País: Perú
¿De qué trata? Miguel Barraza encarna a un personaje viudo que ha perdido sus dotes como seductor y quiere recuperarlos con la ayuda de dos amigos. Esta necesidad de conseguir chicas bellas genera situaciones que lo pondrán en mil aprietos. A esto, se opone su difunta esposa que se le presenta en diversas situaciones para que el protagonista pueda consumar sus relaciones.
- el subcine
Recién la vi ayer y no necesariamente en el cine. Me propuse para este 2015 ver todas las películas peruanas que se estrenen en el circuito comercial y tuve muchas trabas con esta película en especial, debido a que su distribución se limitó a salas de muy lejana distancia para mí. Ayer tuve la "chance" de verla y comprobar por qué el reconocido crítico Ricardo Bedoya la tildó de subcine.
Hay poquísimo que destacar de esta producción, en comparación a lo mucho que hay por criticar. Creo que las falencias de El pequeño seductor pasan por ese entusiasmo enardecido que hoy en día pulula en el mundo farandulesco de nuestro país: todos quieren hacer su película. Y es a causa de ello, que debemos toparnos con cada producción que da flojera criticarla porque pareciera ser realizada para que le den con palo. Eso pasa con esta cinta protagonizada por Miguel Barraza, a quien nadie le quita sus dotes de comediante, pero que lamentablemente no la chuntó en este proyecto.
La película carece de un guión coherente. Falla en su lenguaje audiovisual, presentando planos mal cuadrados, pésima edición de sonido, incorrectas transiciones, que en su conjunto entorpecen más aun el pobre desempeño de su elenco (para que me digan que Mauricio Diez Canseco es actor, es que estamos hablando de cualquier cosa).La risa brilla por su ausencia. El director no aprovecha la vena cómica de gran parte de su elenco, ya que su única finalidad es mostrarnos la historia de un galán que nadie se la cree. Barraza luce perdido, como que este tipo de cosas no es lo suyo. La chacota, el humor callejero, el lenguaje físico no son sus aliados esta vez, sintiéndose en cada intervención que tiene. Uno siente que está viendo un sketch cómico de Risas en América (programa que nunca me generó risa) y no una historia coherente.
La idea de hacer cine peruano se está deformando terriblemente. Ahora que cualquiera puede acceder a realizar una película, está haciendo que se nos presente cualquier cosa, lo cual ocasiona que el cine peruano como tal pierda calidad.
El Pequeño Seductor fue considerada como subcine por una sencilla razón (y yo lo veo así): es impresentable como película. Quizá la única estrella que le puse como calificación es demasiado beneficio, pero es que no se me permite calificar con puntaje negativo.Dirigida por Wilfredo Sifuentes Robles.