Mujer, en su día: Magda y Evita frente al sufragio femenino
¿Qué clase de mujeres deben tener derecho a voto? El grado de cultura de la mujer, sus prejuicios, su inobjetable dependencia de la influencia varonil y muchas veces, de la clerical, hacen del voto femenino un medio para afianzar más bien las ideas conservadoras que las revolucionarias. Las experiencias obtenidas en otros países del mundo, donde se ha dado derechos políticos a la mujer en general… nos demuestran que precisa limitar esta facultad hasta que la mujer aleccionada responda en toda su plenitud a los imperativos de reforma social y justicia económica.
A propósito de la ley que pena el Acoso Callejero, el debate sobre la propuesta de Reforma Electoral y el Día internacional de la Mujer hace más de media centuria las mujeres no votaban, se les censuraba la praxis política y hasta la actualidad quedan rezagos y tradiciones discriminatorias. No ha sido sencillo, pero el tirano a vencer es el de la ignorancia.
Los ideales de justicia y libertad conllevan a reflexionar sobre la tradicional discriminación y abuso que recae sobre las mujeres. En este lado del mundo la experiencia vergonzante convocó a los emergentes movimientos populares -de inicios del siglo pasado- a enarbolar las reivindicaciones sociales y promover la igualdad de oportunidades entre varones y mujeres. Esta entrañable lucha tuvo como objetivo la participación de la mujer en política, en iguales condiciones que el varón, y las victorias, paulatinamente, vienen construyendo una sociedad justa sin discriminar las asignaciones masculinas o femeninas.
La emergente izquierda democrática, resumida en la frase del anarquista José Martí “cuando el voto es libre, o el sufragio es libre, la revolución está en el sufragio”, resaltaba la necesidad de romper con el conservadurismo del sistema político y exigir elecciones democráticas (voto de jóvenes, mujeres, analfabetos, etc.). Además de desterrar las formas de discriminación social. Esta apuesta significó la primera piedra en la historia de las reivindicaciones contra la discriminación.
De modo que desde el esfuerzo continental del APRA en los años 30's, Magda Portal promovió, por vez primera, el voto femenino y luego haría lo propio Evita Perón desde Argentina. El caso argentino promovido y liderado por Eva Perón vio la luz el 23 de setiembre de 1947 (1er Gobierno de Perón), contra toda la campaña conservadora se impuso el júbilo democrático y se dio un contundente paso en la reforma de los derechos sociales.
En el Perú el sufragismo tiene como predecesora a María Jesús Alvarado (en los 20’s) y como símbolo y principal promotora a Magda Portal, quien desde las filas del APRA organizó el movimiento en torno al derecho de sufragio en el Perú, luego desterrada en Centroamérica. En este caso promulga la Ley 12391 (del sufragio femenino) en 1955 la dictadura de Manuel A. Odría para intentar aprovechar un caudal electoral en 1956.
En un ejercicio comparativo en el mundo la democracia apuesta por distribuir equitativamente el acceso a los espacios de poder, mientras que los regímenes totalitarios tienden a concentrarlos y peor aún discriminar la participación de género. (Por ej. los regímenes comunistas o fascistas). Por estas sencillas razones Magda Portal, Evita Perón y la lucha por la conquista de igualdad de condiciones es vigente y ambiciosamente pronta.