Carta de un padre a su hijo desaparecido
Ernesto Castillo Paéz ¡presente!
Querido hijo;
Naciste un 03 de junio de 1968 y nos acompañaste sólo 22 años. Hoy serías un hombre de 47, dedicado o ejerciendo tal vez la profesión de Sociología a la que entregaste tus preocupaciones de estudiante universitario con el entusiasmo de quien construye un preciado baluarte desde donde luchar. Y premunido de ese afán nos era familiar verte transitar periódicamente hacia los barrios y distritos de Lima donde vivía principalmente la gente pobre, escucharte comentar la larga lista de carencias y tu impotencia para poder calmar en algo sus sufrimientos. Y no eras solo tú, tus compañeros que te acompañaban en estas salidas de campo para estudiar una realidad que es el objetivo de esa profesión, sentían por igual esta insatisfacción. Aprendías a conocer en directo y hasta cierto punto convivir una realidad que en los libros se traducen en cifras y en un sinfín de teorías y proposiciones de solución, pero el hambre y demás necesidades materiales y culturales no esperan y el tiempo pasa sin visos de solución.
Era tu propia visión de cómo formarte y convertirte a través de los conocimientos de esa ciencia en un representante teórico de ellos. Ideaste aplicar un cuestionario y encuestar a los pobladores de esas zonas, muy amplias además, para estudiarla con mayor profundidad pero tus sueños fueron rotos súbitamente un 21 de octubre de 1990 apenas llegado al poder un desconocido apellidado Fujimori cuando te encontrabas en plena tarea de investigación en el distrito de Villa El Salvador.
Te capturaron tres policías de un patrullero, uno de ellos identificado como Juan Fernando Aragón Guibovich, el que te detuvo y te metió en la maletera de ese vehículo, ayudado por sus acompañantes Manuel Santiago Arotuma Valdivia y Carlos Manuel Depaz Briones. Nunca más supimos de ti hasta hoy.
Tras largos 18 años de insistir judicialmente por tu paradero la justicia peruana condenó a esos tres policías a tan sólo 15 años de prisión y al que dirigió el operativo, autor material de tu desaparición, Cmdte PNP Juan Carlos Mejía León, a 16. Todos negaron su culpabilidad.
No pasaron ni 6 años de cárcel y la Sala Penal Nacional (SPN) que los condenó los fue soltando uno a uno favorecidos con el beneficio de semilibertad, sin que nosotros supiéramos nada. Sólo al enterarnos por casualidad de esta situación intervenimos oportunamente para impedir la puesta en semilibertad del principal responsable, autor material de tu asesinato, el hoy Crnl.PNP(r) Mejía León. La Corte IDH fue informada y solicitó al gobierno explicaciones. Finalmente la SPN le denegó su solicitud, no sólo una vez sino dos. Sigue en prisión.
Todos estos policías admitieron durante el proceso de solicitud de semilibertad haber cometido el crimen y manifestaron su arrepentimiento, pero los jueces de la SPN no se dignaron preguntarles dónde están tus restos. La pretensión de esos jueces era cerrar el círculo de la impunidad y del crimen de Estado perfecto.
Qué importa!! Hoy es tu cumpleaños y todos los momentos de alegría y grandes satisfacciones que vivimos y disfrutamos se nos agolpan en la memoria y nos proporcionas un momento de extrema felicidad.
Querido Ernesto tú seguirás estando siempre junto a nosotros, jamás te olvidaremos. ¡FELIZ CUMPLEAÑOS ERNESTO!
Tus padres y hermana.