Mi paso por el Ceplan
Luego de dos años de predicar el evangelio del “planeamiento estratégico” como instrumento fundamental de la gestión moderna del Estado, regreso ahora a la vida privada—literalmente. Porque un cargo publico es precisamente eso: publico, con todo lo que eso implica de atractivo--¡la luz! oh, si, ¡la luz!—y de peligroso, donde el riesgo mayor—como graciosamente dice la publicidad colombiana—es el riesgo de que te quieras quedar. Por eso decidí renunciar, con la satisfacción de haberle dado a la institución mis mejores esfuerzos.
Dejo un CEPLAN mejor constituido que el que encontré, agenciado de un valioso stock de capital humano, en su mayoría joven, con mística y con gran inteligencia. Con métodos para el análisis de la cosa publica—una Directiva Nacional de Planeamiento Estratégico que va camino a convertirse en la metodología de rigor de los nuevos planes de desarrollo sectorial y de los planes de desarrollo a ser elaborados por las regiones del país. Dejo también una clara agenda de investigación de temas de futuro, con un modelo prospectivo—una adaptación del Modelo IF de la Universidad de Denver--que ofrece un potencial enorme para pensar temas de futuro con el fin de diseñar mejores políticas públicas.
Dejo también un importante stock de conocimientos en la forma de documentos de trabajo como: la Educación del Futuro y el Futuro de la Educación, Perú País OCDE 2021, La Salud en el Perú al 2030, El Perú en los Indicadores Mundiales, Perú: Economía de Grado de Inversión A+?; documentos de mega tendencias como, por ejemplo, Factores que Determinan el Futuro de las Potencias Mundiales o el que discute: El Retorno de la Manufactura en los Estados Unidos; o guías metodológicas de acompañamiento a la Directiva Nacional de Planeamiento Estratégico.
Y muchas horas de videos de los muchísimos eventos—en especial 18 Foros del Futuro--que han servido para que el CEPLAN lleve la discusión sobre el planeamiento estratégico más allá del ámbito público. En materia de asesoría técnica, CEPLAN no solo ha participado y participa en la elaboración de los planes estratégicos sectoriales (PESEM) de 16 de los 19 ministerios, sino que ha iniciado un ambicioso proyecto de asistencia técnica a los gobiernos regionales con el fin de ayudarles a formular sus respectivos Planes Regionales de Desarrollo Concertado (PRDC).
Y lo más importante, dejo actualizado el Plan Estratégico de Desarrollo Nacional (PEDN), el mismo que ha sido elaborado con los mejores estándares metodológicos, de datos y análisis, y con la participación de un número enorme de especialistas del sector publico y de la actividad privada. El PEDN—en su versión preliminar, pendiente aun de aprobación--puede ser visto en la pagina WEB de CEPLAN y debería servir, como mínimo, como guía para los partidos políticos a la hora de elaborar sus respectivos planes de gobierno, tarea para la cual el CEPLAN ha unido esfuerzos con el Jurado Nacional de Elecciones.
Sin dudas, esta mi primera incursión al sector publico me deja muchas lecciones y algunas heridas de guerra. Hasta me llevo la innoble condecoración de una denuncia penal. Pero me deja también un cambio radical de perspectiva para alguien que ha actuado toda su vida profesional en el sector privado: reconocer que existe en el sector publico empleados con verdadera vocación de servicio, profesionales de altísima preparación comprometidos con el país, llenos de mística, valentía y convicción para seguir arando en pos del desarrollo nacional. Solo requieren de un liderazgo efectivo, ese que es capaz de cambiar al mundo de a poquitos. En CEPLAN comenzamos por cambiar nosotros mismos y en ese transitar hemos comenzado a delinear la senda de futuro y progreso nacional. Ahora, al CEPLAN solo le falta presupuesto y apoyo político. Es decir, casi nada
Ahora, al CEPLAN solo le falta presupuesto y apoyo político. Es decir, casi nada.