A lo largo de la frontera Turco-Siria, en Hatay, provincia de Turquía, contrabandistas trabajan para transportar a familias sirias a través del río Orontes para llegar hacía la otra orilla.

Estas redes de traficantes ayudan a las familias a huir de la ofensiva lanzada por el ejército sirio contra los movimientos opositores, sin embargo, varios civiles también sufren las consecuencias.

Los contrabandistas utilizan botes pequeños a remo, y la mayoría de las actividades se realizan en la noche para evitar ser detenidos.

El fotógrafo Moisés Saman, para el periódico estadounidense The New York Times, a través de una serie de fotos narra las duras experiencias de las familias sirias para llegar a tierras turcas. Muchas veces este esfuerzo es mortal.

La indiscriminada represión, llevada a cabo por las Fuerzas Armadas de Siria, ha tomado la vida de miles de manifestantes desarmados y ha obligado a más de 70,000 ciudadanos a desplazarse en busca de un lugar más seguro.

Aquí, alguna de las fotos: