La prensa creada por Alberto Fujimori
“El Chato”, “El Mañanero”, “El Chino”, “La Chuchi", “El Tío”, “El Rocoto”, "El bacán", “La Yuca”, "El Men”, “Aja” y tantos más...
No amigo, no señor, no señorita, no joven… No son apodos o “chapas” arrancadas del mundo del hampa o los sobrenombres de sicarios o delincuentes de alguna una cárcel peruana, No, son los nombres de los diarios que conformaron la llamada “Prensa Basura” (mal llamada “prensa chicha”) que fue creada, escucha bien, CREADA, financiada y “aceitada” por el fujimorismo con dinero robado a todos los peruanos. Cada mañana el mismo Alberto Fujimori daba su visto bueno a los titulares que debían aparecer, según las circunstancias.
Te cuento joven peruano: El papel de esta “prensa basura” era crear los llamados "psicosociales", o sea, inventar noticias, calumniar opositores y también hacer públicos los escándalos de la farándula con el propósito de distraer la atención para que no nos enteremos de los robos, los asesinatos y la corrupción generalizada en las instituciones del Estado. Esto no es cuento, es la pura y clara realidad. A estos “diarios-chicha” les debemos también la pauperización y retroceso del nivel intelectual de la prensa peruana y la actual deficiente moral y ética en la profesión periodística que hasta hoy tiene sus secuelas en muchos medios.
A esta “prensa basura” también se sumaron casi todos los canales de televisión y estaciones de radio (Los Schutz, los Winter, los Crousillat, los Wolffenson, etc. ) a quienes se les filmó (ver Youtube) cobrabando millones de dólares por entregar sus editoriales a la dictadura de Alberto Fujimori. Además de todo esto, escucha bien, se pagaba un promedio de dos mil dólares diarios ($ 2,000.00) por cada titular digitado desde la “Salita del SIN” (lugar donde también vivía Keiko con sus hermanos, su papá alberto y Vladimiro Montesinos) tal como se confirmó en el juicio realizado a Alberto Fujimori. Y escucha esto: sólo para su re-elección, Fujimori pagó un total de cien millones de soles (100’000,000) a todos estos medios.
Toda esta penosa y vergonzosa realidad fue posible gracias al silencio cómplice de políticos, asesores, ministros, empresarios, etc. que son los mismos que hoy acompañan, apoyan y hasta financian la campaña de Keiko Fujimori, quienes jamás denunciaron estos hechos. Es así como manejaron los medios de comunicación y la información en la década fujimorista entre 1990 y el 2000.
Dime, entonces ¿Cómo puedes permitir que los que apoyaron estas vergonzosas acciones tengan poder nuevamente en nuestra patria?
Hay muchos que todavía no quieren aprender la lección.
Por dignidad, por memoria, por decencia, por amor a nuestra patria, hay que decrile NO a este tipo de cosas que tanto daño le hizo a la moral de nuestro país. Vamos,
Un poco más de vergüenza... toquemos fondo alguna vez.