Tan solo unas horas después de que el Parlamento británico aprobara, con el 60% de los votos, la ampliación a Siria de los ataques actualmente establecidos en Irak contra las facciones del Estado Islámico, la aviación británica ha iniciado, durante la madrugada de hoy, una serie de bombardeos en el país de Bashar al Assad.  

Es así que respondiendo a la iniciativa del primer ministro David Cameron, cuatro aviones Tornado despegaron de la base aérea de Akrotiri, en Chipre, para arrojar bombas en ambos lados de la frontera que separa a Irak de Siria.

Y es que después de más de 10 horas de discusión, la moción de Cameron logró el éxito con 397 votos a favor y 223 en contra. De esta manera, su frase 'no es hora de sentarse y esperar' fue respaldada por la Cámara de los Comunes.

Sin embargo, la diferencia en los votos reflejó las diferencias dentro de la sociedad británica que duda aún sobre como combatir el terrorismo que impone actualmente el grupo extremista Estado Islámico en todo el mundo.

Es así que cientos de ciudadanos antibelicistas protestaron durante toda la jornada a las afueras del Parlamento.

Los resultados de los ataques 

Aunque han pasado pocas horas desde el inicio de la ofensiva británica, las bombas de precisión Paveway han logrado alcanzar seis objetivos del centro petrolífero Omar, ubicado al este de Siria. Y es que los yacimientos que integraban el lugar de abastecimiento de crudo eran controlados por el Estado Islámico.

Al respecto, el ministro de Defensa Michael Fallon, aseguró a los medios locales que la operación concluyó con éxito. Además informó que el objetivo de la misión era dar un 'verdadero golpe a los ingresos del petróleo de los que depende el grupo extremista'.

Y aunque Fallon a insistido en que Reino Unido no es partidario de desplegar tropas occidentales sobre el terreno, aseguró que se puede avanzar bastante 'desde el aire'. Es así que dijo que es posible destruir las infraestructuras petrolíferas que financian las acciones de los yihadistas.

Cabe resaltar que el Estado Islámico obtiene millones de dólares a la semana por la venta de crudo en el mercado negro, dentro y fuera del país.

Es así que una reciente denuncia de Rusia, acusa a Turquía, país limítrofe con Siria e Irak, de comprar el petróleo a los yihadistas y así ayudarlos a solventar sus terroríficas acciones contra sus enemigos declarados.

Por su parte, el presidente francés, Francois Hollande, se sumó a la felicitación de Barack Obama, quien elogió la incorporación de Reino Unido a los ataques aéreos en Siria.

El armamento británico

Reino Unido usa desde el año pasado, una base chipriota como centro de operaciones para su ofensiva contra el Estado Islámico en Irak. Es así que tiene unos 860 militares y varios cazas, entre ellos ocho Tornado GR4 y una aeronave Voyager de repostaje. Además también cuentan con drones Predator armados con misiles Hellfire.

Pero planean aumentar el número de cazas en la base y complementar la flota de ataque con aeronaves Typhoon Eurofighter.

Se espera que las fuerza aérea del país establezca sus principales objetivos en Raqa, la ciudad que es considerada la capital del Estado Islámico por sus mismos militantes. Además también planean atacar contra toda la región este de Siria, muy cercana a la frontera con Irak.

Los antecedentes

Reino Unido ataca desde septiembre del 2014 al Estado Islámico en Irak, pero solo colaboraba con operaciones de inteligencia y logística en Siria luego de que el Parlamento rechazara en el 2013 la propuesta para bombardear Sel país de Bashar al Assad.

En esa ocasión, el objetivo británico no era el grupo extremista, sino más bien el gobierno del dictador que actualmente tiene el apoyo del Kremlin.

(Foto de cabecera: Efe)