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El hombre entre dos mundos: José María Arguedas

Para describir y denunciar tenía de su parte la experiencia directa, la realidad de vivir en dos mundos diferentes, el de los indios y el de los señores, pero sin poder ser ni lo uno ni lo otro.

Publicado: 2015-01-15


Las vivencias de Arguedas le mostraron una parte importante de una realidad de injusticia y marginación que él sufrió en carne propia. El escritor sintió el deber de reivindicar ese mundo, como promesa de futuro, el mestizaje, esa gente que el “país oficial” dejaba de lado y maltrataba. Vio la necesidad de mostrar a los indios en todo lo que valían, como seres humanos y personas organizadas. Así, hizo de su obra y vida una misión destinada a demostrar lo que valía esta gente, y a afirmar que sin ellos el Perú nunca podría integrarse ni conseguir una autentica identidad. Sin duda, influyó en su decisión la realidad que conoció: El sistema latifundista en la sierra. Sin él, nunca habría sido el novelista que fue. Pero, igualmente, su misión fue vivencial, personal.

Arguedas vio claramente la simetría entre su angustia personal de identidad y el éxito del Perú como proyecto nacional integrador. Recibió, con la influencia de Mariátegui, una directriz y un impulso que terminaron por definir su vocación. Él mismo afirmó que la influencia de la revista Amauta de Mariátegui le abrió la posibilidad teórica de que el mundo podría ser alguna vez mejor. También le reveló la factibilidad del “indio” como tema literario.

Arguedas se proyectó como un escritor influenciado por sus ideales y experiencias de juventud, con el pleno conocimiento de poseer las aptitudes necesarias para la realización de la obra con la que se había comprometido. Para describir y denunciar tenía de su parte la experiencia directa, la realidad de vivir en dos mundos diferentes, el de los indios y el de los señores, pero sin poder ser ni lo uno ni lo otro. La contradicción en la definición de su “yo” lo marcaria dolorosamente. La vivencia que marca el espíritu, “la palpitante realidad”, como el la llamo. Y pensó que la literatura era el medio para transmitir esa realidad, así como para esbozar respuestas y soluciones, porque con la literatura podía llegar y suscitar pasiones. “La literatura indigenista no es una narrativa circunscrita al indio, sino a todo el contexto social al que pertenece.” Problemas no resueltos y realidades sociales que aguardan mayores cambios, hacen de los caminos trazados por Arguedas un proyecto y aspiración con vigencia a futuro.


Escrito por

Oscar Pozo

Inconforme, pecador impenitente, fumador y escritor de cuentos que no puede publicar.


Publicado en

Metiendo Mano!

Mis artículos, columnas, reseñas de libros, poesía y reflexiones varias.