¿Es ético entrevistar a un prófugo de la justicia? En el caso del capo mexicano del narcotráfico Joaquín El Chapo Guzmán, sus entrevistadores no fueron periodistas. Se trata de dos actores, el estadounidense Sean Penn y la mexicana Kate del Castillo.
La entrevista se realizó cuando 'El Chapo' se encontraba prófugo de la justicia, en octubre del año pasado; es decir, el encuentro se realizó en la clandestinidad. El texto de la entrevista se publicó el último sábado por la noche por la revista Rolling Stone.
Ante ello, han surgido cuestionamientos en torno a la ética periodística de esta entrevista. El portal Clases de Periodismo recuerda que una de las condiciones para que una entrevista sea éticamente correcta es que "el sujeto de la historia no puede tener injerencia en el trabajo del periodista". "Cualquier tipo de control podría conducir a la censura o a la transformación de una pieza periodística en pura propaganda", señala. Y, en el caso de la entrevista a 'El Chapo', él aprobó las condiciones de la entrevista.
Al respecto, la revista sostiene que el entrevistado no hizo ningún cambio al texto producto de la entrevista. Aunque, el medio Mashable, cita a algunos periodistas que afirman que la historia fue dirigida por el propio narcotraficante, recientemente capturado por las autoridades mexicanas.
Javier Darío Restrepo, consultor ético de la Fundación de Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), señala que "dentro de las tareas específicas del periodista está la de dar a conocer la realidad, de la manera más completa posible, y lo que piensa un prófugo de la ley".
Advierte que "por incompetencia o por irresponsabilidad del periodista una entrevista con delincuentes" se puede convertir "en apología del delito". Además, recuerda que se deben tomar e cuenta "los derechos del delincuente, que no desaparecen por razón de su delito".
El periodista toma en consideración que "el ciudadano común, y a veces las mismas autoridades, entienden el acceso del periodista a delincuentes o subversivos, como una forma de complicidad con ellos porque, infieren, el periodista conoce su ubicación y accede hasta ellos".
Sin embargo, sostiene, "la realidad es otra: el delincuente o subversivo que quiere informar a través de la prensa, busca al periodista". "No es éste quien los encuentra, sino ellos quienes aparecen ante el periodista, y es él quien debe decidir qué se publica, no el delincuente", afirma.
En este sentido, el consultor ético aclara que el periodista no debe informar a las autoridades sobre la ubicación del prófugo. "Si el oficio de las autoridades es ubicar y capturar a los delincuentes, la del periodista es mantener bien informada a la ciudadanía, dos taras que no tienen por qué interferirse", sostiene.
Las consecuencias de la publicación de esta entrevista ya se están dando a conocer. Según informa el diario Excelsior, un funcionario de la Procuraduría General de la República (PGR) de México, señaló que la actriz Kate del Castillo está siendo investigada luego de la entrevista al delincuente.
Univisión intentó comunicarse con del Castillo para saber su reacción ante la publicación de la entrevista, pero la actriz mexicana respondió: "Cualquier cosa cuando debe ser y como debe ser, no me vuelvas a llamar", le dijo al director del equipo de investigación del medio, Gerardo Reyes.
En el Perú, se encendió una polémica similar, pero esta vez sí estuvo involucrada una periodista, Milagros Leiva, quien entrevistó al prófugo de la justicia peruana, Martín Belaunde Lossio, quien estaba en Bolivia. Luego, se supo que ella le entregó dinero al cuestionado empresario.
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