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Esta foto es recupera del fb de la marcha por la vida. 

La Marcha por la vida y demás caprichos de los conservadores Anti-derechos.

Publicado: 2015-02-26



En estos días hemos visto como los personajes y las instituciones más conservadoras del país han tomado la palabra referente a los temas clásicos de discusión : Aborto, educación sexual, derechos LGTB, y la designación de Marcela Huaita como ministra de la mujer. 

Comencemos con la "Marcha por la Vida". Así como los anteriores años, este 2015 miles de personas se movilizan en contra del derecho a decidir de la mujer a interrumpir su embarazo o no. Estas miles de personas están lideradas por personajes con un pasado y un presente que deja mucho que desear. Por ejemplo encontramos a personajes como Martha Chávez, máxima defensora del Alberto Fujimori , quien ahora cumple prisión por corrupción, por violación a los derechos humanos y otras sentencias más. Y por supuesto encontramos al "Big Boss" de toda esta cruel campaña, me refiero al Cardenal Cipriani. Quien dijo que los derechos humanos eran una cojudez. Además es uno de los cardenales que guardó silencio sobre las violaciones ocurridas en los años noventas. Es por eso que ante esta maliciosa imposición mediática por parte de los mencionados líderes. Vale la pena mencionar y mostrar la situación de violencia contra la mujer en nuestro país (ya que tal vez estas personas no sepan esta triste realidad).

Seguimos observando un alto número de violencia sexual hacia las mujeres, el mismo Ministerio Público reveló que en el 2013 se registraron 17, 763 agresiones sexuales. De acuerdo a esta institución del Estado, el 75 % son menores de edad. Estas mujeres y niñas cuando están a punto de ser violentadas, lamentablemente, no tienen opción a decir basta. Y en general, por historia, las mujeres no han tenido opción o no han tenido muchas opciones para decidir sobre la política, sobre sus cuerpos, sobre la forma de vida que quieran llevar, etc. La situación mencionada, no es nada nueva, la mencionan cada semana. Pero el capricho de los conservadores del Perú, se centra en perseguir y humillar a las mujeres que han sido violadas sexualmente y han optado, mucha veces en malas condiciones, abortar. Ellas lo han hecho porque no han querido continuar con un embarazo forzado. Y pese a que el aborto en nuestro país es ilegal y además de recibir insultos y patrañas como la "Marcha por la vida", lo hicieron. Si la gente del Cardenal de Lima quisiera marchar por la vida, pues su objetivo debería ser acabar con la violencia sexual,  los feminicidios, todo tipo de discriminación, los asesinatos a la comunidad trans, etc. Incluso desde su, mal ganada, tribuna exigir justicia para las mujeres que fueron esterilizadas forzosamente en el gobierno de Alberto Fujimori. Pero no. No lo han hecho nunca, ni lo harán. Es por eso que esta "Marcha por la vida" forma parte del círculo vicioso de violencia contra las mujeres. Ese que quiere penetrar en los cuerpos de las mujeres devastando cualquier intento de reivindicación de sus derechos.

Dentro de estas patrañas contra los derechos humanos, también hemos oído una postura reticente hacia la educación sexual por parte de los grupos conservadores. Sabemos que además de violencia sexual, también existe un alto número de embarazos en adolescentes. Ante ello el gobierno implementará un programa de educación sexual en las escuelas. Pero hace poco ha salido el Arzobispo de Arequipa, el monseñor Javier Ríos Alba, considerando que la educación sexual sólo debe impartirse en las familias y no en las escuelas. Y este este fue su máximo argumento:

“Es una aberración porque la educación forma parte de la patria potestad (...) no es un derecho del Estado educar al hijo como al Estado le da la gana; eso es un totalitarismo propio del comunismo y de Hitler (líder nazi)".

Ni siquiera pide una reflexión sobre este proyecto, sino que de manera arrebatada y cayendo en el ridículo considera que la educación sexual desde las escuelas es un totalitarismo comunista o nazi. Es curioso que con esa idea no se cuestione el curso de religión en las instituciones educativas. 

Otro tema que a este grupo de personas le afecta, son los cambios que benefician a millones de personas. Ahora me refiero a los derechos de las personas homosexuales. Como los viejos tiempos. Ellos para oponerse a los derechos LGTB usan posturas, semejantes a las que fundamentaban la segregación racial, la esclavitud y la prohibición de la mujer a participar en las elecciones. Y a través de la cuenta de fb de Parejas Reales o el Population Reasearch Institute (PRI), nos lo hacen saber. Incluso podemos observar un post del PRI celebrando el rechazo a los derechos de personas con orientación diferente, en Colombia.

Recordemos que este 3 de Marzo en Perú se debatirá el proyecto de Unión Civil no Matrimonial en el Congreso de la República. Y es probable que al igual que el año pasado, congresistas como Julio Rosas (evangélico y miembro del Movimiento Misionero Mundial) o Martín Rivas realicen espectáculos degradantes y homofóbicos que harían que la imagen del parlamento a nivel internacional sea una vergüenza.

Para ir culminando con esta serie de caprichos por parte de los grupos antiderechos. La designación de la nueva ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables ha generado una reacción de forma negativa. Ellos la califican de "pro aborto, pro píldora del día siguiente y pro todo". La ministra ha trabajado en organizaciones que han buscado defender los derechos sexuales y reproductivos. No sólo es una activista, sino también es investigadora y ha llevado estudios importantes relacionados a la violencia de género. A pesar de esta carta de presentación de la ministra, uno de los pocos aciertos que ha tenido Ollanta Humala, los conservadores no la han pensado e inmediatamente han comenzado una campaña de desacreditación contra la nueva funcionaria.

Por historia y por los últimos hechos y declaraciones. Queda nuevamente al descubierto que los conservadores aún juegan sucio. Si por ellos fuera, millones de personas aún seguirían viviendo sin reconocimiento de derechos, sin libertades y sin facultades para decidir sobre su forma de vida o sobre el futuro de su lugar.


Escrito por

martinasenjovega

Estudiante de Ciencia Política y activista de derechos humanos.


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