A lo largo de la historia, los duelos entre Inter y Milán se han caracterizado por ser uno de los más apasionantes del mundo. Cada vez que ambos equipos pisaron el césped del estadio Giuseppe Meazza o también conocido como San Siro protagonizaron grandes duelos que quedaron grabados en la memoria de los aficionados. 

Un día como hoy, en 1967, se disputó la quinta fecha del fútbol italiano (temporada 1967-68) y entre los duelos más sobresalientes de la jornada destacaban los derbys entre Inter-Milan y Juventus-Torino.

La edición 149 del “Derby della Madonnina” entre Inter y Milan se disputó ante más de 80 mil espectadores en el estadio Giuseppe Meazza. Una de las grandes novedades del partido fue la inclusión del peruano Víctor el “conejo” Benítez en el once titular del Inter dirigido por Helenio Herrera. Benítez, quien ya había jugado contra el Milan en tres oportunidades defendiendo los colores de otros clubes (Messina, Roma y Venezia) en aquella ocasión le tocaba enfrentarse por primera vez a su ex equipo vistiendo los colores de su eterno rival.

Aquel día el cuadro neroazurro alineó con Giuliano Sarti; Piero Dotti, Tarcisio Burgnich, Giacinto Facchetti, Víctor Benítez; Sandro Mazzola, Spartaco Landini, Vito D'Amato, Renato Cappellini; Angelo Domenghini y Mario Corso. El Milan, dirigido por Nereo Rocco, hizo lo propio con Pierangelo Belli; Angelo Anquilletti, Roberto Rosato, Karl-Heinz Schnellinger, Saul Malatrasi; Giovanni Trapattoni, Ángelo Sormani, Kurt Hamrin, Giovanni Lodetti; Gianni Rivera y Lino Golin.

En los primeros 45 minutos de juego ambos equipos no se hicieron daño y los goles recién llegarían en la segunda mitad; tal es así que a los 13’ el “conejo” Benítez rompió la paridad del encuentro tras sacar un remate con el borde externo del pie derecho que venció al portero Belli tras una gran habilitación de Mazzola.

Sin embargo, veinte minutos más tarde llegaría el polémico empate milanista gracias a un gol fantasma de Gianni Rivera, quien sacó un fuerte disparo que pegó en el travesaño y posteriormente el balón rebotó sobre la línea de gol pero que no llegó a ingresar en su totalidad. Alessandro D'Agostini, árbitro del encuentro, no se percató de la jugaba y fue el juez de línea quien le indicó que convalidara el gol. Horas después y con la ayuda de la televisión y la cámara lenta se demostraría que el balón no ingresó a la portería de Sarti.

Con ese tanto, el “Conejo” Benítez se convirtió -hasta hoy- en el único peruano en haber anotado y jugado en el "Derby della Madonnina”. Además, utilizó la camiseta número 4, hoy retirada en honor a “Il Capitano” Javier Zanetti.