ya acabó su novela

Serial Killer, amantes virtuales y citas locas

Publicado: 2012-04-30

Una entretenida crónica sobre los métodos de búsqueda de parejas a través del ciberespacio

Por: Yovana Martínez (Productora Cubana).- Todo empezó como un chiste, cuando mi excesiva curiosidad me hizo seguirle el rastro a un anuncio en el cibersolar, -de esos que aparecen en la columna de la derecha de tu muro-, y pensando que me encontraría con algo gracioso, terminé registrándome en un website donde te prometían conocer a "hombres latinos sexys". Como era una súper oferta tentadora pa una cuarentona como yo, madre soltera y jodedora, inmediatamente me registré imaginándome decenas de hombres latinos sexys dispuestos a conocerme y hacerme -finalmente- realidad el cuentecito aquel de la Cenicienta.

Después de llenar un cuestionario de preguntas triviales, subir dos fotos: una con un escote muy generoso donde enseñaba hasta el ombligo y la otra, donde me veía más seria pa que no pensaran que era presa fácil, y esperar casi un día a que aprobaran mi perfil, -porque pedí la opción donde no había que pagar membrecía-, pude acceder al dichoso sitio. Chismeando y tocando todos los botoncitos, links y ventanitas, le agarré la vuelta al asunto, e inmediatamente me empezaron a llegar solicitudes de hombres interesados en mi y sugerencias del "administrador" sobre otros hombres que pudieran interesarme.

Estuve un día como alucinada, mirando fotos y perfiles de hombres de todo Gringolandia, la mayoría del tiempo revolcada de la risa porque no tenían nada de sexys, otras veces sorprendida de ver tantos hombres solos y locos por tener una relación cualquiera con cualquiera, y por momentos asustada porque mis amigos al enterarse empezaron a regañarme: ¡“tú estas locaaa”! ¿no ves películas y noticias?... esos sitios están llenos de asesinos, estafadores, descaraos!... no des tus datos reales que te rastrean y te joden" , "da una identidad falsa, sube fotos de otras mujeres que si no te joden"... y yo que ya había llenado todas las preguntas con la verdad y nada más que la verdad, y había subido dos fotos mías, ya empezaba a mirarlos a todos con cara del asesino del Zodiaco.

De los cientos y cientos de de perfiles que chismeé, me quedé con una lista de unos 10: a cuatro yo los había contactado enviando un gracioso email predeterminado que decía más o menos: "Hola, estoy interesada en ti. ¿Quieres conocerme?", y yo debajo escribía un párrafo hablando muy bien de mi por supuesto, cruzando los dedos porque realmente las fotos de ellos los mostraban como lo que me habían prometido "hombres latinos sexys", más o menos mi edad e intereses. Amanecía, revisaba mi correo y era una locura: estaba lleno de montones de solicitudes y peticiones de amistad, o de mensajes como el de un cubano-camionero-viviendo cerca de Orlando que decía: "oe cubana, que linda eres!!! ¿Te quieres casar conmigo?, ¿Qué haces de noche Cucarachita?"... otro cubano de Jayalia me aseguraba: "a mí me encantan las tembas como tú porque son gozonas"... o un gringo de Boca Raton que mandaba mensajes amorosos: "hoy amanecí soñando contigo mi amiga hermosa...". Otros se ponían más agresivos y me hacían propuestas realmente muy indecentes, y estaban hasta los que se ponían bravos porque no les contestaba y me mandaban mensajes: "no te hagas la bonita" "no contestas porque esa no eres tú, seguro que eres fea y vieja" , "que tú te crees, que eres una estrella mamita?".

Finalmente al tercer día de mi experiencia virtual y casi al borde de la extenuación, recibí respuesta de uno de los 4 que yo había contactado directamente. Hicimos varios intentos desesperados e infructuosos por hablarnos por el chat del sitio, después descubrí que yo tenía un alto nivel de privacidad por aquello de los seriales killers y estafadores que me habían pronosticado los amigos, y por eso mi chat no se comunicaba. Terminamos intercambiando correos electrónicos y chateando por gmail, y de pronto una cosa fue a otra: hablamos muchísimo virtualmente, intercambiamos teléfonos, nos empezamos a textear, y nos citamos en Starbucks porque resulta que vivíamos en el mismo barrio.

Cuando le conté a los socios, por poco me matan: "estás loca",  "¿cómo te vas a citar con un hombre que conociste en un sitio de citas?", "ese es un serial killer!!!" "te van a matar"... sudando frío le envié un texto: "dicen mis amigos que eres un serial killer, ¿será?" Y rápido contestó molesto: "¿qué es eso? !Yo no soy ningún criminal!!!" y reforzaba el texto con caritas molestas y tristes. Yo temblaba: "es un serial killer!!! Porque si no lo fuera, hubiera tirado el texto a mierda y se hubiera reído, si reaccionó así es porque es un serial killer y lo descubrí, definitivamente estoy loca, me van a matar!!!" No obstante mis temores, me fui decidida pa mi cita a conocer al "hombre-latino-sexy-hombre-de-mi-vida" o a morir en el intento a manos de un serial killer!!!

Llegué al parqueo del Starbucks con más precauciones que un informante de la policía el día del encuentro con los criminales, el Joe me monitoreaba por mi celular pa saber que estaba bien, la Tremble me daba instrucciones: "no te alejes de las personas, quédate donde haya mucho público, no vayas sola al baño, da un nombre falso, primero revisa el lugar"... Dioooos!!! Yo sudaba y temblaba cuando entré al Starbucks, y lo peor es que me acordé que no quedamos en reconocernos por una ropa o una flor como hacen en las películas!!! Dioooo, seguro que me estaba mirando entrar, estudiándome detrás de los cristales del Starbucks pa matarme como una mansa paloma!!!

Definitivamente yo estoy locaaa!!! Ya casi iba a dar media vuelta y largarme aterrada, cuando llamó, contesté mi celular a media voz y del otro lado me hablaba un venezolano que tenía parado delante de mí: 6.3 pies de estatura, trigueño de pelo y piel, súper musculoso... hmmmm que si aquello era un serial killer, a mí que me destrocen como a las víctimas de Jack el Destripador!! Diooo definitivamente estoy locaaa, pero ¿y qué?!!! Y tal y como pasó por el chat, una cosa fue a otra: tomamos un café, hablamos por más de 4 horas con una química que iba subiendo y calentándose, al despedirnos nos besamos como dos desesperados, nos arrancamos la ropa, tuvimos un sexo de locos de provocar terremotos y tornados, y después de muchos días en lo mismo, ahí andamos disfrutando todavía la locura virtual a ver hasta dónde llega!! Porque Dioooo, definitivamente estoy loca!!!... pero es como dice el Poeta: "hay locuras sin nombre, sin fecha, sin cura, que no vale la pena curar."... y mi locura, a no ser que todo esto sea un sueño y todavía no despierto, realmente ya no vale la pena curar, ni dejaré que me la curen!! Total... digo yo.


Escrito por

OJO VISOR

Espacio de arte, cultura y actualidad


Publicado en

Ojo Visor

Magazine digital de cultura y actualidad