Tras hacerse el 2010 del Premio del Jurado en la sección Un Certain Regard del enorme Festival de Cannes con su ópera prima Octubre, nuestros compatriotas, los hermanos Daniel y Diego Vega, regresan a las pantallas de cine peruanas, tras recorrer más de una decena de festivales internacionales con su segundo largo: El mudo. El estreno en la cartelera comercial es el próximo 5 de junio*. Además El mudo será la película inaugural de la IV edición del Festival de Cine Lima Independiente, a comenzar este jueves 29 de mayo.
A continuación el trailer:
En su recorrido por festivales alrededor del mundo, El mudo ha ganado ya varios premios. Entre ellos el premio a la Mejor Dirección en el reciente Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires BAFICI y el premio Coral a la Música Original, compuesta por Óscar Camacho (lamentablemente fallecido), en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana. Sin embargo viene siendo la actuación del trujillano Fernando Bacilio la que más lauros ha conseguido para la cinta nacional, sumando hasta el momento cuatro premios internacionales a la mejor actuación.Decidí conocer a Bacilio y fui a visitarlo a Trujillo, ciudad en la que vive y es profesor de teatro. Fernando Bacilio es trujillano, tiene cuarenta y ocho años, y conocerlo fue una experiencia muy grata. Bacilio entra totalmente en la definición de humildad y sencillez. Recorrimos la Escuela de Teatro tras lo que nos sentamos a tomar un café. Allí se dio la siguiente conversación. Las fotografías de ese día son de Victoria Larco y los escenarios, la Escuela Superior de Arte Dramático Virgilio Rodríguez Nache y el Café Bar Chez Gérard del artista Gerardo Chávez:
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"Recuerdo el momento en el colegio, en cuarto año, cuando el profesor de Religión pregunta a cada uno: "¿qué quieres ser de grande?". Yo me paré y dije: "artista". Mis amigos se rieron. Esa fue mi sentencia para toda la vida."
- ¿Cuál es el origen de todo? ¿Cómo te iniciaste en la actuación?
- Mi vocación por el arte dramático comienza desde muy pequeño, desde mucho antes de postular a una escuela de teatro. Veía películas. Me gustaba el mundo de los actores. Admiraba a Marlon Brando, Dustin Hoffman. Soñaba con los actores de Hollywood. Recuerdo el momento en el colegio, en cuarto año, cuando el profesor de Religión pregunta a cada uno: "¿qué quieres ser de grande?". Yo me paré y dije: "artista". Mis amigos se rieron. Esa fue mi sentencia para toda la vida.
- .... y fuiste tras el sueño.
- Bueno, terminé la secundaria en la Gran Unidad Escolar José Faustino Sánchez Carrión y luego me fui a servir al Ejército. Me hice voluntario, pero me fui con las ganas de estudiar cine, televisión o teatro. Leía historias de actores que tenían una fuerte base teatral, así que no perdí la ilusión y postulé a la Escuela de Teatro de Trujillo: la Escuela Superior de Arte Dramático Virgilio Rodríguez Nache. Con mucho miedo, con mucho temor. Tenía miedo de salir frente a un público, así que era una cosa loca postular al teatro (ríe).
- ¡No puede ser!
Sí. En la G.U.E., cada vez que el profesor nos llamaba al paredón a hacer una exposición o un examen oral, mi cara se ponía de color tomate y comenzaba a parpadear. Una cosa loca, así que me preguntaba: ¿qué hago en la Escuela de Teatro?. Y la mayor cantidad de mis compañeros eran mujeres. Sólo eramos dos hombres. Me sentía tonto (ríe).
- ... pero te fuiste habituando.
- Me habitué, me adapté, me abrí espacio. Me fui soltando y descubriendo que eso era lo que me gustaba, mi profesión de vida. Me metí de lleno al teatro. En segundo año fui consciente de que ese era mi futuro. De esto voy a vivir.
- Y vaya que ello se cumplió.
Fíjate, me fue bien porque empecé a trabajar con un grupo de teatro independiente de Trujillo: el grupo Teseo y Minotauro, que lo comandaba Carlos Cieza Urrelo, que ahora es notario. Me llamaron para formar la compañía. Era la nueva sangre de Teseo y Minotauro. Fueron mis pininos con grupos independientes. De allí con el finado Mario Alcántara Gutiérrez, mi maestro de la Escuela de Teatro, el grupo MAG. Yo le debo mucho a él porque fue una de mis principales motivaciones. Y luego terminé con Olmo Teatro, nueve años con Olmo. Gracias al grupo conocí el ambiente nacional, hice talleres, encuentros internacionales. En 1996 me llevé un premio por la obra Pedro y el Capitán de Benedetti. Y de allí en la Escuela como docente.
- ... actividad que realizas hasta la fecha.
- Me llamaron para enseñar ahí nomás, saliendo de la Escuela, gracias a mi experiencia, a mis aventuras tempranas en los grupos independientes. No pensé hacer teatro como formador, como docente. Alternaba como actor en Olmo y como docente. Llevo enseñando veintidós años en la Escuela, en paralelo al Colegio Perpetuo Socorro. Y actualmente conformo la Compañía Máscara de Barro, grupo que hace espectáculos de corte histórico.
- Y ahora estás en el cine.
- Una nueva aventura.
- 'El mudo' no fue tu primerísima incursión en cine, ya habías actuado en 'Chicama'
- Ya había actuado en un cortometraje de Hugo Valdez, protagonizado por Sergio Galliani, En el vientre de la noche (2004). Hacía de un profesor al que capturan por ser sospechoso de terrorismo. Allí empecé a aprender qué se requería para la actuación en cine. De ahí vino Chicama (2012), de Omar Forero, en un pequeño papel.
- Claro, donde hacías de un borrachito, un papel muy corporal.
- Exacto: el borrachito. Una caracterización muy corporal. Hice uso de mis recursos teatrales.
- Y la inevitable pregunta es: ¿cómo llegaste a 'El mudo'? Cuéntanos la historia.
- Sonia tiene la culpa (ríe), mi amiga Sonia Rodríguez, la Directora de Máscara de Barro. Se estaba haciendo un casting aquí en Trujillo para un comercial de PromPeru. Buscaban personajes para escenificar la historia de Tacaynamo, el fundador del Reino Chimú. Sonia me llamaba insistentemente y yo no le hacía caso: "están buscando a alguien parecido a ti". Allí estaba Tito Villafuerte, el popular "Cocotito", director de casting limeño. Él me pidió un pedacito de lo hacía con Máscara de Barro. Me deseó suerte y luego me llama diciendo que yo había ganado el papel de Tacaynamo, ¡el protagonista! "Pero yo soy chatito", le dije. "No importa, la cámara te agranda", respondió Tito (ríe). Pero no sabes qué pasó: me fracturé el peroné izquierdo en un accidente. Me tuvieron que operar. Ya no pude hacer lo de Tacaynamo. Pero un mes después, Cocotito me vuelve a llamar y me habla de los hermanos Vega. Me cuenta que ellos habían visto lo de Tacaynamo y que yo tenía empatía con el personaje que ellos buscaban. Tres días después me llama Diego Vega. Me envió por internet un fragmento y como yo no podía ir a Lima, por lo del accidente, él vino a Trujillo. Tenían como tres opciones de actores, entre ellos Bruno Odar, pero parece que ellos querían un actor desconocido (ríe). Diego me hizo la prueba, el fragmento de un secretario cercano al personaje. Tres días después, otra vez tres, me dicen que trabajarían conmigo. Y yo que había pedido mi cese de licencia de trabajo ahora tenía que ir a Lima a quedarme. Me tuve que escapar a Lima por dos meses (ríe).
Nota: El siguiente video es un clip del programa El placer de los ojos. Es un extracto de una entrevista realizada por Ricardo Bedoya a Daniel y Diego Vega. En él los hermanos Vega también nos narran de manera muy simpática la incorporación de Fernando Bacilio a El mudo: - ¿Cómo te fue en Lima? ¿Cuánto tiempo estuviste allí?
Me fue difícil adaptarme al ambiente de Lima. Los actores de allá tienen más cancha. Manejan la velocidad de la televisión, la minuciosidad del cine, como en el caso de Norka Ramírez, ella es muy profesional. Pero el aislarme de Trujillo, el darme un espacio para la concentración me ayudó. Firmé mi contrato. Eran seis días de trabajo a la semana. A veces nos quedábamos hasta las tres de la madrugada. Era chamba fuerte. Los lunes era el descanso, que yo aprovechaba para salir por mi cuenta, para observar, para escuchar voces, para coger la manera de hablar del limeño. El acento limeño es distinto al trujillano, y yo no los diferenciaba, y mi personaje es un juez limeño. En una semana estuve entrando y saliendo de espacios relacionados a las circunstancias de la película. Había que familiarizarme con el Juez Constantino Zegarra, mi personaje. Tuve que recorrer el Palacio de Justicia. Fueron seis semanas de rodaje y una de preparación previa. Me hice amigo de Norka, de Ernesto Ráez que hace de mi papá, de Juancito Maldonado que hace del policía, y de todo el equipo. Me trataron muy bien.
"El mudo me hizo llorar, pero los directores me dijeron: "sé tú mismo, ¡es tu película, carajo!", esas fueron las palabras mágicas."
Fernando Bacilio como Constantino Zegarra en 'El mudo' de Daniel y Diego Vega
- Constantino Zegarra es un personaje complejo, recibe un disparo y queda mudo, obviamente de allí el título. ¿Cómo hiciste para hacerlo creíble, siendo que la actuación en teatro emplea distintos códigos a los de la cinematográfica? ¿Cómo aplicaste tus recursos teatrales?
Me dieron el guión y lo primero de lo que me doy cuenta es que la parte de Constantino era treinta por ciento hablada y setenta por ciento muda. ¡Pucha, qué difícil! El lenguaje es no verbal, como en el cine mudo, y mira que yo he personificado a Charles Chaplin en eventos, en matrimonios, me vacila meterme en ese personaje. Tuve que hacer una especie de mimo, pero no podía dejarme arrastrar por una actuación estereotipada o estilizada, sino natural. Lo manejé a través de la mirada, del gesto sin exagerar. Tú sabes que la secuencia del rodaje depende de la ubicación de las locaciones, así que la primera escena que filmé era de mudo, en la que mi padre me hace acordar de la fecha en que habían matado a mi madre, otra juez incorruptible. Ya era un trabajo de actuación más interno. La cosa era de afuera hacia adentro y la cámara ya descifraba lo que pasaba de adentro hacia afuera, pero sin exageración. Esa fue la clave. La mirada, el gesto y la actitud sinceros, el sentido de verdad. Había partes chicas pero muy complejas. Al teatro le agradezco lo que es el trabajo interno. Yo soy de la Escuela Stanislavskiana. Me he involucrado mucho gracias a este maestro. Necesité recluirme. Mi aislamiento en Lima me ayudó a encontrarme conmigo mismo, a internalizarme en mi espacio íntimo. Me encerré en mi habitación. Sentía que era difícil. El mudo me hizo llorar, pero los directores me dijeron: "sé tú mismo, ¡es tu película, carajo!", esas fueron las palabras mágicas.
- Sí, por lo que hemos leído y visto en avances se trata de un personaje fascinante. Hubo comentarios muy tempranos en los que se elogiaba al personaje y se calificaba tu actuación de excepcional (le muestro y obsequio una nota de la Swiss Broadcasting Corporation publicada pocos días antes de la premiación en Locarno). ¿Cómo describirías a Constantino Zegarra?
Es una persona honesta. Honesto en su profesión. Quiere ser más honesto que su madre. Piensa que lo que él hace es lo que todos deben hacer, pegado a la rigurosidad ética de su profesión. Es incorruptible, una especie de héroe contra la corrupción latinoamericana. Pero, ¿sabes?, me da pena. Me da pena la historia de su vida.
Fernando Bacilio como Constantino Zegarra en 'El mudo' de Daniel y Diego Vega
- ¿Crees que la actuación no verbal ha contribuido a la obtención de los premios en festivales?
- Creo que sí, pues se dice que es un tipo de actuación bastante difícil.
- Recuerdo que los cinéfilos estábamos en pleno Festival de Lima cuando recibimos con sorpresa y mucho agrado la noticia de tu premiación en el Festival de Locarno (Suiza). ¿Cómo fue todo ello?
En Suiza aman el arte latinoamericano. La película la exhibieron en un auditorio inmenso. Daniel me hacía ver la cantidad de gente que venía a ver la película. Terminaba la proyección y llegaban las felicitaciones. Afuera me reconocían y me saludaban: "¡hola, mudo!" (ríe). Iba a certificar lo que sucedía en otra sala. Se formaban colas. Yo esperaba que se apaguen las luces para entrar, pero cuando las encendían me ubicaban. Yo sentía que algo había pegado. Daniel me decía "algo va a pasar".
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- ¡Y lo que pasó es que te llevaste el Leopardo al Mejor Actor!
En dos días acababa el evento y mi visa venció. Regresamos en aviones separados. Ya estaba de vuelta en Trujillo y habían organizado una celebración en la Escuela de Teatro por mi participación. Estaba con resaca (ríe) y Daniel Vega me llama a las siete de la mañana: "agárrate de tu cama: ¡los suizos te han dado el Premio al Mejor Actor!". Yo me reía llorando. No lo podía creer. Yo que me había regresado antes, inclusive paseando mi terno. Y Daniel me dice que los suizos me estaban enviado el pasaje para ir a recoger el premio y que en el aeropuerto me iban a dar la visa. Lamentablemente se canceló el vuelo en Taca por un paro. Diego Vega, quien vive en Barcelona, fue a recoger el premio. Después, cuando fui a España lo recuperé (ríe). El Leopardo pesa, espero que ruja (ríe).
"Los suizos se vacilaban, se divertían mucho. Es humor negro pero de forma camuflada se presta para hablar de la corrupción. En España, en el Festival de Huelva, yo decía que va a dar mucho que hablar porque coyunturalmente es eso."
- No deja de ser una gran historia.
- En mi primer protagónico la chapo como mejor actor. Una cosa bonita. Me demoró creerla. Mi peroné fue mi amuleto (ríe). Y viajar a Suiza fue difícil. Daniel Vega me contó que PromPerú se había portado mal con ellos. No les dieron un fondo que pidieron para los pasajes de los tres porque Suiza no está en el circuito comercial. Lo denunciaron en El Comercio. Tenía que financiar mi pasaje, y sentí la indiferencia de gente de acá que ni escucharon mi solicitud, como Murgia. Pero hablé con Teresa Fernández Gil, la Vicerrectora de la Universidad César Vallejo, donde yo también trabajo. Por eso debo agradecer al Rector César Acuña que me dio parte del pasaje. La otra parte me la dio mi familia, mi madre. Además señalo el gran apoyo de la señora Julia Geldres, Promotora del Colegio Perpetuo Socorro. Y no quiero olvidarme de agradecer a Sonia Rodríguez, gran actriz. Ella fue la terca que insistió para que pase el casting. Si no fuera por ella ahora no estaría pasando por este momento.
bacilio junto a diego y daniel vega en el Photo Call del festival de Locarno - Pier Marco Tacca / Getty images
- Para nuestra realidad, por contradictorio que parezca, el hecho de que el personaje principal sea un juez honesto es el punto de partida para la ficción, mientras que para un público como el suizo nuestro aparato judicial tan laberíntico, kafkiano, debe ser desconcertante.
Los suizos se vacilaban, se divertían mucho. Es humor negro pero de forma camuflada se presta para hablar de la corrupción. En España, en el Festival de Huelva, yo decía que va a dar mucho que hablar porque coyunturalmente es eso.
Nota: En el siguiente clip de la Agencia EFE, en el marco del 39 Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, el propio Fernando Bacilio expone brevemente su opinión sobre El mudo:- En 'Octubre', la primera película de los hermanos Vega, también está presente ese humor negro, ese patetismo. Igualmente hallamos a un personaje que explora submundos urbanos como parte de una investigación personal, como en 'El mudo'. ¿Encuentras ese estilo?
- Vi Octubre porque me la dieron como parte de la preparación. Sí, Los Vega tienen esa onda. Hay una línea estética y conceptual. Ellos apuestan por esos temas. También me dijeron que Abril rojo, la novela de Roncagliolo es parecida, y la he estado leyendo, y sí.
- Además ganaste en Minsk (Bielorrusia). Has ido a varios festivales: Locarno, Huelva, La Habana, ¿cada público reacciona de forma distinta?
Sí, pero todos hablan bien de la película. En Cuba recuerdo que alguien pasó y me dijo: "¡bien, te vi en Toronto!". Hay gente festivalera. Periodistas se me acercaban y me decían que les agradaba mi trabajo. Lo bonito es dejar esa imagen, y en conferencias de prensa he hablado del Perú y de mi Escuela.
Nota: Algunas semanas después de esta conversación, Fernando Bacilio ganó los premios al Mejor Actor en los festivales de Cartagena y Buenos Aires (BAFICI)."El público peruano va a acoger El mudo y quiero que sonría. Además de una identificación con la problemática espero una empatía del público con el arte cinematográfico peruano, que creo está mejorando."
- Y también ya has visto varias veces la película.
- Varias veces. No me canso de verla. La siento como en el teatro, en cada noche es diferente. Así la veo y me gusta ver la reacción de la gente. Hago una lectura de la película.
- Bueno, ahora falta Perú. ¿Qué reacción esperas del público peruano? Te comento que es una película muy esperada. Después de cuatro años desde 'Octubre', con el premio en Cannes, cuando los hermanos Vega se convirtieron en gran promesa del Cine Peruano, y ahora que 'El mudo' en un artículo (se lo muestro) en la revista 'Variety' recibe la calificación de punto de inicio de un nuevo cine peruano. Y encima los premios a tu actuación.
Yo creo que va a remover conciencias. No va a ser tan oscura, la gente va a ubicar rápido la situación. La temática es fuerte. Menos mal que la película tiene esa línea humorística negra. El público la va a acoger y quiero que sonría. Además de una identificación con la problemática espero una empatía del público con el arte cinematográfico peruano, que creo está mejorando. Hemos aumentado la cantidad, y la calidad la estamos evaluando. Que la gente tenga paciencia pues el Cine Peruano está yendo de menos a más, está yendo de una etapa regular a una buena. Y que no establezca diferencias para mal frente a las películas extranjeras, sino todo lo contrario. Ah, y el final de la película, no te lo cuento (ríe), va a traer controversia. Creo que el final, la película misma, fue creada para que la gente difiera, para que haya un abanico de ideas y apreciaciones críticas. Es es bueno porque genera que el público deje de ser pasivo y también reflexione. Es de vanguardia.
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- Este momento también es una oportunidad para Trujillo.
- Claro, se puede recuperar esa imagen perdida de "Ciudad de la Cultura". Las autoridades deben apostar por la cultura. Hay mucho talento en Trujillo.
- ¿En dónde podemos verte actuar en el futuro inmediato?
- Me han llamado de Lima. Existe la posibilidad de una nueva película. Luego, aquí en Trujillo estoy trabajando para dirigir la obra El lenguaje de las sirenas de Mariana de Althaus. Se está trabajando con la Universidad Privada del Norte. Eso por lo pronto.
- Un mensaje para tus alumnos.
Yo les digo a los chicos que no pierdan las esperanzas. Yo empecé a su edad porque me gustaba la actuación. Hay que estar enamorado de la actuación. Es una profesión como todas y si la amas, la luchas. Y sí, se puede vivir del arte, haciendo o enseñando.
- Muchas gracias, profesor.
Gracias a ti. Nos vemos en Lima.
* El mudo se estrena el jueves 5 de junio en diecinueve salas de Lima y Trujillo. Además, Fernando Bacilio es uno de los invitados al I Festival de Cine de Trujillo** en el que participará en el conversatorio de actuación en cine que se desarrollará el sábado 7 de junio en el auditorio del pabellón H de la UPAO a las 10:00 a.m. Además ese mismo día al mediodía se le dará un reconocimiento en la Municipalidad Provincial de Trujillo.
** Mayor información sobre cómo participar en el Festival de Cine de Trujillo puede encontrarse en su fan page de Facebook, en este enlace.
A continuación Constantino Zegarra los "invita" a ver El mudo en cines. ¡A llenar las salas!-------
Fernando Bacilio y el Colegio Perpetuo Socorro de Trujillo.-
En su labor como docente, Bacilio agrega a la llevada a cabo en la Escuela Superior de Arte Dramático Virgilio Rodríguez Nache de Trujillo la desarrollada por más de quince años en el Colegio Perpetuo Socorro de la misma ciudad. Como parte de las actividades extracurriculares electivas del colegio, Bacilio ha sido formador de una generación de jóvenes que tienen al teatro como todo un medio o pasión de vida, o que ha servido como instrumento de crecimiento personal para otras actividades profesionales posteriores.
Justamente pude conversar con dos ex-alumnas de Bacilio y ex-miembros del Grupo de Teatro del Colegio Perpetuo Socorro, hoy abogadas ambas: Karla Zuta y Mayra Lezcano.
Mayra: ”En secundaria entré al grupo de teatro del colegio y conocí al profesor Bacilio. Él ayudó mucho a la formación del grupo. Introdujo los sketches cómicos. Un muy buen profesor, muy buen actor. Es muy paciente para enseñar. Guardo los mejores recuerdos. Gracias al profesor el colegio tuvo varios premios. Participamos en concursos a nivel local y nacional."
Karla: “Yo soy muy tímida. En mi carrera de derecho estoy expuesta en público, en audiencias, ponencias, cientos de personas. Subo temblando pero rompo con el pánico frente a la gente. Me preguntan cómo hago para verme tranquila, mirar a todos, modular la voz. En eso el teatro me ayudó bastante y el profesor ha sido importante. Hay cosas que aprendes a manejar: a calmar tu nervios, cómo impostar y manejar la voz frente a la audiencia. También canté en corales líricos. Bacilio me enseño todo ello. Inclusive a susurrar y que aún así te escuchen."
Mayra: "Me da mucha alegría, orgullo. Él es muy sencillo, humilde, talentoso. Me da satisfacción. ¡Cómo es la vida! Se lo merece porque toda su vida la ha dedicado al teatro, a enseñar. Me enorgullece como ex-alumna, porque todo eso me ha servido como persona."
Karla: "Él la ha pasado difícil muchas veces por ser fiel a como es, por no cambiar a pesar de la presión y seguir sin perder su esencia como actor y formador. Es una oportunidad para decir quién es él, y dejar callado a quienes en su momento no apostaron por él. Él hizo méritos para llegar a esto. Está cosechando los frutos. Ya era hora."
Otros ex-alumnos de Bacilio y del Grupo de Teatro del Colegio Perpetuo Socorro como Dafne Rojas Alarcón y Erick Casanova continuaron estudios superiores en artes dramáticas y en la actualidad son profesionales de las tablas. Dafne nos comenta: "como alumna de Fernando en la Escuela puedo agregar que era bastante místico en su trabajo. Algo así decía también por mí en la etapa del Perpetuo. En todo caso, el místico siempre fue él. Era bastante exigente, ya quisiera trabajar en algunas de sus puestas en la actualidad también. No sé cómo dividía su tiempo para hacer tantas cosas. Qué bueno que por fin su talento y trabajo hayan sido "encontrados" (por así decirlo) y reconocidos ampliamente". Erick, quien hoy vive en la ciudad de New York escribiendo, dirigiendo y actuando en sus propias obras, resume así: "Fernando Bacilio es el hombre que me hizo un actor. Él es increíblemente fantástico y es un ejemplo para todos los intérpretes".