"Recuerdo al médico diciéndome que tendrían que amputarme ambos brazos". Esta es la confesión de Romario Dos Santos Alves al diario Mirror.  

Antes y después. El cambio físico es impresionante. 

Este brasileño vivió un auténtico calvario y todo por su afán de parecerse a Hulk, el increíble hombre verde creado por Marvel. Todo comenzó cuando se inscribió en un gimnasio. 

Durante el desarrollo de su rutina comenzó a observar a los hombres que habían dedicado su vida al cultivo de su cuerpo. Los enormes músculos impactaron a Dos Santos. Él quería ser como esos hombres, e incluso superarlos.

Pero lograr el cuerpo de un superhombre requiere de una ayuda extra: el synthol. Y como cualquier adicción, Dos Santos no supo cuando parar. Pronto no podía vivir sin esta sustancia, hecha a base de aceite, que ensancha los músculos. Ya era víctima de la virogexia:

"Mis músculos comenzaron a solidificarse y no podía siquiera inyectarme los brazos, estaban llenos de piedras. Decidí que lo único que podía hacer era comprar agujas de especialistas para poder inyectarme. Sé que suena estúpido, pero era lo único que podía hacer para tener mi synthol"

Como resultado, los músculos de sus brazos comenzaron a endurecerse, a tal punto que Dos Santos parecía tener incrustadas 'dos piedras' (synthol solidificado) en ambos brazos. El daño ya estaba hecho.

El médico que lo atendió le dio una terrible noticia: podría perder los brazos. Afortunadamente, su esposa lo hizo entrar en razón: le dio a escoger entre ella o el synthol. 

Luego de que le removieran las 'rocas' de sus extremidades superiores, y tras estar hospitalizado seis meses, pudo volver a su casa. Y disfrutar de su vida familiar (cuando fue internado su esposa estaba embarazada de seis meses).

Mira un reportaje sobre Dos Santos:


[Con información y fotos de Infobae]


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