Nadie puede dudar del éxito de Apple, una de las empresas que vende la mayor cantidad de aparatos electrónicos en el mundo (más de 70 millones de iPhones el año pasado y 30 millones de iPads).

Sin embargo, este exponencial crecimiento se contrasta con la dura realidad que viven los empleados chinos que trabajan en las fábricas donde se ensamblan la mayoría de sus productos.

Un periodista de la cadena de televisión estadounidense ABC ingresó por primera vez a una de las fábricas de Foxconn (que tiene a su cargo la producción de los iPhone) para comprobar las condiciones en las que trabajan los obreros y los ambientes que conforman la fábrica.

También presenta entrevistas con los propios trabajadores, quienes se quejan de las 12 horas al día y seis días a la semana que pasan dentro y del sueldo que, en la mayoría de los casos, no alcanza para pagar los gastos del hogar.

Un detalle sorprendente del edificio donde funciona la fábrica es que presenta mallas laterales para evitar posibles suicidios derivados del estrés laboral. Esto se debe a que informes pasados aseguran que al menos 18 de los empleados de Foxconn han intentado suicidarse.

El informe, publicado por la BBC, explica que el recorrido del periodista se produce días después del anuncio de Apple - a raíz de la petición de miles de personas- acerca de que un grupo de inspectores independientes -miembros de la Asociación para el trabajo justo o Fair Labor Organization- revisarían a los proveedores responsables del 90% de sus productos, en especial en las fábricas de Foxconn en Shenzhen y Chengdu.