Como una pequeña ciudad ha sido descrita por los organizadores la sede de la de la vigésima cumbre mundial del cambio climático, denominada Conferencia de las Partes (COP20, por su sigla en inglés). Construida en una explanada de 90 mil metros cuadrados anexa al Pentagonito (cuartel general del ejército peruano), en San Borja, la infraestructura despertó hace unos días el entusiasmo de la premier, Ana Jara, que la calificó como una “megaobra de ingeniería civil”.
La sede arbolada en todos sus ambientes -acorde con una cumbre para lograr compromisos en la lucha contra el cambio climático- cuenta con 30 salas de reuniones, 2 salas plenarias, 2 salas de conferencia de prensa, 11 salas para eventos paralelos, 4 mil metros cuadrados de espacios de oficina, área de prensa y centro internacional de grabación para 100 conexiones de TV y radio, entre otros.
“Además, en el Jockey Club del Perú estará el espacio de participación “Voces por el Clima”, orientado a generar mayor conciencia entre los ciudadanos y con espacios de exhibición para la sociedad civil. En ésta, se difundirán los trabajos que a nivel mundial se realizan en los cinco temas priorizados por el Perú: Bosques, Océanos, Ciudades Sostenibles, Energía y Montañas, Glaciares y Agua. Será abierto al público y no tendrá costo de ingreso”, indica la organización.
El evento ha supuesto una inversión de US$ 98 millones y generará ingresos por unos US$ 120 millones, según los cálculos del Gobierno. Adicionalmente se esperan concretar compromisos de inversión “verde” para mitigar los efectos del cambio climático. En la COP16 realizada en Cáncun, México se alcanzaron US$ 2 mil millones y a lograr una cifra, por lo menos, similiar aspira el ministro del Ambiente, Pulgar Vidal.
La organización ha sido financiada en un 79% por el tesoro público, y el 21% restante (aproximadamente US$ 20 millones) por la ONU, la Unión Europea, Canadá y Estados Unidos. Durante el evento, es decir entre el 1 y el 12 de diciembre, se calcula que se obtendrán ingresos entre US$ 40 y 45 millones. El Gobierno espera, además, que se genere gastos adicionales en turismo por otros US$ 10 millones.
UN DESPLIEGUE TOTAL
Como en otras ocasiones que el Perú ha organizado eventos de esta magnitud (la Cumbre Asía-Pacifico-Apec en 2008, por ejemplo), se ha desplegado una logística que incluye anillos de seguridad entorno del evento, hospedajes, restaurantes acreditados, entre otros.
Se esperan 12 mil visitantes, entre autoridades y participantes, por lo que se ha visitado 900 establecimientos de hospedaje en Lima, se han identificado 325 hoteles que condiciones apropiadas. Ello implica asegurar 15 mil habitaciones y 18 mil camas durante los doce días que durará la cita.
Durante el evento, la seguridad estará a cargo del Ministerio del Interior y el Ejército: anillos de seguridad para la sede principal, los hoteles y el aeropuerto, y protocolos de seguridad para las autoridades. En cuanto el tránsito la organización ha señalado que se evitarán molestias a los vecinos de la zona cercana al evento y no se cerrarán las calles a fin de evitar congestionamientos.
Asimismo, se contarán con buses especiales que trasladaran a los participantes desde sus hoteles hasta el lugar mediante siete rutas. Además, junto con la policía, se establecerá las “olas verdes”, una suerte de corredores viales para evitar la congestión vehicular en las horas punta. Así también se ha establecido redes de clínicas y hospitales, así como un plan de vigilancia epidemiológica, vigilancia alimentaria, y de servicios varios como traducción e interpretación, alimentación y "catering", asistencia bancaria, "courier" y mensajería y asesoría turística. Los distritos comprendidos en el evento son: San Borja, Surco, Miraflores, San Isidro, Barranco, Lince, y las municipalidades de Callao y Lima Metropolitana.
Así todo parece haber quedado listo para el evento que hasta el momento ha descartado la participación del presidente de EEUU Barack Obama y aún no se ha confirmado la de su homólogo chino Xi Jinping— ambas potencias firmaron un acuerdo para reducir las emisiones CO2 en la última APEC realizada en Pekín—.