El lobby de la desinformación
Martha Meier, editora central de El Comercio, escribe un artículo en el que vierte información imprecisa sobre el consumo de marihuana y estigmatiza a los usuarios.
"Y ahora… el lobby de los pastrulos" es el artículo publicado por El Comercio, y escrito por Martha Meier M.Q. Este es un texto que no llega al nivel de crítica, y se mueve mas bien entre la falacia, el prejuicio y el humor involuntario. Todo un género al que nos tiene acostumbrados MMMQ en sus intentos de interpretar la realidad social y cultural del país.
"El lobby pastrulo"
Así es como Meier alude al evento del sábado 3 de mayo, organizado por el colectivo Legaliza Perú, y que convocó a cientos de personas en la Plaza Francia. Olvidemos el mote de "pastrulo" con el que intenta descalificar a los consumidores. Llama la atención que la expresión de los ciudadanos, abierta, transparente y pública, que lo que solicita es una apertura al debate sobre las políticas públicas, sea calificado de "lobby", una expresión que en nuestro país la asociamos mas bien con la actuación a favor de intereses no declarados, poco transparentes, de espaldas a los ciudadanos.
"La marihuana no es la droga blanda que alguno nos quieren hacer creer".
¡Nos lo quieren hacer creer los chilenos! Y es que en Chile, por iniciativa gubernamental, se discute si la marihuana debe ser considerada una droga blanda, y no dura, en previsión de su eventual utilización para fines médicos, como ocurre en muchos otros países.
"Un estudio chileno (Laumon, 2005) mostró que de 1.000 muertos en accidentes de tránsito, 2,5% de los conductores tenía en sangre niveles de Tetra Hidro Canabinol o THC, el principio activo de la marihuana".
Vamos, no hay que estar super informado en metodología de la ciencia para saber que la información de ese estudio está hablando de correlaciones, no de causalidades. Porque ese mismo estudio sostiene que un 28% había consumido alcohol. ¡Ilegalicemos el alcohol!
"Cultivar esa planta en casa es casi tan peligroso como dejar un arma al alcance de un niño".
Que no te indigne esta afirmación, si es que no simpatizas con ella. La comparación, sin embargo, es grosera. Un arma al alcance de un niño ha ocasionado la muerte de muchos, y en Estados Unidos es todo un problema. ¿Por qué esa estigmatización de la marihuana, al asociarla con violencia y muerte?
"La desgracia ocurrirá en contados casos, sí, pero sucederá. Así que para qué tentar al diablo".
Qué bueno que su visión moral, especulativa y religiosa entre en juego en el debate sobre la legalización de la marihuana, ya que las iniciativas públicas vinculadas con el cannabis poco tienen que ver con ese tipo de visiones.
"La plantita en casa puede derivar en adicción del consumidor".
Esta afirmación es mágica. Entre un usuario y un drogodependiente hay una gran diferencia, que debería ser delimitada, y no hay una relación necesaria. Un consumidor no es un adicto, como alguien que bebe unas cervezas un fin de semana no es un alcohólico. Una casa con una planta podría convertirse en un 'fumadero', según Meier. Y eso implica conductas sexuales de riesgo, desorden, embarazos no deseados... Eso es moralismo, infundado e innecesario en el debate sobre la salud de las personas.
"Lo que menos que necesita un país que aspira a salir del subdesarrollo es fomentar la dependencia de ninguna sustancia".
Esto es polémico y problemático, sin duda. También es hipócrita, considerando el alto nivel de producción de drogas ilegales en el Perú (y la alta dependencia económica que ello genera).
Debatirse la legalización no equivale a fomentar el consumo. Las propuestas ahora mismo en nuestro país, abogan porque una medida de regulación del mercado de la marihuana esté acompañada de una fuerte campaña de salud preventiva y de tratamiento. A diferencia de las políticas de represión y criminalización vigentes, las propuestas de regulación ponen sobre el tapete la salud y los derechos de las personas. Y eso es lo que necesita "un país que aspira a salir del subdesarrollo"
Para cerrar su artículo, MMMQ establece una asociación entre consumo de marihuana y el desarrollo de una familia, y especula con una grosera lógica determinista: "¿Esos jóvenes han estado expuestos a las drogas? Seguramente. ¿Son producto de entornos inestables? Es posible. ¿Es esa inestabilidad familiar producto de las drogas? Quizá"). Los problemas familiares en nuestro país son de dominio público: violencia doméstica, pobreza, insatisfacción de necesidades alimentarias básicas, machismo, sexismo, represión, semiabandono de niños.
El debate en nuestro país ya ha empezado, y MMMQ se niega, con este artículo, a participar de él. Lo que se necesita para tomar posición es mayor información basada en investigaciones serias, y más difusión de lo que ocurre en otros países donde hay legalización. Ello es clave para desbaratar muchos prejuicios que circundan y envuelven a esta planta que muchos peruanos ya consumen amparados por la ley, aunque para conseguirla deban infringirla. Y eso es lo que está en debate.
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