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Manuelita Sáenz vive / Linda Lema

La Libertadora del Libertador

                         luego de una vida marcada en gran extensión por ese                      destierro inmisericorde murió a los 61 años en las orillas del                 puerto de Paita, en el norte del Perú, el 23 de noviembre de 1856,

      L.L.T.

Publicado: 2015-11-17


Las elecciones de Unidad Democrática (UD) se realizarán el 29 de noviembre, es decir, a seis días de haberse conmemorado 159 años de la muerte física de Manuelita Sáenz, la eterna Heroína del Perú y Nuestra América.

Se cuenta que los héroes y heroínas nunca mueren, rondan nuestras vidas, nuestros corazones, viven en cada uno de nosotros. Por esta razón, en estos días decisivos para la izquierda, Manuelita, erguida en todo su esplendor y con su uniforme militar, insta duramente a las fuerzas progresistas de la izquierda peruana a la unidad.

Le diría a Verónica Mendoza, que tiene un deber ineludible con el pueblo peruano, buscar y alcanzar la unidad de la victoria, porque solo la unidad salvará a la Patria que queremos del asedio extranjero.

Lo cierto es que a Manuelita Sáenz, la oligarquía peruana la odió por ser una mujer combativa y adelantada a su tiempo, por esa razón la verdad histórica escondió su apasionado amor por el Perú y el papel crucial que jugó en el proceso de la Independencia del Perú.

Pero, la élite política no se percató que a 159 años de su muerte, no ha podido ocultar su memoria, porque el recuerdo de su infatigable vida se eleva sobre las ruinas que se hizo de ella.

HONORES DEL PUEBLO

El pueblo peruano a través del Movimiento de Mujeres Peruanas “Manuelita Sáenz” y el Centro de Estudios de Nuestra América (Ceenap), este año han organizado actividades como la Cena de Solidaridad y el Homenaje a Manuelita Sáenz, el lunes 23 de Noviembre, 7: 00 p.m., en el salón Santos Atahualpa del Congreso de la República (Av. Abancay), donde el destacado periodista, César Lévano, y yo, disertaremos sobre su vida y obra.

Lo más importante del acto, será la entrega de la Medalla Manuelita Sáenz a ilustres mujeres peruanas que luchan por la justicia y la soberanía de los pueblos en el Perú. Un hecho histórico que apunta a recuperar la memoria histórica del Perú.

SU VIDA

Nació el 27 de diciembre de 1795 en ese Quito que olía a las huellas y estragos de un virreinato agónico y luego de una vida marcada en gran extensión por ese destierro inmisericorde murió a los 61 años en las orillas del puerto de Paita, en el norte del Perú, el 23 de noviembre de 1856, después de haber sido testigo y activa protagonista de los más grandes sucesos independentistas ocurridos en nuestra patria; y, uno de los personajes más interesantes de las guerras de independencia en Nuestra América.

Su pensamiento político, su actividad revolucionaria y su participación en esas luchas heroicas fueron escondidos y silenciados por la élite política que prefirió dar paso a esa versión tergiversada de una mujer signada por el sexo, como la amante del Libertador en vez de la Libertadora del Libertador, y jamás por ser la aliada política del Libertador Simón Bolívar, posición peligrosa para un siglo como el XIX, reducido en mirar a la mujer como incapaz de tener una opinión independiente y menos una mujer de Estado.

Desde su muerte, su memoria fue confiscada, difamada y calificada con epítetos perversos por sectores de la intelectualidad que heredaron un odio encarnizado a la figura de Libertador, odio que también le alcanzó y la persiguió como un fantasma a su destierro, donde murió herida del alma.

UNA VIDA LLENA DE INSURRECCIÓN

Su memoria está llena de insurrección, se vistió con su uniforme de húsar, desarrolló tácticas de espionaje, no obstante su grado de Coronel del Ejército Libertador acompañó la Interminable Campaña Libertadora de los Andes como un soldado más, participó en decisiones políticas de gran trascendencia buscando la unidad de las naciones liberadas cobijados bajo el ideal: «Mi Patria es el continente de América, he nacido bajo la línea del Ecuador».

Por si fuesen pocos sus méritos, también combatió el 9 de diciembre de 1824 en la histórica batalla de Ayacucho, la gesta histórica que selló a sangre y fuego la libertad del Perú y esta parte de Nuestra América.

DEBER INELUDIBLE CON MANUELITA

El tiempo ha ido pasando y un libro que he concluido aguarda su publicación, una historia que irrumpe la asfixiante mentalidad anti-bolivariana y patriarcal orientada a alterar, borrar y matar a Manuelita y por ende a Bolívar.

El resultado, la transformación que sufrió el Libertador a partir de su muerte, cuando sus detractores decidieron convertirlo en un personaje petrificado y a Manuela Sáenz en mujer “libertina” entrometida en asuntos de Estado, que no respetaba la moral ni las buenas costumbres de la época que vivió.

A final del siglo XX, cuando otros países de Nuestra América, mujeres y hombres la reconocían a Manuelita como valiente heroína, el Perú asumía una marcada animadversión hacia ella.

Ella, que fuera la mujer influyente cuyo poder sobre los hombres radicó en su habilidad e inteligencia y no en sus capacidades seductoras como muchos han sostenido, había sido olvidada, no solo por ser mujer, sino por su amor intenso e impetuoso a uno de los más grandes héroes de Nuestra América, el Libertador, haciéndola merecedora de tantos odios e infundios.

RECONOCIMIENTO DEL PUEBLO PERUANO

No fue hasta los primeros años del siglo XXI, que la grandeza de Manuelita comenzó a ser reconocida en el Perú, gracias a la revisión de su vida por mujeres intelectuales, aquellas infatigables mujeres que, en Lima, fundaron una organización que lleva su nombre, a los artículos y ensayos publicados en diarios y revistas en el Perú y otro países, casi siempre elaborados por mujeres. Todo lo cual ha permitido que empiecen los peruanos y peruanas a conocer su grandeza de heroína y a reivindicar su papel como líder en la gesta libertadora del Perú.

El 23 de octubre de 2011, se fundó el Movimiento de Mujeres “Manuelita Sáenz” con participación de intelectuales y líderes de las organizaciones sociales de Lima, se inauguraron seminarios y coloquios donde se fue contando el valor de su vida.

Se dice que cuando los pueblos despiertan suele ocurrir que los héroes y heroínas abandonan el frío mármol o el bronce y se bajan de los pedestales. Sucede lo mismo con Manuelita Sáenz, que mientras permanezca escondida y olvidada, no intranquiliza a nadie, pero viva logrará conmocionar en este país y en este tiempo.

“Manuelita Sáenz vive en estos días” por Linda Lema.

En: Diario UNO, noviembre 15, 2015

DIRECTOR: CESAR LÉVANO

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• Re-edición por Rosina Valcárcel


Escrito por

Rosina Valcárcel Carnero

Lima, 1947. Escritora. Estudió antropología en San Marcos. Libros diversos. Incluida en antologías, blogs, revista redacción popular, etc.


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