Dentro del proceso de descentralización, mejor dicho, dentro del proceso de desconcentración administrativa que se está llevando a cabo en el Perú, San Juan de Lurigancho merece ser una Región. Existen razones evidentes para que se dicte la norma respectiva. 

Pero, ¿cómo una ciudad puede convertirse en una Región?, podría argumentar un despistado. Esta persona no se percata que, a su lado, existe una ciudad con categoría de Región. Se trata precisamente de la ciudad del Callao. Y esto no es nada nuevo ni anormal. Alemania, uno de los países más poderosos económicamente de la Unión Europea, cuenta con tres ciudades-estado. En nuestro lenguaje, mutatis mutandis, cuenta con tres ciudades-región. Se trata de Berlín, Hamburgo y Bremen. Grandes conglomerados humanos que, por su peso económico, poblacional y otros, se han convertido en ciudades-estado. Vuelvo a repetir, en nuestro lenguaje, se han convertido en ciudades-región.

Y la ciudad-distrito de San Juan de Lurigancho posee estas características. Es el distrito más poblado no solamente del Perú sino también de América Latina. En el año 1972 tuvo una población de 86 mil habitantes. Para 1975 alcanzó la cifra de 583 mil habitantes. Según el censo del 2007, el distrito de San Juan de Lurigancho ya albergaba a 898 mil habitantes. Y su crecimiento poblacional no ha cesado. Ahora, en el 2014, cuenta con un volumen poblacional de un millón 69 mil habitantes.

San Juan de Lurigancho es uno de los 43 distritos de la Provincia de Lima, en el departamento de Lima. Sus dos cercanos seguidores, en talla de población, son los distritos de San Martín de Porres con 673 mil habitantes y Comas con 520 mil habitantes. Por lo demás, la mayoría de distritos del departamento de Lima se encuentran alrededor de los 40 mil habitantes.

En sus inicios, San Juan de Lurigancho fue la ciudad-dormitorio de los que trabajaban en la ciudad de Lima y alrededores. Ahora es completamente diferente. Su acelerado crecimiento poblacional ha inducido a incrementar la oferta educativa du su joven población. De igual modo, las familias que se han asentado en ella han dado prueba de emprendimiento. Actualmente es un gran centro de micros, medianos, y grandes empresarios.

Pero su crecimiento y desarrollo en todos los aspectos de la vida económica, educativa y social se encuentra limitada por su débil poder decisional en la administración pública y su limitado presupuesto público.

Mientras el distrito de San Juan de Lurigancho, con más de un millón de pobladores, contará con un presupuesto público de apertura de 134 millones para el 2015, la Región Tumbes, con sólo 235 mil habitantes, contará con un presupuesto público de 931 millones de soles. Es decir, Tumbes, con una población cuatro veces y media menor, cuenta con un presupuesto de ¡casi 7 veces mayor!

Si tomamos en consideración las regiones con canon minero y gasífero como son Cajamarca y Cusco, el tratamiento al ciudadano no es igual en todos los rincones del país, a pesar de que todos son peruanos y la naturaleza de este país pertenece a todos por igual.

Así tenemos que la Región Ancash, con una población ligeramente mayor que la del distrito de San Juan de Lurigancho, cuenta con un nivel de presupuesto público ascendente a 3 mil millones de soles. Es decir, más de 22 veces superior que el del distrito de San Juan de Lurigancho. Si tomamos en consideración a la Región Cusco, la diferencia es más amplia aún. Con una población ligeramente mayor, la Región Cusco cuenta con un nivel de presupuesto público ascendente a 6.4 mil millones de soles; mas grande ¡en 47 veces y media que la del distrito de San Juan de Lurigancho!

Sin lugar a dudas que la distribución del canon, tanto minero, petrolero como gasífero requiere otro tratamiento. Pero aparte de ello, es innegable que la ciudad de San Juan de Lurigancho, dado su nivel poblacional, su movimiento económico, educativo y social, merece la categoría de ciudad-región.

Lima, sjl, 18 de setiembre del 2014