No es un guepardo, ni una gacela, tampoco Usain Bolt: es un simple y diminuto bicho que ni siquiera alcanzamos a ver a ojo pelado. 

Un ácaro ha destronado del récord al escarabajo tigre australiano, que alcanza un máximo de 171 longitudes de cuerpo por segundo. En comparación, un guepardo corriendo a 96 kilómetros por hora alcanza solamente cerca de 16 longitudes de cuerpo por segundo.

El ácaro 'Paratarsotomus macropalpis' es del tamaño de una semilla de sésamo, pero se mueve a una velocidad de hasta 322 longitudes de cuerpo por segundo, lo que lo convierte en el animal más rápido del mundo en relación con su tamaño corporal.

Extrapolada al tamaño de un ser humano, la velocidad del ácaro es equivalente a una persona que corre aproximadamente 2.092 kilómetros por hora, es decir, casi 1,9 veces la velocidad del sonido.

Más info aquí