La otra guerra de Peña Nieto
El violento operativo para “restablecer el orden" de los grupos de autodefensa en el estado mexicano de Michoacán deja cuatro muertos.
Los denominados grupos autodefensa mexicanos, ejércitos de civiles armados, tienen una intención clara: declarar la guerra a los carteles del narco. No resulta tan descabellado cuando el terror, los robos, las extorsiones o los asesinatos conviven día a día con la población de Michoacán, un estado mexicano con unos 270 kilómetros de costa en el Pacífico y el mayor puerto de carga del país. Allí, los autodefensas controlan al menos 11 de los 113 municipios del estado, que sin embargo representan casi un quinto de su territorio.
Michoacán es una de las principales productoras de marihuana y metanfetamina del país, además de parada estratégica del tráfico de cocaína. Durante un largo tiempo, este estado permaneció en disputa entre los mayores carteles del país -el cártel de Sinaloa y los Zetas-. Finalmente en 2006 apareció una mafia con una ideología seudoreligiosa, La Familia Michoacana. Aunque el Gobierno de Felipe Calderón anunció la muerte de su líder y fundador, Nazario Moreno "El Chayo", en el 2010 surgió un nuevo cártel: Los Caballeros Templarios, que mantuvo el culto a su líder fallecido. Durante los últimos meses, los cárteles, que se desplazan de un Estado a otro en función de sus victorias, han logrado desestabilizar los estados de Guerrero y Michoacán.
Algunas comunidades consideran que la única salida para proteger sus tierras del terror de los cárteles son los grupos de autodenfensa. Así, armados por bandas rivales, instalan retenes en las carreteras y hasta han formado tribunales populares donde se toman la justicia por sus manos.
Sin embargo, lo que ocurre en Michoacán no es un caso aislado. Existen hasta 36 grupos de autodefensa en ocho estados del país, y en sitios tan diversos como Oaxaca y Guerrero, en el sur, así como en Chihuahua en el norte.
La guerra de Peña Nieto en Michoacán
El presidente Enrique Peña llegó al poder con la promesa de aplicar una nueva estrategia de seguridad basada en la reducción de la violencia. Sin embargo, ni está definida, ni ha dado frutos. Es más, su gobierno optó por rebajar el discurso mediático en la guerra contra el narco, sin importar que las cifras de muertos por violencia se mantienen similares al promedio de los años del expresidente Felipe Calderón.
Ahora, Peña Nieto ha tomado acción. Ayer se anunció un ambicioso operativo para “restablecer el orden en al menos 10 municipios al oeste del estado de Michoacán controlados por autodefensas”, informa Efe. Decenas de aviones y helicópteros con centenares de soldados y federales llegaron a el estado, donde iniciaron el desarme en al menos dos de los municipios controlados por autodefensas, informa La Jornada.
ELEMENTOS DEL EJÉRCITO DESARMAN A POLICÍAS MUNICIPALES DE APATZINGÁN. FOTO AGENCIA ESQUEMA
La postura de estos grupos permanece firme: están dispuestos a negociar con el gobierno, pero que no se retirarán de los pueblos a menos que les garanticen que el Estado detendrá a los líderes de Los Caballeros Templarios.
La consecuencia del operativo está siendo nefasta. La violencia se hizo presente en la madrugada del martes. La CNDH acredita versiones locales que confirman la muerte de cuatro personas, entre ellas un menor de 11 años, dato que no ha sido confirmado por el Gobierno, cuando grupos armados se opusieron al intento de desarme del Ejército en dos comunidades: Antúnez y Nueva Italia.
"Aquí está el Ejército, no vamos a entregar las armas. Aquí nos vamos a morir, nos vamos a morir todos", afirmó a Efe Estanislao Beltrán, uno de los dirigentes de un grupo de civiles armados.
Fuentes de los grupos de autodefensa dijeron a Efe que el gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo, se reunió ayer con líderes en varias comunidades, u encuentro que parte de la prensa mexicana interpreta como un intento del gobierno mexicano por rebajar la tensión tras la violencia de la pasada madrugada.
Críticas al gobierno
Las críticas a la acción de Peña Nieto se hacen sonar. La revista Procesos señala cómo el gobierno ha caído en el mismo error que el de su antecesor Felipe Calderón: ”jugarse su credibilidad con medidas espectaculares de fuerza en otro Operativo Michoacán más”, señala. “Es evidente que la estrategia del Peña Nieto de callar, ocultar o evadir el tema de la violencia derivada por los enfrentamientos con el narco y el crimen organizado ya no podrá ser mantenida por un año más”, afirma la revista.
Por su parte, Pablo Monsalvo, investigador en seguridad nacional de la Universidad Iberoamericana (UIA), criticó la actuación del gobierno federal. El especialista considera que el gobierno sólo trata de reducir el problema de forma inmediata, sin atender al orden jurídico. Montalvo señala que es "una aspirina" y consideraque "legitimar las autodefensas implica transformarlas en cuerpos policiales", la opción "más conveniente una vez que las autoridades verifiquen que sus integrantes no pertenecen al crimen organizado".
México presenta una población cansada de la violencia y la inseguridad. Una encuesta de este lunes realizada por el Gabinete de Comunicación Estratégica, señala que 64,9% de los entrevistados a nivel nacional apoyan a los autodefensas michoacanos. Sin embargo, mientras los principales medios informativos mexicanos privilegiaron el reporte oficial, en muy pocos casos dieron voz a los líderes de los autodefensas.
Casualmente, a pesar de la violencia entre las fuerzas del orden y los autodefensas, el gobierno no ha reportado la detención de ningún líder o dirigente de temibles Caballeros Templarios.
