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Jean Fogel: La redacción de hoy es "un mundo abierto y horizontal"

Publicado: 2012-02-08

Jean-François Fogel, periodista francés y maestro de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), conversó con LaMula.pe sobre periodismo y medios digitales, en el marco del Taller de Emprendimientos Periodísticos Digitales, organizado en Caracas por la FNPI y la Corporación Andina de Fomento (CAF).

¿Es ser iconoclasta cuando afirmas que, cuando el periodismo está en Internet, tienes que seguir las reglas del Internet? Los periodistas no entienden, o sienten que sus reglas del papel van a perdurar para siempre. ¿Cuán difícil es que entiendan que el camino es al revés?

Es muy difícil para una población que ha vivido tanto tiempo en un espacio protegido por el monopolio de la información, entender que, de pronto, se ha perdido el monopolio. El monopolio del uso de las herramientas de la información es compartido con los que fueron su audiencia o sus clientes del pasado. Esta gran dificultad para cambiar de postura es una de las grandes dificultades del periodismo de hoy en día frente al reto digital.

También podemos notar que eso se produce en un momento de dificultades económicas. Hay medios que van perdiendo su modelo económico. Antes sacaban utilidades financieras y ahora sacan repetidas pérdidas. Hablamos esto el día en que nos enteramos que New York Times ha vuelto a perder dinero el año pasado, que es casi una noticia simbólica de esa necesidad. Enfrentarse con dificultades y con malos resultados, con un cambio total de postura, hace que el periodismo se encuentre bastante desconcertado, y tenga dificultades para reubicarse en este nuevo mundo digital.

En el modelo digital, los medios que han tenido más éxito son los que han tomado técnicas de páginas comerciales, como Amazon, algunas ideas. Entre ellas: la audiencia. ¿Cuán importante es ahora seguir la audiencia?

Primero hay que recordar que Amazon ha tomado decisiones e hizo cambios mucho antes que la prensa digital. Este sitio comercial tenía muchas ideas de participación del público, muchas ideas para compartir datos, y lo hizo muy bien, y la prensa lo hace también. Los sitios que tienen éxito —no hablamos de la prensa, sino del Internet— son los sitios donde la audiencia se siente cómoda, donde hay audiencia activa y que contribuye al contenido, donde se produce la actividad con una fuerte participación. A veces son sitios de prensa, pero, en muchos más casos, son sitios de redes sociales, sitios comerciales, para compartir contenidos culturales.

Los debates del "copy paste" y el canibalismo, tomar de diversas fuentes para nutrir la información de los portales digitales, no hay una fórmula, pero, entre el contenido propio y el linkeo, ¿se puede de decidir?

Si no lo hacemos, la audiencia lo hace. ¿Qué hace una persona en la red? Va a ir de un lugar a otro, utilizar herramientas para agregar, buscar y almacenar contenidos. Si la persona lo hace y se encuentra satisfecha, ¿por qué no hacerlo para el público? Y quizás hacerlo mejor, con criterios periodísticos, de tal manera que la audiencia dice “a mí me gusta lo que hacen, utilizando todo lo que hay en la web, y voy a visitar este sitio”. Aún más si pasamos a la etapa siguiente: en lugar de [solo] producir, agregar lo que vamos a encontrar afuera y lo que vamos a recibir de la audiencia. Quizás vamos a hacer un paquete no perfecto, pero mucho mejor que el paquete que hubiera sido posible hacer solo con los recursos de la redacción.

Desde que empezó a hacer periodismo, ¿cómo ha cambiado la redacción, digamos, decimonónica, a las múltiples redacciones que tenemos hoy en día, con la llegada del Internet?

Ha cambiado en dos aspectos. Yo creo que todas las redacciones de los medios tradicionales obedecían —y obedecen todavía—a una organización jerárquica por una razón sencilla: hay un punto de salida del contenido. Los responsables podían comprobar la calidad de lo que salía hacia el noticiero de la noche o hacia la imprenta, y hoy ya no es el caso. Hoy es una redacción horizontal donde todos tienen la capacidad de producir, incluso cuando no están dentro de la sala de redacción.

Segundo punto: la redacción antes era un mundo cerrado; había importación de contenido, pero se cocinaban las noticias al interior de la redacción.  Hoy es un mundo abierto, donde se agrega, se buscan afuera cosas que van a alimentar en tiempo real y de manera continua lo que se ofrece a la audiencia. La forma es distinta —pasamos de lo vertical a lo horizontal—, y la condición es distinta — pasamos de lo cerrado a lo abierto. Cambia totalmente.

Al final, después de más de 15 años de vida del Internet dentro del periodismo, es cierto que tocamos un cierto aspecto multimedia. Ahora, nos parece normal encontrar en una página: texto ficheros de sonido, video, imágenes. No voy a decir que la narración periodística digital es un arte definido —al contrario, queda todo por inventar—, pero ya todos los ingredientes se encuentran en el mismo lugar. En cierta medida, hay un paso hacia la información multimedia.

¿Cuál es el camino de los medios que cierran sus contenidos y se cierran en sí mismos?

Si miramos lo que pasa en Internet, vemos que tienen poco éxito en la audiencia. Los que consiguen hacerlo —restringiendo su contenido para intentar cobrar por su venta—, lo hacen en dos casos: un medio que se dedica a un cierto tema, como la información económica o financiera, o un medio que se dedica a la información de una zona geográfica. En ambos casos, podemos notar que no existe una información alternativa gratuita disponible en la red. En estos casos, los medios que la tienen y crean un mundo cerrado, pidiendo un pago para entrar, a veces lo consiguen.

¿Cómo ve a América Latina?

Durante tantos años, los latinoamericanos tuvieron un complejo frente al llamado primer mundo. La crisis que vivimos y la salud económica y financiera de América Latina por fin provoca una especie de equilibrio. A mí no me gusta decirlo de esta manera, esto es lo que nos dicen los datos. Lo que veo es que, en América Latina, muchas personas creen que es posible para sus hijos tener una vida mejor que la suya. Ven que la sociedad donde viven va para algo mejor que lo que era ayer. En el caso de Europa, veo todo lo contrario: hay personas que tienen la creencia muy fuerte que sus hijos van a tener una vida menos confortable, menos cómoda que la que tuvieron, y creen que su país va a caer en un proceso de descomposición social que supone grandes y largas reformas. América Latina es una región que sonríe a su futuro; Europa es un continente que muestra cierta nostalgia por lo que fue su pasado.


Escrito por

La mula

Este es el equipo de la redacción mulera.


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