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Cuando pienses en volver (a trabajar en el Perú)

¿Le conviene al peruano que vive en el extranjero regresar y reinsertarse en el mercado laboral nacional? El boom económico no se refleja en los sueldos de los trabajadores, pero si en las ganancias de los empresarios.

Publicado: 2014-11-25


Hace 24 horas regresé de Lima, fui por nueve días a resolver algunos temas personales y ver qué pasaba en el mercado laboral. Lima es hoy una ciudad muy distinta a la que dejé hace unos nueve años. Es moderna, llena de edificios, un tráfico infernal, gracias a que muchos compraron enormes camionetas, y con un servicio de transporte público que sigue siendo pésimo.

El boom económico peruano se ve reflejado en la forma, ¿pero qué pasó con el fondo? ¿El trabajador promedio peruano mejoró su calidad de vida o con darles más tarjetas de crédito basta?

La idea de volver a la ciudad que me vio nacer siempre me tienta. Las lágrimas de mi mamá cada vez que me regresó hacen que analice un posible regreso. Recién casado y con un hijo por llegar en tres meses son dos aspectos importantes que hacen que esta decisión no la tome a la ligera. Si bien es cierto que mundialmente el periodismo es una carrera mal pagada, en el Perú eso llega a niveles casi de burla.

En las páginas laborales ofrecen un sueldo de S/. 2700 a un periodista con cinco años de experiencia. Según pude observar en algunas inmobiliarias, el alquiler de un departamento cuesta S/. 1800 en un barrio como Pueblo Libre, Lince, Breña. ¿Es posible que uno viva con el resto? ¿Puede uno mantener a una familia con S/. 900? La respuesta cae de madura. Incluso las páginas de empleo de las universidades ofrecen esos ínfimos sueldos, las mismas universidades exclusivas que te formaron por cinco años, promueven el mal pago a sus egresados.

¿Por qué sucede eso? Porque el trabajador importa poco para las empresas y para el estado. Los derechos laborales son casi inexistentes en el Perú. Recuerdo que en la década de los ochenta, el nefasto primer gobierno aprista eliminó la estabilidad laboral (pueden corregirme). Si antes el sinónimo de maltrato laboral eran los service, ahora se llaman Pymes. Profesionales egresados con las mejores calificaciones tienen que firmar contratos renovables, de esos que sin ninguna explicación te dejan en la calle de un día para otro.

Cuando estaba armando la maleta para regresar a Buenos Aires vi con cierta indignación en la televisión que unos conocidos chefs peruanos, que se encuentran en París, se referían a las críticas realizadas por practicantes de gastronomía sobre el tema de los sueldos. Este grupo autodenominado “La Pandilla Leche de Tigre”, que en realidad más sería la “Pandilla Mala leche” sugerían a los aprendices que si no estaban dispuestos a trabajar más de ocho horas “que no estudien cocina”. Resumiéndolo y en buen criollo sería: “si no te gusta, ya pe, chapa tu combi”. Ese es el pensamiento de los dueños de los reconocidos restaurantes, esos mismos que al termino de su jornada laboral, que dudo que sea de tantas horas, se suben a su camioneta X-6 y van a su casa a dormir plácidamente con la “tranquilidad” de estar haciendo patria. ¿El practicante? Que tome su combi de china hasta la avenida Aviación y que ya vea como hace. Ojo, que uno de los “pandilleros” se vocea como el “outsider” para las próximas elecciones.

¿Cuál es la realidad en un país como la Argentina, que a pesar de tener una inflación del 30% anual, tiene derechos laborales? Anualmente se discuten las paritarias, sí todos los años en marzo el sindicato al que uno pertenece negocia con los dueños el aumento anual. Otra, si el sufrido trabajador peruano quiere mudarse, ¿qué es lo que tiene que hacer? “Espera tus vacaciones nomás”. Acá te dan dos días de mudanza sin descuento. En este país cuando me dijeron que pida días de estudio me reí porque pensé que me estaban bromeando. Sí, le dices a tu jefe que al día siguiente no vas a ir a trabajar porque tienes que rendir un examen, él no se puede negar a otorgártelo y obvio, sin ningún tipo de descuento. Estas son algunos de los beneficios que el trabajador tiene. ¿Llegaremos a tener alguna de estas cosas en el Perú? Difícil.

Las empresas trasnacionales ven con buenos ojos al Perú porque las cargas laborales son casi inexistentes al no existir la estabilidad laboral. ¿Cómo es en el país del tango? Luego de tres meses quedas fijo y no hay que firmar ningún tipo de contrato. También hay despidos injustificados. En el caso del trabajador de prensa, gremio al que pertenezco, el empleador abonará, haya o no mediado preaviso, una indemnización especial equivalente a seis meses de sueldo.

Alguien pensará: “bueno, si el Perú es tan malo, sigue viviendo en Argentina”. Sí, puedo hacer eso, pero estaría bueno que en el país las cosas cambien, que el boom económico no sea sólo para los dueños de “Tanta”, “Maras” y “Maido”. Ahora no hay excusas porque plata hay. Ojalá que en las próximas elecciones, los candidatos presidenciales en vez de bailar reggaetón, regalar polos y comer chanfainita en el paseo Chabuca Grande pongan en el tapete el tema de los derechos laborales.


Escrito por

Luis Vilchez Reyes

Periodista. Viví durante quince años en Argentina, hoy estoy en el sur del desierto israelí. Que sea siempre rock. TW: @lvreyes


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