El carnaval más famoso del mundo peligra. Y es que al menos 48 ciudades de ocho estados brasileños tuvieron que cancelar la celebración de esta fiesta tradicional por la terrible crisis económica que afecta al país y que ha mermado los recursos financieros de los municipios.
Es así que la ausencia de patrocinadores, el aumento en los costos de la energía eléctrica y la cotización del dolar que volvió a subir hasta 4,11 reales, confabulan contra el carnaval.
Por ejemplo uno de los más tradicionales financistas del evento, el polémico Petrobras, redujo en forma significativa los recursos destinados a los desfiles. Es así que la invesión bajó en un 36% en comparación con los fondos que la empresa destinó en el 2015.
Según cifras del portal de noticias G1, casi cincuenta localidades de Goiás, Minas Gerais, Paraíba, Río de Janeiro, Río Grande do Norte, Rondonia y Tocantins decidieron a última hora anular todos los preparativos para así poder hacer frente a sus obligaciones presupuestarias.
Otras ciudades, la mayoría en el interior de Sao Paulo, cancelaron la festividad para dedicar sus recursos a combatir el dengue, el chikunguña y el zika, enfermedades que se han disparado en el último año y que se transmiten por el mosquito Aedes aegypti.
Asimismo, este último estado también ha tenido que afrontar gastos por la reparación de los daños causados por las fuertes lluvias de los últimos días. Al respecto Antonio del Bel, un intendente de Cerquilho, dijo:
“No hay clima de fiesta cuando todavía existen barrios aislados por las tormentas”.
A pesar de ello, varias ciudades han decidido continuar con las celebraciones aunque esta vez tendrán una programación menor que otros años por la crisis económica.
La crisis y el carnaval
La inflación, que durante el 2015 llegó al 10,6%, golpea fuertemente los bolsillos de los amantes del carnaval. Y es que los consumidores se enfrentan con los precios de disfraces a partir de 50 dólares.
Por otro lado, en Río los realizadores de los desfiles acusaron al shock y a los eventos deportivos de la baja de afluencia:
“Quedan todavía muchos camarotes por vender. Es un carnaval atípico, porque está en el medio de la Copa del Mundo (en 2014) y las Olimpíadas. Las empresas que ya gastaron en marketing de estos acontecimientos deportivos tienen escaso margen para invertir”.
Sin embargo, de todas maneras los precios que se deben pagar por los camarotes, donde los invitados no solo asisten al paso de las carrozas sino que también disfrutan de comidas y bebidas, llegan ahora a los 20 mil dólares.
Asimismo las diez 'escolas' de Porto Alegre, que forman parte del 'grupo especial' (las mejores), afirmaron que este espectáculo será 'el más difícil en 30 años de fiesta carnavalesca'.
En ese sentido, muchos dijeron que tuvieron que recolectar dinero entre sus seguidores para comprar los materiales de las carrozas y disfraces. Y es que el kilo de plumas, que el año pasado costaba 290 dólares, ahora trepó hasta los 375. Por este motivo muchos ha dejado de usar productos importados en la confección de fantasías y en el armado de los lujosos carros.
(Con información de eldiariony.com y clarin.com)
(Foto de cabecera: Efe)
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