¿Cómo nos cambió la Segunda Guerra Mundial?
Hace 76 años comenzó la conflagración que acabó con la vida de 60 millones de seres humanos
Hace 76 años, un 1ero de septiembre de 1939, comenzó la Segunda Guerra Mundial con la invasión de Alemania a Polonia sin previa declaración de guerra y tras una burda simulación alemana de un ataque polaco a su territorio. Pero el 1ero de septiembre se desataron también otras fuerzas de la historia que modificaron irreversiblemente su curso. Entonces se inició la tragedia más grande de todos los tiempos que culminó con un saldo de más de 60 millones de víctimas humanas, la devastación de varias de las principales ciudades europeas y la destrucción de, prácticamente, la mitad de la capacidad productiva del mundo.
A nivel del pensamiento, la Segunda Guerra Mundial marcó el final de una era eurocentrista en la que se pensaba que Occidente era la más alta expresión civilizadora de la humanidad y que debía conducir al resto del mundo por la senda del progreso. En 1945, llegado el momento de evaluar las consecuencias del holocausto nazi, de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki y de contar a los muertos, pocos se quedaron con ganas de proclamar la supremacía occidental que se pregonó ininterrumpidamente al menos desde el siglo XVIII.
75 años después del inicio de la Segunda Guerra, ya no narramos la Historia Universal desde una sola mirada, sino desde diversos puntos de vista que provienen de civilizaciones y colectivos que pugnan por contar su historia a los demás y en sus propios términos. Un poderoso emisor contemporáneo de estos relatos es el cine que casi suplanta en su rol al libro, al manual y al propio historiador. A través del cine, los afrodescendientes denuncian la esclavitud o le cuentan al mundo su lucha por alcanzar la libertad. Otras cintas narran la lucha femenina por la igualdad y la de los gay en su afán de hacer oír su voz.
Si bien los derechos del hombre se remontan a la Revolución Francesa y podríamos retrotraerlos aún más, no cabe duda que la mundialización de los derechos humanos, de la mujer, de los niños, y, en general, de las poblaciones más vulnerables, son el resultado del derrumbe del viejo eurocentrismo. Este no resistió más tiempo de pie cargando sobre sus hombros la barbarie desatada en la guerra que Hitler inició un primero de septiembre. Y de pronto el resto del mundo, en toda su diversidad, se nos hizo al fin visible.
Por desgracia, el holocausto judío no ha acabado con los otros holocaustos, quizá el último lo vivimos en la Europa balcánica en la década de 1990, tras la caída del bloque socialista, pero las crisis humanitarias están a la orden del día. Sin embargo, la voz holocausto nos sirve hoy para denunciar con mucho más fuerza el genocidio allí donde se presenta.
A 76 años del inicio de la Segunda Guerra Mundial, Polonia es un país libre y aunque puedan subsistir, en algún lugar real o inconsciente, todas las ideologías que engendraron a Adolfo Hitler, también es cierto que el hombre, como valor supremo, es hoy el paradigma universal indiscutible. Tenemos entonces un mundo nuevo, muy diferente al que motivó el 1ero de septiembre de 1939, solo que será siempre perfectible y en su perfectibilidad debemos perseverar día tras día.
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Publicado hoy en Exitosa Diario: http://www.radioexitosa.pe/mundo/expl67336-como-nos-cambio-la-segunda-guerra-mundial