Ya pues, dejen en paz a César Vallejo
¿Por qué hay quien insiste en atribuirle al poeta obras que no hacen otra cosa que desprestigiarlo, y que con toda probabilidad no son suyas?
Desde hace algunos días circula, de manera un poco subterránea, una noticia que debería tener contentos a los vallejianos: la publicación (o, para ser exactos, re-publicación) de un poema supuestamente perdido del gran poeta nacional.
Nosotros la leímos en la web de Panorama Cajamarquino, que presenta la cosa con algo de orgullo regional ("Estudiosos llegan a Cajamarca para estudiar el poema inédito de Vallejo") e informa que el texto ha aparecido ahora en el libro La Poesía en el Periodismo Cajamarquino, de los autores Evelio Gaitán y Carlos León.
La nota de Panorama Cajamarquino afirma también que se trata de "uno de los hallazgos más importantes en la literatura peruana en los últimos tiempos", aunque esto en realidad no se entiende muy bien pues, como se nos informa luego, el poema no es inédito. Había aparecido antes en una publicación local (El Cumbe – Diario Informativo. Año III, Cajamarca 28 de julio de 1939. Nº 975. Sección Página literaria), pocos años después de la muerte de Vallejo.
Y esta noticia no ha pasado desapercibida en medios internacionales. La rebotó la agencia noticiosa Efe, y a través de ella la publicaron medios como La Vanguardia de España, la cadena Caracol de Colombia y la agencia oficial argentina Télam, entre otras. Así, pues, esta información tiene el potencial de modificar el cánon vallejiano y de recomponer, aunque sea un poco, la imagen que tenemos y tiene el mundo de este poeta.
Lo primero que hay que decir (es lo primero que notamos, la verdad) es que se trata de un poema francamente malo. Si fuera de Vallejo, sería el de un Vallejo muy menor (en edad y en estatura literaria), menor aún que el de todos sus poemas tempranos conocidos, para ya no hablar de los que sí publicó en vida. Este es el texto, titulado "Indiecita":
Indiecita que caminas
sin saber a dónde vas
por quebradas y colinas
¿Por qué siempre triste estás?
En tus ojos hay arranques
nostalgiosos de la luna,
y en tus pies con toscos llanques
todo el frío de la puna.
Con tu rueca en el camino
vas hilando y vas fingiendo
esa rueca del destino
que tu historia va tejiendo.
Indiecita que caminas
sin saber a dónde vas,
¿tus miradas peregrinas?
Débil eco mudo y triste
de otros tiempos que pasaron
tú no sabes lo que fuiste.
Unos blancos se llevaron
todo el oro de tus minas
y por eso pobre estás
indiecita que caminas
Sin saber a dónde vas.
Tú naciste dolorida
resignada pero fuerte;
tú no sabes de la vida
tú no sabes de la muerte,
pero vives la dulzura
de vivir sin saber nada
como el cóndor en la altura
como el río en la quebrada,
como siempre vas a pie,
ignorante de tu herida
oye aquesto que yo sé
el camino de la vida
más que flores tiene espinas
y mejor… mejor no sepas más
indiecita que caminas
sin saber a dónde vas.
Además de malo, este poema es deplorable por la idea que transmite sobre su personaje, una idea desfasada y poco aceptable incluso en la época en que supuestamente se escribió: la de una joven mujer andina que camina sin saber adónde, que vive sin conciencia de la muerte y que es poco más que un animalito silvestre y cerril. ¿Vallejo? Preferiríamos que no.
Aún así, la importancia del rescate no debería desestimarse, pensamos al enterarnos de él. Y, ya que la noticia menciona a aquellos "estudiosos" en camino a Cajamarca para evaluar el asunto, entre ellos a miembros de la Academia Peruana de la Lengua, decidimos ponernos en contacto con quienes saben del asunto para entender de qué se trata. El redactor mulero José Agustín Haya de la Torre asumió la tarea.
Marco Martos, poeta, catedrático de literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y Presidente (precisamente) de la Academia Peruana de la Lengua, fue rápido y breve en su respuesta: "ese poema ya se había difundido, es de los primeros primeros y no alcanza la calidad de los textos de Los Heraldos Negros", le dijo a nuestro redactor.
El también poeta, crítico y académico Ricardo Silva Santisteban concurre con esa apreciación: para él, que ya estaba enterado de la existencia del texto, se trata de los "pininos literarios" de Vallejo, y nada más.
Finalmente, los académicos Carlos Fernández y Valentino Gianuzzi autores de César Vallejo: textos rescatados (Universidad Ricardo Palma, 2009), producto de una investigación que duró 10 años, le contaron a LaMula.pe una historia algo más completa:
Hace cerca de un año que sabemos de la existencia de “Indicieta”. Tuvimos noticia de él primero por internet y luego a través de Jorge Kishimoto, que nos envió una copia escaneada del texto según se reprodujo en la primera edición de La poesía en el periodismo Cajamarquino 1900-1955 (p. 161). El propio Jorge nos envío meses más tarde una copia facsimilar, parcial, de lo que parece ser el ejemplar de El Cumbe donde se publicó el 28 de julio de 1939 este poema firmado por “César Vallejo”. No obstante, nuestras últimas investigaciones nos hacen creer que, en realidad, se trata de una atribución errónea, ya que tanto Thelmo Zegarra Andrade, Mi plegaria de Trujillo (1961), como Angulo Angormedo, Apuntes y recuerdos de mi comarca del Perú de América (1965), se refieren a “Indiecita” en sus libros como un texto de César F. Bringas. Sospechamos —ya que no tenemos los libros a la mano— que “Indiecita” se publicó por primera vez en el libro de Bringas Cáliz, aparecido en Trujillo en 1925, porque nos parece menos probable que se recoja en su Canto a Lima, publicado en esta última ciudad en 1935.
Ahí está, entonces. Lo más factible es que este poema no sea en realidad obra de Vallejo. Su reputación literaria está a salvo.
Eso, si es que nadie persiste en atribuirle textos que no son suyos y nadie difunde tales "hallazgos" sin preocuparse por averiguar de qué se trata. Por lo menos eso le debemos. Lo contrario es una irresponsabilidad.