El jueves me topé con la 'marcha de sacrificio' de habitantes de Cerro de Pasco. Al saber su demanda, atención médica por la contaminación minera, apoyé el reclamo. Grande fue mi rabia cuando me enteré sobre un análisis del MINSA que descartaba la contaminación en doce niños. Mi crítica radicaba en que no esclareció el criterio de selección de los infantes analizados y si esa muestra era representativa. He visitado más de una vez Cerro y la situación de vida es deplorable. Esto entra en contradicción al saber que este lugar es el centro de producción minera más importante del Perú desde la pérdida de Potosí. El presente escrito tiene por objetivo dar mi opinión sobre este tema.

La población tiene menos acceso al agua que la minera
Los habitantes de Cerro de Pasco no disponen de un servicio óptimo de agua. En el mejor de los casos cuentan con suministros todos los días pero por menos de tres horas. En el peor de los casos sólo disponen algunos días pero por pocas horas. Pese a esto siguen preparando alimentos con agua, limpiando y aseándose. La carencia de agua contribuye al desarrollo de focos infecciosos y proliferación de enfermedades. Pese al canon minero, ni el gobierno central ni regional ha contribuido a solucionar este problema para la mejora en la calidad de vida de las personas. Este escenario se contrapone con el funcionamiento de la mina. Para la producción se requiere ingentes cantidades de agua para procesar los minerales. La mina cuenta a tiempo completo con este suministro para su operación. ¿Acaso el agua no es un recurso público? La desigualdad es evidente al privilegiar al sector privado de recursos que carecen los mismos integrantes del país.

La contaminación por la negligente producción minera
Desde que se implantaron las normativas de protección ambiental las mineras tienen controles para su funcionamiento. Antes de su puesta en vigencia, las mineras contaminaron sin ningún escrúpulo. ¿Quién se hace cargo de la producción negligente y contaminante de CENTROMIN? Todavía pueden encontrarse pasivos mineros que continúan contaminando ríos. Esto es crítico en Pasco porque hay lagunas llenas de relave: Quiulacocha y Yanamate. Todo esto contribuye al riesgo en la salud de las personas. Si las empresas privadas no se hacen responsables, el estado deberá hacerse cargo al menos velando por la salud. La carta libre para la contaminación pasada no debe de olvidarse por la promesa de una minería moderna. Los pasivos siguen vigentes aunque no se recuerde su existencia.

La emisión de gases tóxicos en el tajo abierto
La empresa Volcán adquirió CENTROMIN por privatización. El monto de compra fue ínfimo respecto al valor de los bienes. Ofreció menos de 250 millones de dólares por los yacimientos mineros, propiedades y maquinaria de la empresa minera nacional. El monto fue ridículo y debe de estudiarse porque fue lesivo para los intereses nacionales. El empresario Roberto Letts, propietario de Volcán, dejó una millonaria herencia tras su deceso. Según se señala, su fortuna rondó los 1,500 millones de dólares. La ganancia fue ostensible respecto a la inversión favorecida por el gobierno fujimorista de turno. Supongamos que algún heredero de Letts recibiera 5 millones de dólares, esto no sería a expensas de la salud y fuerza de trabajo de los habitantes de Cerro de Pasco. Las chimeneas de la mina no dejan de emitir gases tóxicos por el funcionamiento de la empresa. Existe información de que el mineral viene agotándose en el tajo y planean una expansión sobre la ciudad de Cerro. Se pronostica una masiva movilización de personas como sucedió en Morococha para beneficiar la producción privada.

Cerro de Pasco no es un lugar que preferirán los turistas para visitar. Las condiciones de vida son difíciles. Es increíble como este lugar aporta tanto a la economía nacional y sus habitantes carecen de servicios básicos. Han utilizado una laguna artificial como relleno sanitario. Utilizan este espacio como desague en cuyo alrededor viven personas. Este lugar es un foco infeccioso de alto riesgo. Los habitantes de este lugar no pueden seguir recibiendo la indiferencia del estado y la ciudadanía. Requieren la atención y solución de sus demandas. Si la solidaridad no es suficiente con ellos, al menos que funcione la coherencia con el bolondrón de peruanidad propio de la marca Perú. Uno no puede permanecer indiferente con la salud de los niños.

Dejo esto para una referencia a la Historia de Cerro de Pasco.
http://diarionosistema.blogspot.pe/2014/03/sobre-cerro-de-pasco.html?updated-min=2014-01-01T00:00:00-08:00&updated-max=2015-01-01T00:00:00-08:00&max-results=23