Océanos Imposibles
INTRODUCCIÓN A LA VANGUARDIA PERUANA
Contento sin estar dentro, para siempre / Contento sueño estar dentro, para siempre.
A casi 50 años del primer concierto de música experimental en nuestro país presentamos un sustancioso artículo en donde se repasan los principales cultores y sonidos de la transgresión e innovación metamusical que han engalanado nuestras tierras desde aquellas temporadas.
Por Wilder Gonzales Agreda.
¿Qué es vanguardia musical o vanguardia sonora? ¿Puede un no-músico hacer música? ¿Es el ruidismo arte o, mejor aún, música? Estas y algunas otras dudas asaltan la cabeza de aquellos que han tenido la suerte de escuchar, en un país como el nuestro donde la cultura y la música no son precisamente asuntos que importen demasiado, algún concierto o disco de lo que se ha convenido en catalogar como música de vanguardia.
En someros términos la música vanguardista es aquella expresión sonora que desafía los parámetros tradicionales con que el grueso de la gente suele asociar la idea de lo (correctamente) musical. Estas transgresiones se han venido dando en diferentes áreas de la música –el ritmo, la melodía, la textura, la frecuencia, la composición, etc- principalmente desde la década de los 50s y 60s del siglo pasado cuando genios como John Cage, Karlheinz Stockhausen, Iannis Xenakis o Pierre Schaeffer asombraron al mundo con inéditas creaciones, desperdigando su talento en países como Estados Unidos, Alemania, Italia, Francia, etc. De aquellas jornadas provienen las llamadas música experimental, música aleatoria, música electro-acústica, música concreta, etc.
Nuestro país no fue la excepción. Ya en los 60s existían compositores como Enrique Pinilla, César Bolaños, Edgar Valcárcel, Leopoldo La Rosa o Celso Garrido-Lecca que labraron importantes piezas experimentales no solo para la Historia de la Música Peruana pero también para la de toda Latinoamérica. Muchos de estos adelantados tuvieron que migrar a Estados Unidos, Chile o Argentina para recibir el apoyo institucional negado en su propia patria y gozar, además, de las posibilidades tecnológicas indispensables para la música electrónica de la época. Algunos como Bolaños llegaron a emplear computadoras en sus composiciones. Algo decididamente notable. Sin embargo, la mayoría culminarían sus días olvidados por el establishment cultural o investigando formas sonoras cercanas al folklore y lo tribal. Hace no mucho se ha publicado una antología de César Bolaños, “Peruvian Electroacustic and Experimental Music 1964-1970” (Pogus Productions, 2009) de referencia ineludible para quien quiera conocer más esta etapa. (Más info en: http://www.fundacion.telefonica.com.pe/aytold/upload/56301938_musica_electroacustica.pdf )
Ya en los 70’s y 80’s surgirían músicos como Manongo Mujica, Miguel Flores (ex baterista de la banda de rock duro Pax) o Arturo Ruiz del Pozo quienes plasmarían su talento en obras como “Viajero Terrestre” (Ruiz del Pozo), “Summer Dreams” (Ruiz del Pozo), “Paisajes Sonoros” (Mujica), “Mundos” (Mujica), “Ollantay” (Flores), etc. Estos difíciles años de dictadura militar y crisis económica vio la labor de iconoclastas y visionarios que escudados en el nombre de TIAWANAKO 2000 (ensamble conformado por Beatriz Zegarra, Susana Baca, Gustavo Medina, Sergio Castillo y Omar Aramayo) inventaron composiciones empleando latas o pedazos de metal, santiagos, música de Puno, etc. Alguna vez casi fueron golpeados por el público como cuando concretaron un concierto para guitarra y papas. Tal recital consistía en arrojar papas a los instrumentos ante la mirada atónita de los asistentes quienes reclamaban desaforados la devolución de su entrada.
Es hacia fines de los años 80s que surgen desde la escena de rock subterráneo agrupaciones que como Atrofia Cerebral, Esperpento, MDA, Insensibilidad Energética o Leviathan usarían la instrumentación del rock y de lo que disponiesen para hacer bulla o noise. Era la época del terrorismo fratricida de Sendero Luminoso, el MRTA y el Estado Peruano y de la peor crisis económica de nuestra Historia, cortesía del primer gobierno aprista. Aquellos jóvenes provenían de estratos populares y de la golpeada clase media.
Estos proyectos de música noise dejaron algunas grabaciones donde registraron sus logros y estética contestataria la cual imprimieron también al papel a través de medios de difusión autogestionados como los fanzines, hechos en base a fotocopias y de tiraje reducido, “Ruido Mundial” y “Bulla Extrema”.
A inicios de los años 1990 el panorama era casi el mismo: persistían estos cultores subterráneos del “noise” y se sumaron algunos más de la misma cantera: Insumisión, Maximum Terrorem, K.I.L.L. Muchos producían sus experimentos en casettes recurriendo a la estética del lo-fi o “baja fidelidad”. (Más info en: http://hexagonocarmesi.blogspot.com/2010/10/el-infierno-congelado-o-casi-infamia.html ). Es de destacar la aparición, por estos años, de un acto sui géneris: DISTORSIÓN DESEQUILIBRADA. DD fue el proyecto del ilustrador Álvaro Portales que se convertiría en pionero del ruidismo electrónico en todo el Perú con un alucinante casette, “Ataque Sensorial Auditivo” (1991), que aún hoy espera con ansias ser reeditado.
Hacia 1996 El Aire, singular proyecto de José Javier Castro (ex Humo Rojo y Beat Sudaka), publica una cinta que recibiría inusitados elogios por parte del público y la crítica debido a la concreción de canciones que, entre otras hierbas, bebían del noise rock ochentero y del krautrock alemán de los 70s. Ese mismo año apareció en Lima un puñado de jóvenes que acorde a los aires más avantgarde de esas temporadas cultivaban vertientes como el drone rock, el minimalismo, la música espacial, el hoy redescubierto shoegaze o ethereal noise y la sempiterna música electrónica. Tal colectivo de marcianos tuvo en gracia llamarse CRISÁLIDA SÓNICA y ha sido una de las escenas más importantes de las últimas músicas peruanas. En 1997 lanzaron un casette compilatorio y regarían sus florituras psicotrópicas por diversos points y bares de toda Lima. Algunos de los grupos que conformaron Crisálida Sónica fueron: Hipnoascensión (quienes iniciaron solos su sonido mántrico neo-psicodélico ya en 1992 bajo el nombre de Katarsis en el barrio de Tawantinsuyo - Independencia), Evamuss, Labioxina (proyecto de Fernando Ponce, de los primeros músicos en ser publicado en el exterior cuando en 1998 participó del alucinante compilado “Solutions & Remedies” –que reunía a pasadasos postrockers como Windy & Carl, Flowchart, Auburn Lull, Amethyst Room, etc- del sello de norteamericano Clairecords), Espira, Fractal, Girálea, Catervas/Cíclica, Avalonia, Gélida, et al. Imposible dejar de mencionar una banda que estuvo presente en varios de los eventos de Crisálida Sónica: conciertos, ensayos, reuniones amicales, etc. Resplandor, proyecto shoegazer de Antonio Zelada donde alguna vez participaran Carlos Mariño de Girálea, Miguel Ángel Burga de Espira, Wilmer Ruiz de Catervas, Christian Galarreta de DiosMeHaViolado, Raúl Ochoa de Marujatrax y Espira, etc. (Más info en: http://hexagonocarmesi.blogspot.com/2009/12/crisalida-sonica-recuerdos-del-futuro.html y en http://www.soundsandcolours.com/articles/peru/crisalida-sonica-exploring-perus-avant-garde )
Crisálida Sónica, que bebía tanto de la vanguardia musical como de la magia y poesía de sustancias non-sanctas, dejó de existir hacia el año 2000 cuando la mayoría de sus integrantes mudaron de discurso sónico o cesaron su actividad creativa. Espira devino en La Ira de Dios y Serpentina Satélite, Catervas empezó una carrera orientada al indie pop. Girálea y Labioxina, por ejemplo, no han publicado nada desde 1999 mientras que Evamuss, Fractal e Hipnoascensión persisten en la senda avantgarde. El “Chino” Burga de Espira y La Ira de Dios parece hacer lo propio con algunas canciones de su nuevo proyecto alterno 3AM.
La década pasada, probablemente amparada por el “manifiesto evolutivo de Crisálida Sónica” (Hákim de Merv dixit), vio un renacer de las expresiones musicales de avanzada y de colectivos y sellos ad hoc. Ya no solo se creaba desde Lima sino también desde ciudades como La Oroya o Arequipa en donde colectivos como Chip Musik y Asimtria, hoy también Noxa Records, propagaban su diferencia metamusical por todo lo alto.
Así durante los dos miles disfrutamos de actos de música espacial como Eric Ravina/Human Beam –quien luego fundaría los colectivos A.c.i.d. y Cuarso (Cultura, Arte y Sociedad)-, Altiplano, Colores En Espiral, Audiogalaxia, Ozono, Solar o XTREDAN; de generosos del ruido y el asalto guitarrero como Liquidarlo Celuloide –integrantes del destacado sello Buh Records quienes hoy en día toman Lima vía festivales, eventos y conciertos con saludable frecuencia -, Fiorella 16, Jab Lemur, PARURO (seudónimo de Daniel Caballero, un ex Hipnoascensión que desde el 2002 se dedica al reciclaje de aparatos electrónicos y empleo de chatarra tecnológica con los que genera magmas de ruidismo electrónico), Gabriel Castillo, Cristo Demoledor, Rolando Apolo, Azucena Kántrix y TRIAC. Debido a la democratización de las tecnologías, símbolo de los tiempos que corren, los cultores de los sonidos electrónicos han aumentado de forma exponencial v. g. Ionaxs, Ida –propulsor de una genial organización con epicentro en el centro de la ciudad: La Casa Ida-, MDPLD, Alcaloide, El Paso, DJ Tumba, No God, Semilla Galáctica, aTmo, Vía 149, Elegante, El Hombre Topo, Tica, Theremyn_4, Omar Lavalle, Jardín, Delay Tambor/Oscar Recarte, Rapapay, El Lazo Invisible, Jardín Solar, Kyleran, I Am Genko, Quilluya, etc. En los campos del rock de avanzada, la música etérea y el folk lisérgico existen también talentosos exponentes como Pilotocopiloto, Nahunoise/Avida, Puna, Ertiub, Norvasc, Transparente, Las Vacas de Wisconsin, Dreamworks, Pez Plátano, Zetangas, Panyoba, Viajeros, LUNIK, Martelenor, I Am Genko, Leche Plus, つ⁀٥ -pronúnciese itsutsu (Más info en: http://itsutsu.bandcamp.com ), RAYOBAC, etc.
Del pelotón de francotiradores peruanos residiendo en Europa y Estados Unidos destacan Christian Galarreta –ruidista rimense fundador del avezado sello experimental Aloardí y factótum del acto de post pop SAJJRA, quien ha participado en conciertos y festivales junto a otros genios como Damo Suzuki de Can, Ilpo Vaisänen de Pan Sonic, Machinefabriek, Anton Mobin, etc. (Más info en: http://aloblog.wordpress.com ) -, Erik Bullón (ex Insumisión que construye desde Irlanda sugerentes composiciones de dark ambient ominoso), Tomás Tello –experimentador sonoro formado en la cantera de Raúl Jardín con quien ha fundado el sello Andesground- y Rómulo Del Castillo, quien ya desde los años 90s y con el usamericano Josh Kay, publicaba bajo los nombres de Soul Oddity y Phoenicia hipnotizante intelligent music en disqueras tan prestigiosas como Astralwerks y Warp. Hoy Rómulo conduce el sello Schematic, donde diversos magos de la electrónica contemporánea han legado documentos históricos, y sorprende cada cierto tiempo con enjundiosas novedades vía su proyecto solista Takeshi Muto. (Más info en: http://schematicmusiccompany.bandcamp.com )
La década actual ha encontrado a la movida peruana en general más consolidada. Ello se refleja también en la escena alternativa de vanguardia. Algunos nombres a tomar en cuenta, por lo logrado hasta hoy y el ingenio que proyectan, son: Ale Hop (cerebro del grupo pop Las Amigas de Nadie y de quien hemos escuchado algunas incursiones en la electrónica notables), Dengue Dengue Dengue!, principales exponentes de la llamada nu cumbia, dumbia o cumbia dub, Eva & John –banda de talento encomiable en el trabajo de melodías de terciopelo + noise guitarrero-, Brayan Buckt, un enamorado del krautrock setentero y el folk espacial, y el jovencísimo Sad Animals o lo que es lo mismo Aaron Saavedra, adolescente de 18 años quien ha lanzado el pasado Enero su segundo EP, “A Friend”, en el sello norteamericano (y mexicano) Indian Gold Records. Aaron muestra notables dotes para esculpir hermosas piezas de ambient digital plenas de desolación e hipnotismo. Sin duda le espera un futuro portentoso.
Pese a todo lo expuesto hasta estás líneas sería un sacrilegio no resaltar la inventiva en el campo del sonido transgresor realizada y legada por nuestros más antiguos antepasados. En el Templo de Chavín de Huántar se construyó un oráculo sonoro -según los investigadores del Center for Computer Research in Music and Acoustics de la Universidad de Stanford, el sabio Luis Lumbreras et al.- el cual unía vía diversos conductos las corrientes de dos ríos. Así instrumentalizando las galerías del Templo construidas con la idea de amplificar el sonido de tales aguas –¿algunos podrían atreverse a decir ruido?- los chavín generaban un efecto imponente, probablemente amparado también por la ingesta de plantas sagradas como era lo usual en los albores de la Humanidad. (Más info en: http://sajjra.net/chrs/?page_id=668 y http://www.academia.edu/1538346/Chavin_de_Huantar_y_la_Definicion_de_un_Estado_Teocratico_Andino ). Además de esto tenemos el trabajo realizado por los investigadores que conforman el ensamble WAYLLA KEPA -del Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú- quienes con el exclusivo concurso de huacos diversos, flautas y demás aparatos pre-colombinos replicados logran, cuando lo desean, producir sonidos no convencionales sorprendentemente sintéticos que fácilmente podrían provenir de discos como el “Silver Apples of the Moon” de Morton Subotnick o el “Hymnen” de Stockhausen.¿Inventaron sin saberlo nuestros antepasados el arte sonoro, el ruidismo, el ambient y demás sonidos de avanzada hace miles de años en las místicas alturas y simas de nuestros andes, en los llanos de la costa o entre la salvaje y bulliciosa vegetación del monte amazónico? Lo que importa, el sonido, está ahí intacto y puro para el que quiera…
Quizás esta historia y escena jamás salgan en tu revista favorita de los Sábados o en los programas de TV internacionales pero, no lo dudes, rebosa de éxtasis, radiaciones transparentes y “sueños aerostáticos” –como diría la recordada dupla Silvania. El poco eco sistemal y mass mediático otorgado a estos artistas no debería extrañarnos, después de todo “algunos han nacido póstumamente”.