no están bien y de que algo de fondo tiene que cambiar. Demasiado pedir con elecciones por delante.

Tercero, el peso creciente de las empresas estatalesen la economía global. En particular, en los países emergentes. Poderosas empresas públicas tienen hoy peso fundamental en lugar de clásicas transnacionales privadas. Las diez empresas petroleras y de gas más importantes del mundo –medidas en volumen de reservas– son todas estatales. Las empresas estatales, a su vez, empiezan a ser más productivas que antes. En China, por ejemplo, sus retornos eran de un escaso 0,7% en 1998; subieron a 6,3% en el 2006. En ello viene siendo clave la decisión política de delegar en una gestión gerencial profesional o en asociar las empresas al capital privado.

Además de poderosas y productivas son la fuente de más del 30% de la inversión directa en los países emergentes durante la última década. El Perú es viva expresión de ello. Gigantescas inversiones de empresas estatales chinas como Chinalco (Toromocho por más de US$ 2 mil millones) o Shougang (Marcona), de Argelia (Sonatrach en Camisea), de la brasileña Petrobras o de las colombianas Ecopetrol eISA (electricidad). Y sigue la lista.

Un panorama que en todo, pues, sale de lo “clásico”. Los mercados se han hecho globales, pero la regulación no. Y hay nuevos actores que antes no contaban. Se clama por nuevas respuestas para “mejorar la condición humana”. Eso no se conseguirá con recetas que funcionaron en un contexto distinto pero que no sirven ahora.


Escrito por

Diego García Sayán

Abogado. Ha sido presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Ministro de Relaciones Exteriores y Ministro de Justicia.


Publicado en

Pisando fuerte

Miradas globales enfocadas sobre derechos, sociedad y medio ambiente.