Entrevista de Carla Calderón - Urquizo Larco (CEPES)

Los agroquímicos son productos que se utilizan para el control de las plagas en el sector agropecuario. Sin embargo, el uso indiscriminado y de forma inadecuada de dichos productos, causa una serie de daños a la salud y a nuestro medio ambiente.

A pesar que en muchos países alrededor del planeta se ha prohibido el uso de los agrotóxicos para el sector agrícola, en nuestro país, las actuales leyes permiten importar sin un control rígido este tipo de productos de alto riesgo para la vida.

Hace poco, el Poder Ejecutivo promulgó la Ley Nº 30190, la misma que modifica el Decreto Legislativo Nº 1059, Ley General de Sanidad Agraria. El objetivo de la norma es permitir un mayor ingreso de plaguicidas, porque facilita los procedimientos para que los productores agrarios los compren directamente.

Las organizaciones campesinas han protestado contra las modificaciones legales de la Ley de Sanidad Agraria, y critican al gobierno por decretar una norma que atenta contra la salud pública y sobre todo la vida en el sector rural.

En la siguiente entrevista, Luis Gomero, Coordinador Nacional de la Red de Acción en Agricultura Alternativa (RAAA) y Coordinador Regional de la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas para América Latina (RAPAL), muestra su desconcierto ante esta medida del Poder Ejecutivo.

En los últimos años se ha incrementado el uso de plaguicidas en el sector agropecuario, para enfrentar la aparición de diversas plagas, por ejemplo, la roya amarilla ¿A cuánto ha ascendido la importación de estos productos?

Luis Gomero: La venta de los plaguicidas ha ascendido enormemente en estos últimos años. Por ejemplo, en el 2008, las ventas en Perú llegaron a 80 millones de dólares. En el 2012, las ventas fueron de 170 millones de dólares. Pero en volúmenes, no hay información exacta al respecto. Estas cifras son un claro indicador del incremento del uso de estos productos agrotóxicos.

¿Cuáles son los productos más utilizados en el campo?

L. Gomero: Los herbicidas —producto que sirven para eliminar las plantas indeseadas—, son usados especialmente en la zona del trópico. En la costa son los insecticidas. En el caso de los herbicidas, estos son una gran amenaza para la biodiversidad. En la línea de los insecticidas se están usando lamentablemente productos muy tóxicos. Según un estudio que realicé en el 2012, los plaguicidas que más se venden son los tóxicos, porque son baratos y porque matan rápidamente a la plaga debido a su grado de toxicidad.

La Comunidad Andina de Naciones suspendió recientemente la decisión Nº 436, relacionada al uso de plaguicidas ¿En qué consistía esta norma?

L. Gomero: Uno de los objetivos que perseguía esta decisión Nº 436 estuvo orientada a regular el registro de los plaguicidas, desde el lado ambiental y de salud. Por eso, la Comunidad Andina de Naciones (CAN) decidió adoptarla como una estrategia para evitar que en el mercado de los países andinos, circulen plaguicidas que tengan alto riesgo en la salud y el medio ambiente. Ese era el estándar ambiental para que cualquier producto químico de alto riesgo, ingresara al país.

El gobierno peruano pidió a la CAN la suspensión de la decisión Nº 436 ¿La RAAA tomará alguna medida ante esta suspensión?

L. Gomero: Hemos hecho una fuerte campaña para cuestionar y objetar esta decisión que se ha tomado desde el Congreso de la República y desde el Ejecutivo. También hemos cuestionado a las organizaciones agrarias que han apoyado a esta iniciativa, porque pensamos que es una falta de visión respaldar una iniciativa que, en la práctica, solamente va a interesar a un grupo de agricultores exportadores y de grandes agricultores. Nuestra organización, la RAAA, va a seguir con esta fuerte campaña.

El decreto legislativo Nº 1059, es la llamada Ley General de Sanidad Agraria ¿Cuáles son los puntos más resaltantes de la Ley?

L. Gomero: Lo que perseguía esta Ley —supuestamente—, era mejorar la competitividad de los productores. Y esa mejora, pasaba por bajar los costos de los pesticidas. Ese era el objetivo clave de la Ley. Es un objetivo netamente económico. Es un lástima que este tema no se haya abordado por los aspectos ambientales y sociales; solo fue un debate económico.

Una de las recientes modificaciones con la Ley Nº 30190, es facilitar la importación de las semillas, o sea, la reducción de los procedimientos y costos para que los agricultores puedan importar directamente plaguicidas genéricos ¿Cuáles serían los riesgos de esta medida?

L. Gomero: El único riesgo que se tiene es si las semillas son de origen transgénico. Pero nos preguntamos ¿quién controla si esa semilla tiene un origen transgénico o no? Si tuviésemos autoridades competentes y sólidas podríamos hacerlo, pero si no las tenemos el riesgo es bastante grande.

¿Existe un lobby empresarial detrás de la discusión que se está realizando en el Congreso sobre la importación de plaguicidas?

L. Gomero: Eso es obvio. No olvidemos que los agroexportadores ahora tienen mucho dinero; sus ventas globales han llegado a más de 5 mil millones de dólares, por lo tanto el lobby ha sido muy fuerte. Ha llegado hasta todos los congresistas, hasta a la misma presidencia de la República. Es un lobby con intereses netamente económicos, según ellos, con la finalidad de construir la sostenibilidad del país.

¿Qué empresas estarían dentro de este lobby?

L. Gomero: En realidad, no creo que las transnacionales hayan entrado en el lobby. Las que han ingresado son las empresas agroexportadoras para aprobar esta Ley. Considero que las grandes corporaciones se han quedado demasiado tranquilas.

¿Cuál es la propuesta de la RAAA en torno a la importación de plaguicidas a nuestro país?

L. Gomero: Nuestra primera propuesta es crear un fondo nacional para promover el manejo integrado de plagas, que se implemente en todos los valles del Perú y que involucre a todos los productores del país. Otra propuesta es que la Ley no debería contemplar, de ninguna manera, que se permita la compra de los plaguicidas de etiqueta roja. Una tercera propuesta es que deberían existir políticas que desestimulen el uso de los plaguicidas y, al contrario, se debería estimular a los productores orgánicos. Y por último, hacer un programa de capacitación y asistencia técnica para los agricultores. Con ello, creo que podríamos afrontar el tema de la sanidad agraria.