Una de las esposas de Osama Bin Laden habría traicionado al líder del Al Qaeda y facilitado su muerte en la operación Lanza de Neptuno el pasado 2 de mayo, según la investigación de un oficial en retiro paquistaní difundida por la agencia AP y el diario inglés The Guardian. Shaukat Qadir sugiere que el autor intelectual de los ataques del 11 de setiembre del 2001 pasó sus últimos días en un hogar dividido por problemas entre sus mujeres y sus hijos, y que su escondite de Abbottabad (Pakistán) que era "una trampa en caso de un ataque".

Qadir, hombre cercano al actual jefe del ejército paquistaní, Ashfaq Kayani, tuvo acceso a la residencia de Bin Laden —clausurada tras el asalto estadounidense y demolida en febrero— y a los reportes de los agentes de inteligencia que lo escoltaron en sus visitas al recinto, así como a  las transcripciones del interrogatorio a la menor de las esposas de Bin Laden —detenida en la redada— y a distintos testimonios de militantes de Al Qaeda y de pobladores de la zona.

Según su investigación, la residencia donde Bin Laden vivió desde el 2005 estaba ocupada por 28 personas, incluyendo al propio Bin Laden, sus tres esposas, ocho de sus hijos y cinco de sus nietos. A inicios de 2011, la llegada de la mayor de sus esposas, la saudita Khairiah Saber, despertó el conflicto en la familia.

Según los pobladores locales, ya existía una rivalidad entre Khairiah y la yemení Amal Ahmed Abdel-Fatah al-Sada, la más joven —y la favorita— de las esposas de Bin Laden. Se decía que el fundador de la red terrorista Al Qaeda no dormía con ninguna de sus otras esposas desde que se casó con Amal, en 1999.

La hostilidad se convirtió en sospecha cuando Khairiah le reveló a Khalid —hijo de Bin Laden y su segunda esposa Siham Saber— que tenía "un último deber que cumplir" para su marido. Khalid le transmitió el mensaje a su padre y le advirtió de las intenciones de Khairiah de traicionarlo.

Según el investigador paquistaní, Amal declaró en el interrogatorio que Bin Laden también desconfiaba de la mayor de sus esposas, pero se mostraba despreocupado, como si el destino fuese a decidir lo que pasaría.

Hasta el momento, no hay evidencia de la participación de Khairiah en la eliminación de su esposo, ni una mención en los informes de inteligencia de Pakistán o Estados Unidos. La versión oficial estadounidense sostiene que llegaron a Bin Laden a través de su mensajero, pero Qadir discrepa: "Todo comienza con el arribo de Khairiah [a la casa en Abbottabad]. Hasta ese momento, los estadounidenses parecían no saber nada".

La vida después del 11 de setiembre

Qadir también reconstruyó la vida del fundador de Al Qaeda después de su huida de las montañas de Tora Bora (Afganistán), a finales del 2001.

Según su investigación, en el 2002,  Bin Laden y su esposa más joven, Amal, se escondieron en la ciudad fronteriza de Kohat, al noroeste de Pakistán. Hasta el 2004, se movieron constantemente en la región de Waziristán de Sur, antes de mudarse al valle de Swat, a Haripur, y, en el 2005, a la villa de Abbottabad, sede de varios establecimientos militares, ubicada 30 kilómetros de la capital, Islamabad.

Respecto al estado de salud del fundador de Al Qaeda antes de su muerte, Qadir señala que, aunque ya se había curado de un problema en un riñón a través de un transplante realizado en el 2002, Bin Laden padecía una enfermedad degenerativa que habría causado que su propia organización lo enviara al retiro en el año 2003.

En el 2011, a los 54 años, Bin Laden habría seguido planeando detalles de los ataques de Al Qaeda en Occidente, pero ya existían preocupaciones sobre su salud mental.

Meses después de la eliminación de Bin Laden, el investigador quedó sorprendido cuando ingresó a su residencia, sin sótano, sistemas de alerta ni rutas de escape:  "Era una trampa mortal en caso de ataque". Efectivamente, lo fue.