El arte es ese espacio personal que nos permite “exorcizar nuestros demonios interiores” --como decía Vargas Llosa sobre la creación literaria-- o darle un nuevo sentido y orden al caos que rige nuestra vida. De ese modo, cualquier expresión artística representa una gran oportunidad liberadora y hasta purificadora.  

padre hubert lanssiers osorio (1999-2006) y carlos álvarez. foto: difusión

El sacerdote belga Hubert Lanssiers y el teólogo Carlos Álvarez Osorio conocían estos beneficios de la práctica artística y decidieron, en 1996, fundar la Asociación Civil Dignidad Humana y Solidaridad para llevar talleres artísticos ahí donde la libertad es un lujo: los centros penitenciarios del Perú. Así, iniciaron cursos de cerámica, madera, joyería y pintura. La idea, llevar un poco de esperanza y libertad a través del arte.

Esta semana, bajo el título “Territorio de fábulas. Arte y esperanza 2014”, Dignidad Humana y Solidaridad presenta una exposición de objetos artísticos elaborados por presos de Lima y provincias. Se pueden encontrar objetos tallados en madera fina, escultura en metales y bisutería en cacho y hueso, e incluso esculturas elaboradas con desechos reciclados.

foto: difusión

Para Álvarez Osorio, actual director de la asociación organizadora, la exhibición es, además, una gran oportunidad para demostrar que es posible la recuperación del hombre a través del arte, pues está convencido que la imaginación y la experiencia de la belleza ejercen sobre la persona un poder reparador. En sus propias palabras:

“Se puede reciclar un ser humano gracias al arte. Cuando algo ya no sirve, se le desecha y lo tiramos al olvido, al acoger lo que es marginado, lo reciclamos, porque en este acto de amor le inspiramos una nueva vida."
 "Las cárceles -agrega-las hemos convertido en tiraderos de seres humanos, ahí los abandonamos y los olvidamos. Pero los que trabajan en nuestros talleres reciclan sus vidas e imaginan nuevos mundos, fabulan sus esperanzas, aprender a vivir de nuevo y nos enseñan que una oportunidad siempre es posible en el destino de la humanidad. Estos hombres y mujeres hallan su salvación a través del arte.”

No solo se trata, entonces, de una exposición para vender arte, sino de un desfile sensible de objetos cuidadosamente fabricados por quienes pasan sus días de encierro explotando su imaginación y creatividad.

La exposición, instalada en la Galería ICPNA Miraflores (Av. Angamos Oeste 120), abre sus puertas de lunes a domingo de 11:00 a.m. a 8:00 p.m. a todo el público. El ingreso es libre.


notas relacionadas en lamula.pe

¿No-Arte?

Hoy se inaugura la exposición “Territorio de Fábulas-Arte desde la prisión” en el ICPNA

Ruraq Maki: Arte y tradición hecho a mano

Primer mercado de Arte Accesible en el Museo de Arte Contemporáneo.