Hace unos días estuvo circulando esta imagen acerca de los colegios privados en los que las pensiones así como el costo de la cuota de ingreso aumentó entre 100 % y 200% en los últimos diez años.

Por supuesto, el que existan colegios privados con pensiones de 1 432 dólares mensuales, equivalente a seis sueldos mínimos, no genera en sí un problema mientras hayan peruanos que puedan pagarlo. Por supuesto, cualquier padre de familia quiere darle lo mejor a su hijo, si se gana bien se puede aspirar al Newton o al Roosevelt, si no siempre existen colegios con pensiones de 100 o 200 soles. La oferta es variada y es ahí cuando se cae en cuenta que la educación se ha convertido en un negocio, y peor aún, la buena educación en un lujo.

Solo eso explica que, en el otro extremo,  existan colegios con pensiones de 100 soles al mes y que funcionen en los primeros pisos de una casa cualquiera. De un lado, se tiene que cualquiera puede solicitar la creación de un colegio privado, y de otro, que las personas sienten más confianza hacia cualquier oferta privada antes que una estatal. En 11 años se duplicó el número de colegios privados en el Perú. Hasta 1993, solo el 5% del total de colegios existentes en el Perú era privado. 

En el 2000, el Perú reportaba un 14% de alumnos de escuelas privadas en todos los niveles y 11 años después, en el 2011, registró casi el doble (25%), según revela el estudio "América Latina después de PISA", del investigador Axel Rivas, del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec).

Una de las razones por supuesto es el presupuesto asignado a la educación estatal. En 2014, la consultora Proexpansión  presentó un informe completo analizando los resultados de la Evaluación Censal a Estudiantes (ECE) del 2013. A partir de allí se pudo saber que del total de colegios existentes en Perú (51 mil aproximadamente hasta ese año) solo 200 eran de buena calidad. 200. 

El problema no es solo peruano. Migrar hacia una escuela privada es  una tendencia en Latinoamérica. 

Caso opuesto a lo que sucede en Europa. En países como Francia, por ejemplo, el 83 % de los alumnos están matriculados en la enseñanza pública, mientras que los centros privados acogen a un 17 %. 

Esta claro que la educación es uno de los problemas más grandes en el Perú. Lo sucedido recientemente con los rectores de las universidades San Marcos y Villarreal aferrándose ilegalmente a sus cargos para oponerse a la nueva ley de la reforma universitaria no es más que una muestra de la crisis que atravesamos. 

Los colegios estatales deberían ser garantía de buena educación, deberían inspirar confianza suficiente para que un padre de familia con un sueldo magro pueda enviar a sus hijos con la seguridad que recibe una enseñanza de calidad. El día que el Estado pueda ofrecer una educación integral a los peruanos en edad escolar, tal vez ese día las pensiones de estos grandes colegios empiecen a parecernos absurdas.