Alguna vez de mi vida fui modelo, me decían que era una de las "top" en Perú, allá donde nací, ahora que se exactamente lo que es una "top" no se si merecía ese titulo.

Cuando ya casada y con mi primera hija en mis brazos trate de volver a ese mundo que tantas satisfacciones me había dado.

Cierta mañana, al desayuno, le dije a mi esposo y "compinche"...quiero tentar lo que quedo pendiente con mi carrera, quiero ver si sirvo para estar en las grandes pasarelas de la moda... el, que no es tan expresivo, me dijo...bien, que quieres hacer, a donde quieres que vayamos...QUIERO IR A MILAN!!!

Parece que el café no le cayo bien a mi "chino", mire como que se ahogaba...Milán!!! me dijo muy sorprendido, si Milán, le dije muy segura de mi misma y por supuesto que quería probar si aun servia para estar en las grandes ligas del modelaje.

Después de los preparativos de un mes para el viaje, estábamos en Italia y rumbo a Milán, que maravilla, ahora sabría si este sueño se haría realidad.

A través de conocidos, conseguimos cita con las principales casas de la moda y por supuesto que dos eran mis favoritas, Versace y Moschino, en las dos tuve muy buena aceptación, una linda experiencia el haber conocido a Donatella Versace, quien me explico de que manera trabajaban durante el año en Europa, tenia que permanecer casi 8 meses en el viejo continente...piénsalo, me dijo, si estas de acuerdo te espero el jueves nuevamente, era lunes cuando eso, en una linda tarde de Abril...

Bajamos de esas lindas y refinadas oficinas de uno de los iconos de la moda, caminamos esas hermosas calles de Milán y después de un buen rato de no hablar, nos sentamos con mi "chino" en una plazuelita y el muy tierno me pregunto...te vas a quedar?...no, le dije, solo quería saber si aun sirvo para ser una modelo.

Allí entendí que la vida no siempre te puede premiar con lo que tu quieres, esta oportunidad se presentaba cuando ya en mi vida habían dos personas que las amaba y pasaban a ser mas importante que el ser modelo en Milán.

Pero déjenme decirles un secreto, aquí ENTRE NOS... aun me pregunto, en mis noches de insomnio, si hubiese triunfado en Milán...me levanto, voy a la cocina por agua y veo a mis hijos y digo, definitivamente este es el Milán que escogí y y creo que no me equivoque...