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Pablo escobar llegando a nicaragua

Pablo Escobar: 20 años después de su muerte

Publicado: 2013-12-02


El 2 de diciembre de 1993, Pablo Escobar, el gran capo colombiano, fue asesinado por el bloque de búsqueda creado para darle caza. A 20 años de su muerte, nadie puede negar que su agitada vida convulsionó y transformó a toda Colombia.

La revista Semana de Bogotá ha reseñado la presencia de Escobar del siguiente modo: “no dejó gobernar a tres presidentes. Transformó el lenguaje, la cultura, la fisonomía y la economía de Medellín y del país. Antes de Pablo Escobar los colombianos desconocían la palabra sicario. Antes de Pablo Escobar Medellín era considerada un paraíso. Antes de Pablo Escobar, el mundo conocía a Colombia como la Tierra de café. Y antes de Pablo Escobar, nadie pensaba que en Colombia pudiera explotar una bomba en un supermercado o en un avión en vuelo. Por cuenta de Pablo Escobar hay carros blindados en Colombia y las necesidades de seguridad modificaron la arquitectura.” La ley de los dos metales, plata o plomo, es también parte de su oscuro legado.

La base de su imperio era la cocaína. Sus principales compradores eran los consumidores de los EEUU. Sin esa gran demanda, no habría sido posible producir las toneladas de cocaína  en sus laboratorios del Magdalena Medio. Mario Vargas Llosa ha dicho que el genio empresarial de Pablo Escobar transformó lo que era una actividad artesanal, en los setenta, en la industria más importante de producción de cocaína en el mundo.

Su afán de notoriedad, reconocimiento público y ansías de más poder lo llevaron a la política. Soñaba con ser presidente y, según dicen, solía compararse con el padre de JFK, de quien se decía construyó su imperio desde las sombras y el apoyo de la mafia, para luego incursionar en la política. Probablemente, de haber mantenido un perfil más bajo se habría convertido en el poder en la sombra de algún gobierno.

Al repasar su historia se encuentran una serie de paradojas, que lo convierten en un personaje casi ficticio. Era un personaje inescrupuloso y despiadado, se le ha considerado responsable de al menos 10 000 asesinatos, y, al mismo tiempo, un católico practicante y muy devoto del Santo Niño de Atocha. Hacía secuestrar a sus socios, cobrar el rescate y asesinarlos; y, simultáneamente, le regalaba propiedades a los desposeídos, atendía sus pedidos y les ofrecía grandes espectáculos deportivos. No tenía reparó en hacer abortar a alguna de sus amantes ocasionales o asesinarlas, para no dejar huellas; pero, era un niño indefenso frente a la imponente figura de su madre Hermilda (quien solía decir que Pablo le sacó la inteligencia a ella y la honestidad al padre).

En esta historia sombría de corrupción, amenazas y atentados; también existieron personajes valientes y honestos que le hicieron frente, a pesar de lo que eso significaba en ese momento; como el ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla, quien denunció a Escobar públicamente como narcotraficante; el coronel Jaime Ramírez, quien desbarató el famoso laboratorio “Tranquilandia”; Guillermo Cano, dueño y director del diario El Espectador; un puñado de jueces, también asesinados; entre otros.

En modo alguno, la muerte de Pablo Escobar y la caída de su imperio significaron el fin del narcotráfico o la corrupción en Colombia. Sus sucesores cuidarían en tener un perfil menos público. Lo siguieron los hermanos Rodríguez Orejuela (Cartel de Calí), Wilmer Varela (Cartel del Norte del Valle), etc. Incluso algunos miembros del famoso bloque de búsqueda que le dio caza terminaron involucrados en el narcotráfico, por ejemplo, el coronel Danilo González.

A 20 años de su muerte, la violencia por las drogas no se ha terminado, por el contrario se ha extendido a otros países. México, en la actualidad, libra una guerra contra los carteles de las drogas que parece está perdiendo. Los carteles mexicanos actuales, como los Zetas, usan fuerzas entrenadas - ex  militares- y extremadamente armadas que aterrorizarían a alías Pinina, El Chopo o Popeye - los sicarios de Escobar-. Y hoy, como en tiempos de Escobar, hay  quienes aún tienen que decidir entre “plata o plomo”.


Escrito por

Julio Corcuera Portugal

Abogado. Maestría en Relaciones Internacionales. Experiencia en organismos y negociaciones internacionales. Docente universitario.


Publicado en

Ajedrez Global

Este es un espacio de reflexión en temas de Relaciones Internacionales que busca ayudar a comprender el actual escenario mundial