Gestión Castañeda prepara la demolición de cerca del 40% del Centro Histórico de Lima
Uno de los pilares para la recuperación del Centro Histórico de Lima es acabar con el problema de los tugurios. Así lo sostuvo durante la entrevista publicada la semana pasada la arquitecta Flor de María Valladolid, Gerenta de Desarrollo Urbano de la Municipalidad de Lima. Y para eso tiene grandes planes.
Pocos días después de esa entrevista recibí de su oficina una presentación en Power Point donde se detallaba esos planes: estos involucran la demolición del 36,1% del Centro Histórico (ver lámina 6). Eso equivaldría a las zonas más deterioradas que, según se deduce, ya no se pueden salvar.
Según se puede ver en la imagen que corresponde a la lámina 6, esto implica la casi total desaparición de zonas tradicionales como Barrios Altos y Monserrate, a ambos lados del CH.
Es cierto que en algunos puntos de estos sectores las condiciones de vida se han deteriorado hasta llegar a niveles que podemos considerar infrahumanos, y como ciudad no podemos aceptar que haya gente que siga viviendo en esas condiciones.
¿VISIÓN?
Es cierto también que las grandes transformaciones urbanas del siglo XIX en ciudades como Londres y París, con Haussmann, se hicieron a través de grandes proyectos de demolición. ¿Pero esta sigue siendo la solución en el siglo XXI?.
Durante la entrevista original la arquitecta Valladolid señaló que la manzana llamada del Rastro y la Soledad (formada por la cuadra 2 del Jr. Ancash, y la cuadra 1 de Lampa, frente a la iglesia de San Francisco) es el modelo-tipo de lo que quiere hacer con el resto del Centro.
Esto involucra la puesta en valor de estructuras monumentales y la demolición de las fincas ruinosas, para levantar ahí vivienda social integrada al estilo de la zona. Hasta ahí, la idea parece sensata. ¿Pero es recomendable reproducir este esquema en todo el CH?
Una revisión de este documento ofrece varios indicadores, y a continuación presento un resumen de algunas de las láminas. La información también muestra inconsistencias en las cifras, cantidades de viviendas y mediciones de área, pero la funcionaria municipal no respondió a los repetidos mensajes para aclarar esos puntos.
Lámina 3 - Microzonas de Tratamiento en el CH. Considera un total de viviendas: 47,184, y viviendas en riesgo: 30,000 (63,5%).
Lámina 6 - Mapa de Destugurización del CH. Considera:
- Área total: 6’500.000 m2 (650 hectáreas)
- Son: 450 manzanas (384 en Cercado, 66 en Rímac)
- Área mínima a demoler (en negro): 1’525.000 m2 (23,4%) o 35.600 viviendas
- Área máxima a demoler (en gris): 2’347.000 m2 (36,1%) o 54.800 viviendas
- Área construida a restaurar: 1’651.000 m2 (25,4%)
- Inversión: US$ 768’762.500
Lámina 11 – Id. Microzonas de Tratamiento, Manzana “Del Obispo”. Este es un ejemplo de los planes existentes y se refiere a la manzana formada por jirones Ancash, Jauja, Amazonas y Huanta, en Barrios Altos. Alrededor de la manzana se ubicaban los principales molinos públicos: el Martinete, del Falco y Santa Clara. Según el mapa, en la manzana hay tres monumentos (en azul), y ocho propiedades de valor monumental. Ver el tamaño de las propiedades.
Lámina 12 – Destugurización y Regeneración urbana, Manzana “Del Obispo”. Aquí arriba, la misma manzana con los detalles de futura demolición:
- Área mínima total a demoler: 34,943m2 (837 viviendas)
- Área máxima a demoler: 37, 236m2 (992 viviendas)
- Área a restaurar: 5,136m2
- Los monumentos e inmuebles de valor monumental aparecen con tamaño reducido.
Lámina 16 – Destugurización y regeneración urbana, manzana “de la Medalla y de la Ribera”. Es la manzana formada por los jirones Tayacaja, Huancavelica, Angaraes e Ica, en el barrio de Monserrate. Esta fue la última cuadra rectangular del lado oeste del CH hasta el siglo XIX, rodeada por la calle de la Medalla y de la Ribera.
En esta manzana, todo lo que está en negro y todo lo que aparece en gris están marcados para demolición. En la 'lámina de identificación' (que no mostramos aquí) se puede ver que existen dos monumentos (azul), y cinco propiedades de valor monumental (rojo). En la presente lámina los monumentos reducen de tamaño y las propiedades de valor monumental se reducen a dos.
Lámina 35 – Primer programa municipal de renovación urbana antes de la intervención. La imagen de arriba corresponde a la zona que fue recuperada durante la gestión anterior de Castañeda, demoliendo las viejas estructuras. En su lugar quedó como se ve en la imagen de abajo.
Lámina 47 – Conjunto habitacional “La Muralla”.
Sin embargo hay dos elementos adicionales a tomar en consideración. En diciembre último, la administración saliente de Prolima (la Oficina del Centro Histórico), hizo público el Plan Maestro al 2025, un detallado documento de 264 páginas. En la página 77 se presenta una tabla de Vulnerabilidad físico-estructural (B.1), que concluye:
“…los niveles de vulnerabilidad en el Centro Histórico de Lima, donde el 17% del área del CHL tiene muy alta vulnerabilidad, el 6% alta, el 11% media y el 18% baja”, como se ve en el cuadro de abajo.
La actual gestión municipal ya ha hecho saber que no piensa considerar este Plan Maestro, y que están rehabilitando el dejado por ellos en el 2006: un documento de 17 páginas. Pero el 17% de este estudio parece muy por debajo de las necesidades de demoler cerca del 40%.
El otro aspecto que conseguimos identificar es que el Plan Maestro 2014 de Prolima también incluye este mapa de fincas ruinosas. Si vemos la cantidad de inmuebles en rojo, que están más allá de toda salvación, sigue pareciendo muy inferior a lo previsto en la actual gestión.
Habrá que escuchar a la Unesco, al ministerio de Cultura, Icomos, asociaciones de arquitectos, universidades, centros de investigación y todos aquellos que tengan algo que aportar. ¿Estamos ante un plan visionario que mejorará Lima? o hay otras consideraciones a tomar en cuenta.
Toca evaluar también en qué medida los cambios que se han producido en la Ley General de Patrimonio: como el de eliminar la autorización previa del ministerio de Cultura – para dejar las decisiones en manos de las municipalidades; y la reciente flexibilización del proceso de desmonumentalización, benefician estos planes.
No cabe duda que la enorme dimensión de estos proyectos nos involucra a todos de una u otra manera. Este diálogo sobre el futuro de lo que efectivamente es el corazón, el alma y la historia de nuestra ciudad no puede y no debería quedar al margen de los ciudadanos.
Fuente: http://limamilenaria.blogspot.com/2015/04/gestion-castaneda-prepara-la-demolicion.html
Escrito por
Psicólogo Clínico Jurídico, perteneciente a la II Promoción Año 1983 "Felix de Valois del C.E.P. Santísima Trinidad-Lima-Perú.
Publicado en
Just another Lamula.pe weblog