Dentro de la región latinoamericana, Perú figura con el segundo salario mínimo más bajo de la región, para un trabajador a tiempo completo. 

La remuneración mensual de 269.1 dólares, es decir 8.97 dólares diarios que al cambio no llegan ni a los 30 soles, implica una gran diferencia de acceso a los servicios entre los trabajadores peruanos respecto a los otros empleados latinoamericanos.  

Por ejemplo, un trabajador en Argentina cuenta con un salario mínimo de 1184. 2 dólares mensuales,  casi un 500 por ciento superior a lo establecido como salario mínimo en nuestro país, de acuerdo con datos del Banco Mundial. 

A nivel global los salarios mínimos más elevados están en Noruega y Luxemburgo, con 3 mil 840 y tres mil dólares al mes, respectivamente.

Facilidad para hacer negocios pero el sueldo no sube

Sin embargo, un dato que llama la atención es que en el índice Doing Business 2016, donde se miden las facilidades que dan los países del mundo para hacer negocios y cómo se materializan en propuestas políticas o leyes, Perú se encuentra en el puesto 50 a nivel mundial. Nada mal, un país que quiere mejorar económicamente.

Esto quiere decir que Perú abre las puertas para los negocios, hay facilidades para los inversionistas, lo que está bien porque implica más trabajo, diversidad de puestos, etc. pero el problema es que la mano de obra sigue siendo mal pagada. 

Podemos tener H&M, Zara, recibir a los Rolling Stones, tener cadenas de hoteles y demás pero los trabajadores de esas empresas seguirán recibiendo el segundo salario más bajo de la región.

Ya sabemos que discutir un aumento de sueldo es cosa sensible, basta recordar al premier César Villanueva y su desacuerdo con Nadine Heredia que le costó el puesto. Y durante el mensaje de Ollanta Humala en Fiestas Patrias tampoco hubo una sola mención al aumento del sueldo mínimo.

Lo mínimo que deberíamos exigir es coherencia, si los negocios e inversiones se diversifican y aumentan, lo mínimo es que eso se materialice en un aumento de sueldo. Como siempre, tarea para los próximos gobernantes.