Después que Nina Simone llegara a la fama con I love you porgy -un cover de George Gershwin- y alcanzara la punta de la lista de los Billboard, Hugh Hefner la presentaba en su programa Playboy’s Pethouse como una mujer con una voz increíble que había surgido de la nada.
What happened, Miss Simone?, el nuevo documental de Netflix dirigido por Liz Garbus, corrige esa dejadez. Simplemente nadie surge de la nada. Detrás de la voz única de Nina había una historia confundida entre el amor, la falta de dinero y el control de un don musical.
Nina Simone había sido Eunice Kathleen Waymon, una niña que tocaba el piano en la iglesia de su barrio y fue apadrinada para estudiar música clásica, pero que se redirigió al jazz y el blues cuando estos géneros le empezaron a dar ganancias en los bares donde tocaba a escondidas de su madre. Nina Simone, su nombre artístico, nace como un secreto.
Desde ahí Garbus hace inmersión en la vida familiar y amorosa de Nina. Una vida que estaba totalmente ligada a las letras y notas musicales de cada una de sus canciones. Rastrear la vida de una artista a través de su música puede ser un error, pero esta vez la continua contraposición de ambos planos en el documental demuestran que en el caso de Nina no solo es un acierto, sino una complementariedad. De ahí que su hija diga: "Todos pensaban que cuando ella se subía al escenario se convertía en Nina Simone, pero ella era Nina Simone las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Y ese era el problema".
Durante la poco más de hora y media, What happened, Miss Simone? atraviesa particularmente la conversión política de la artista que la hundió en el abandono. La lucha contra la segregación de la comunidad negra en Estados Unidos durante los años sesenta llevó a Nina a tomar una de las posiciones más radicales: había que conseguir la igualdad de derechos sea como sea. A Nina se le ve entonces en un concierto de día, desconectada de los músicos. Mientras ellos tocan, Nina solo lanza proclamas y amenazas a los blancos. “¿Están preparados para matar gente?”, llega a gritar desde el escenario. Todo el público le responde que sí. Una escena que resulta desconcertante para quien solo había disfrutado la voz de Nina.
Aquella época empoderó a Nina de una manera brutal. Pero su principal arma, que era la música, también se vio absorbida por su activismo desenfrenado. Las disqueras y productoras la dejan de lado y Nina cae en los años más oscuros de su vida. Nina termina incluso tocando en bares de tan mala calidad que nadie creía que la mujer que cantaba era en verdad la Nina Simone que escuchaban en sus casas. Hasta que un grupo de amigos le brinda una nueva oportunidad a la que ella se aferra hasta reponer su nombre en el mundo musical.
De manera paralela se cuenta también la tormentosa relación con su esposo que se convirtió de inmediato en su representante y su papel como madre que se transforma en el reflejo de su infancia. La recopilación de materiales antiguos que da cuenta de todas las facetas que atraviesa el documental, permite ver cómo la mirada, la sonrisa y las palabras de Nina se van transformando tan violentamente como su historia.
La historia no podía tener mejor título: What happened, Miss Simone?