Tajantemente la Primera Ministra Ana Jara ha declarado "La Sra. Nadine Heredia no ha sido ni es candidata a la presidencia de la república". "¡Excelente!" exclaman algunos de sus adversarios políticos mientras otros ponen en tela de juicio esa aparente decisión de la primera dama. Y hay mérito más que suficiente para desconfiar y ser escépticos hasta el extremo en este caso. Porque siendo pesados hasta la médula podríamos argumentar "La Dra. Jara dice que Nadine no ha sido ni es, pero evita decir que no será". En fín, esa cuestión de semántica, si así se le puede considerar, es una bicoca en nuestro escenario político. Pero la historia de las declaraciones que quedan insertas en nuestro anecdotario patrio tiene un cúmulo de referentes que nos pueden ilustrar mejor para alimentar nuestra suspicacia. Frase célebre de nuestro querido ex presidente reo Dn. Alberto Fujimori "en política no hay que ser caído del palto", o más recientemente del dogo aprista Mulder "creen que somos ingenuos", amén de palabra-acción como la de nuestra muy apreciada alcaldesa Susana Villarán que aseguró que no postularía a la reelección y ahora la tenemos muy oronda como candidata (a mi gusto con pleno derecho para hacerlo) son algunas de las perlas que nos pueden servir de referencia para saber si nos comemos o no el pastelito de la "no candidatura". Y cómo si eso fuera poco, ahora tenemos alborotado al gallinero con la decisión judicial de admitir la candidatura del congresista Falconí a la presidencia regional de Arequipa, sugiriendo que ese representa hasta ahora el mayor engarce en la cadena que parece llevar inexorablemente a la inscripción final de la candidatura de la Sra. Nadine Heredia a la presidencia de la república para el periodo 2016-2021, y que le permitiría, de ser electa, ser la presidenta encargada de organizar e inaugurar los festejos del bicentenario de nuestra independencia, qué es justamente el principal objetivo que le quita el sueño al inefable "doctor" Alan García.