El presidente Ollanta Humala defendió esta mañana la decisión de la cúpula del Partido Nacionalista de postular a la legisladora Ana María Solórzano a la presidencia del Congreso, afirmando que no se trata de un "capricho" de su esposa, presidenta de la organización política, sino de "decisiones institucionales" resultantes de "lo que se conoce como centralización democrática".

Humala, quien se encontraba en Chorrillos en la entrega de 149 ambulancias para centros de salud de diversas regiones del país, recibió preguntas de la prensa sobre la candidatura de Solórzano, que en días recientes ha causado serias divisiones dentro del grupo parlamentario oficialista y ha suscitado críticas de la oposición, que la considera una decisión arbitraria de la Primera Dama. 

Humala explicó que la decisión fue tomada luego de una extensa reunión partidaria, el sábado 11 de julio, en la que no se llegó a un acuerdo y se dejó el asunto en manos de la dirección del Nacionalismo. "Ha habido más de seis propuestas, de las cuales no ha habido ningún consenso. Sobre estas propuestas, la dirección del partido emite una opinión”, dijo.

Caprichos, añadió Humala, son los que se daban “en la década de los 90, gobernaban con capricho, hacían lo que daban la gana. Compraban medios de comunicación por capricho". Las del nacionalismo en el gobierno, según el mandatario, "son decisiones instituciones que hay que saber respetar”. El Fujimorismo, como se sabe, ha sido uno de los principales críticos de Solórzano, desde la oposición.

Con respecto a la posible candidatura alternativa de la vicepresidenta Marisol Espinoza, voceada por sectores de la bancada y causa de la disputa interna, el presidente dijo que era "inviable" por la posibilidad de que generara incompatibilidad de poderes entre el ejecutivo y el legislativo. 

"La vicepresidenta lo sabía", afirmó Humala. "Cuando la seleccioné para integrar mi plancha presidencial, le dije bien claro que no podía ser presidenta del Congreso porque había incompatibilidad. Se lo dije nuevamente tras la renuncia del segundo vicepresidente (Omar Chehade)”.

Humala afirmó también que los legisladores nacionalistas opuestos a la candidatura de Solórzano, cuya cabeza visible es la congresista Esther Saavedra pero que podrían sumar más de una decena, "tienen las puertas abiertas" en el partido.  

Esther Saavedra está sometida a un proceso disciplinario interno en el grupo oficialista, y hoy deberá asistir a rendir explicaciones ante la dirigencia del partido. 

La oposición suma votos 

Entretanto, la bancada parlamentaria de Acción Popular-Frente Amplio, que será clave para decidir la elección de la nueva mesa directiva del Congreso, anunció que se reunirá mañana para decidir si apoya la candidatura oficialista o se inclina por la lista que prepara la oposición, encabezada por el pepecista Javier Bedoya. 

Los votos de AP-FA podrían inclinar la balanza en los cubiliteos parlamentarios, ante las defecciones en el bloque oficialista, que por ahora dificultan la elección de Solórzano. Si este grupo opositor (que no ha participado en la preparación de la lista opositora) se decide por la candidatura de Bedoya, que cuenta ya con 56 votos gracias al apoyo de  Fuerza Popular, Concertación Parlamentaria, Unión Regional y el Partido Popular Cristiano-Alianza para el Progreso, la propuesta de posición contaría con las 64 adhesiones necesarias para hacerse con la mesa directiva.

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