#ElPerúQueQueremos

Cómo así llegamos del linchamiento al alcalde de Ilave al "Chapa tu choro"

Once años de inseguridad creciente

Publicado: 2015-09-02

Hace poco, un amigo extranjero me preguntó si había algo que uniera a los peruanos como país. Estuve a punto de responder ¡la comida!, pero me detuve y pensé en mi accidentada salida de Perú y en los "choros" que ahora se han vuelto tan populares. Si algo une a los que viven en San Isidro, Comas, Jesús María o el Callao es que:

1. Todos, todos podemos ser víctimas de los choros. Ellos son como el amor: no distinguen de raza, credo, condición social u orientación sexual.

2. Todos los que hemos sido víctimas de un robo, secuestro al paso o raqueteo, compartimos la misma impotencia y heredamos para siempre la sensación de inseguridad y vulnerabilidad. 

Ahora, no hacemos quedar muy bien al Perú si a los primeros que mencionamos son a los choros. Entonces, respondí: La comida.

Y es que después de escuchar que la solución para  acabar con la delincuencia es "chapar a un choro" y hacer lo que se pueda con él, es claro que hemos tocado fondo.

Cecilia garcía , creadora de "chapa tu choro".   Foto: correo

Once años de inseguridad ciudadana creciente

Si tienen buena memoria, recordarán las atroces imágenes del linchamiento del alcalde de Ilave, en el 2004. En ese momento el discurso limeño fue de indignación total. "Así es la gente de allá. Salvaje", repetían. Fue un acto abominable, por supuesto, pero qué tuvo que pasar para que los limeños no salvajes que se indignaron hasta el último de los cabellos en el 2004 ahora, en el 2015, hablen de linchamiento en la televisión como si se tratara de nada. 

La respuesta es sencilla. Las autoridades de turno no han sabido hacerle frente a este enorme problema, la Policía ha perdido credibilidad y las cárceles son escuelas o centros recreacionales para los delincuentes. En general, se ha perdido la confianza en las instituciones públicas.

mi pobre carro después  de haber sido vandalizado

El año pasado, tres delincuentes armados destrozaron mi carro. Se llevaron hasta el timón. La Policía acudió tres horas después y tras más de diez llamadas. A pesar de que hice la denuncia, no la ingresaron al sistema electrónico. Me colgaron otra diez veces el teléfono cuando insistí. Hice lo que no se debe hacer, recurrí a un amigo del Ministerio y recién entonces la denuncia estuvo disponible en todas las comisarías a nivel nacional. Le pregunté a Urresti -que en ese tiempo andaba muy activo- por qué no hacía algo con San Jacinto, la 53 y todos esos lugares donde revendían las autopartes robadas. Me respondió esto:

O sea, cada quien por su lado, no hay un Estado articulado y la Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana - CONASEC quedó más que en el olvido.

Cinco años de excusas ministeriales

Hagamos memoria otra vez.  Cuando Wilfredo Pedraza era ministro del Interior dijo que el tema de la inseguridad ciudadana era solo una cuestión de percepción. Luego, llegó Juan Jiménez y acusó a la oposición diciendo que todo esto no era más que producto de la histeria. Después, Daniel Urresti afirmó que solo los delincuentes debían preocuparse por los sicarios, porque solo entre ellos se mataban. Finalmente, el Presidente Humala llegó a justificar la ola de sicariato diciendo que era producto de la globalización

LUIS PÉrez guadalupe dice que "la policía sí chapa a los choros"

Ayer, el actual Ministro del Interior dijo a propósito de la iniciativa "Chapa tu choro" 

"Está bien que los ciudadanos chapen a los choros, pero que los lleven a las comisarías, el arresto ciudadano es legal, pero el linchamiento no".

Por si no lo sabe el Ministro, un ciudadano que no sea Chuck Norris no está armado ni protegido ni entrenado para hacerle frente a un delincuente que es capaz de asesinar por un celular o un par de zapatillas. 

A no ser que el Ministro esté proponiendo que se creen patrullas ciudadanas y rondas vecinales que trabajen de la mano con la Policía. Una suerte de policía comunitaria donde los vecinos se convierten en pieza clave del proceso. Sin embargo, de acuerdo a las experiencias recogidas en el libro Policía Comunitaria. Conceptos, métodos y escenarios de aplicación del Programa de Convivencia Ciudadana, la puesta en práctica en Chile, Brasil, El Salvador, Guatemala, Costa Rica y México, no fue del todo exitosa. Una policía comunitaria se basa en la confianza y comunicación que debe haber entre policías, militares y vecinos. 

¿Confiamos los peruanos en nuestros policías, militares o en nuestros vecinos?

El riesgo de chapar choros

¿esto es lo que queremos? Foto: diario ojo



Meses después del linchamiento en Ilave, se podía ver en la calles de Puno a niños jugando "al alcalde". Con su inocencia tan natural e imitando lo que habían visto y oído, jugaban a que linchaban al niño que representaba al alcalde Cirilo Robles. Linchar era divertido. 

El camino que nos espera si aceptamos a la violencia como solución al problema de la inseguridad, seguramente será sangriento y más doloroso, cuanto menos fiables son nuestras instituciones. El "roba pero hace obra" no es más que un síntoma de cuán permisivos somos con la delincuencia de tan acostumbrados que estamos a convivir con ella. Es momento de dejar los discursos políticamente correctos y tomar medidas que nos alejen de "Fuenteovejuna, señor. Todos a una"



Escrito por

Dánae Rivadeneyra

Periodista clásica. Leo, investigo, escribo y, como no puede ser de otra manera, me involucro. Ahora en París, ayer en Lima.


Publicado en